Desde el 7 de noviembre del 2023, cuando la jerarca de CCSS, Marta Eugenia Esquivel, anunció la provisión de un fondo por ¢200.000 millones para atacar las listas de espera, el origen de esos dineros así como su futuro nunca estuvieron claros.
En la presentación en el Estadio Nacional de la estrategia institucional contra las listas de espera, bautizada como “Ruta de la Salud. Menos espera. Mejor servicio”, Esquivel prometió públicamente que tendría esos recursos disponibles en el primer trimestre del 2024 y la priorización de su uso dependería de cada uno de los planes para desahogar las presas en cirugías, procedimientos diagnósticos y citas.
En marzo del 2024, la Auditoría Interna de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reiteró una advertencia que había hecho pocos días después del anuncio de la Ruta de la Salud: la entidad seguía sin los estudios técnicos, financieros, legales, médicos y actuariales para fundamentar la provisión y el uso de esos ¢200.000 millones.
Los fondos fueron aprobados en tiempo récord, en una reunión extraordinaria solicitada por la Presidencia Ejecutiva de la Caja cuatro días antes del anuncio de la Ruta de la Salud. La información la confirmó quien ejercía la Gerencia Financiera en noviembre, Gabriela Artavia Monge. Los ¢200.000 millones salieron de un análisis de las inversiones a corto plazo sin destino específico y del flujo de efectivo.
Cuatro meses después del anuncio, la Auditoría Interna de la Caja dio un mes de plazo a la Administración para informar sobre lo actuado en relación con esos dineros y aclarara el uso que se les daría.
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Aunque la Junta Directiva de la institución indicó, en abril, que utilizaría esos dineros para otorgar becas a médicos generales y formar nuevos especialistas dentro y fuera de Costa Rica, el destino cambió radicalmente poco después.
La nueva coordinadora de la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE), Verónica Quesada, confirmó a La Nación que ese dinero nunca entró a esa dependencia y que, por el contrario, se destinó al nuevo Hospital Tony Facio, de Limón.
La UTLE sigue con su partida “de siempre”, la 2043, que dispone anualmente de entre ¢20.000 millones y ¢30.000 millones para financiar diferentes proyectos contra listas de espera, que son los que presentan los hospitales como parte de las jornadas de producción. Recientemente, los fondos de la UTLE también se utilizarán para financiar el modelo de pago excepcional por resultados, o Cumcas.
El cambio de destino se lo comunicaron a Quesada apenas ingresó a la UTLE, a inicios de mayo. El anuncio lo hizo la Gerencia Financiera, que le prometió a la Unidad buscar el financiamiento de las estrategias para atención de las listas cuando fuera necesario.
La Nación consultó posteriormente a la CCSS sobre este cambio de destino de los fondos. La institución remitió el oficio SAD-AFINPE-24-0019-0001-2024 (0202), del 5 de junio, en donde se resume lo actuado por la Administración en relación con este tema.
Destacan dos hechos: el primero, la propuesta de reestructuración del portafolio de inversiones financieras del Seguro de Salud, en la que se basó la reorientación del destino del dinero, el cual fue trasladado de las listas de espera al nuevo hospital de Limón.
El segundo hecho garantiza el compromiso financiero por un monto máximo de ¢200.000 millones, con la salvedad de que esos dineros deberán sustentarse con los estudios técnicos emitidos por las instancias competentes, y ser de conocimiento y aprobación por parte de la Junta Directiva de la institución, dos requisitos que no se llenaron antes.
En marzo anterior, la CCSS incluyó la construcción del nuevo Hospital Tony Facio entre los cuatro proyectos a los que promete dar prioridad. Entre las obras están el nuevo Hospital Manuel Mora Valverde, de Golfito, el fortalecimiento del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, y la primera etapa de fortalecimiento del Hospital de Guápiles.
En ese momento, trascendió que el nuevo hospital que necesitan casi 500.000 limonenses estaría listo a finales del 2027, aunque para entonces no se había definido el financiamiento para la construcción. La CCSS dijo que se podía hacer con recursos propios, que no precisó.
En enero del 2022, la Junta Directiva declaró de interés público un terreno de 19 hectáreas en el distrito de Matama, cantón Central de Limón, donde estaba previsto levantar el nuevo hospital.
Inicialmente, se tenía una inversión proyectada de ¢118.000 millones para la construcción y equipamiento del nuevo centro médico, según se informó en aquel momento.