Más de 62.000 indígenas han sido registrados con alguna atención en el Expediente Digital Único en Salud (EDUS), según el dato aportado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), al 20 de febrero anterior. De ellos, 32.356 son mujeres y 30.292 son hombres. Los servicios, sin embargo, alcanzan a más personas pues hay zonas de difícil acceso geográfico en donde la disponibilidad de conexiones de Internet es limitada o inexistente.
La institución informó de que la atención en salud de esta población, conformada por más de 100.000 habitantes que se identifican con alguna de las ocho etnias en el territorio, llega mediante Ebáis y, sobre todo, por medio de 62 puestos de visitas periódicas, 24 de los cuales son exclusivos para pobladores indígenas.
En la mayoría de los puestos hay indígenas y no indígenas, y en cuatro Ebáis sus usuarios pertenecen en su totalidad a las comunidades: Duchi Botka, Duchi Mañatka y Duchi Etka, del área de salud Turrialba-Jiménez y el Ebáis Alto Conte, del Área de Salud Golfito.
Para dar atención en los puestos de visita periódica, los funcionarios de la CCSS viajan por trechos de montaña durante horas. Cada mes, se emplean 230 horas y se invierten 990 horas de atención entre todos los puestos. Esto quiere decir, según la CCSS, que por cada cuatro horas de atención se invierte una hora de traslado del equipo humano.
En la Caja hay una adscripción estimada de 46.000 personas de los pueblos indígenas bribri, brunka, cabécar, chorotega, huetar, maleku y broran. Además, hay que sumar cerca de 12.000 personas del pueblo indígena transfronterizo ngöbe buglé, informó Tatiana Blandón Otárola, de Análisis y Proyección de Servicios de Salud.
La variable ‘etnia’ fue incluida en el EDUS para cumplir con el marco jurídico que ampara y visibiliza a estos pobladores en los servicios de salud, agregó Kenia Quesada Mena, del Programa de normalización para la atención de la salud de los pueblos indígenas.
Desde el 2007, la CCSS tiene un plan de salud integral para estos pobladores, dijo Randall Álvarez Juárez, gerente médico de la entidad. Esto ha permitido, dijo, tener asistentes indígenas comunitarios para hacer el vínculo intercultural con los centros de salud, adaptar la atención de los partos a las diferentes culturas indígenas y hasta preparar alimentación especializada cuando están hospitalizados.