La velocidad en el contagio de la covid-19 comenzó a bajar desde el 24 de junio, reducción que coincide con la obligatoriedad de usar mascarillas en espacios públicos, como el transporte, y la aplicación de medidas más duras, tipo “martillo”, para procurar el distanciamiento social entre la población.
El Centro Centroamericano de Población (CCP), de la Universidad de Costa Rica (UCR), calculó la tasa de reproducción del virus, o tasa R, en 1,25, con datos al viernes 17 de julio.
Eso significa que, en promedio, cada infectado con SARS-CoV-2, el coronavirus que produce la covid-19, enferma a 1,25 personas. El 23 de junio, ese indicador llegó a acercarse a dos: 1,8 infectados por cada enfermo.
Cuando la tasa R es igual a 1, la epidemia está bajo control porque cada generación de enfermos es reemplazada por otra igual, explica el CCP. Si la tasa es mayor a uno, hay proliferación.
“La tasa R de covid-19 en Costa Rica, estimada con los datos más recientes de julio 17 de 2020, es R = 1,25 con una tendencia clara a la baja, iniciada el día 24 de junio y que se acelera a partir del día 29 de junio.
“La estimación más reciente corresponde a contagios ocurridos alrededor del sábado 11 de julio ya que en promedio suelen transcurrir seis días entre el momento del contagio y el reporte confirmatorio del laboratorio”, explica el Centro de la UCR.
Desde el sábado 27 de junio, el uso de mascarillas es obligatorio para quienes viajan en el transporte público (buses, trenes y taxis), entre quienes atienden público en comercios, restaurantes, y oficinas estatales, clientes de bancos y para quienes asistan a iglesias, cines o restaurantes.
El Ministerio de Salud atendió así al llamado hecho, desde semanas atrás, por expertos como Luis Rosero Bixby, demógrafo y exdirector del CCP, y de la Academia Nacional de Ciencias, que recomendaban el uso de estos implementos de protección personal para disminuir el riesgo de que asintomáticos (personas infectadas con covid pero sin síntomas) contagiaran a otros.
“La tendencia a la baja parece haberse acelerado a partir del día 29 de junio, coincidiendo con el inicio de la aplicación de la recomendación sanitaria de usar mascarillas en ciertos lugares públicos como buses.
“Aunque no es posible establecer de manera inequívoca una relación de causa-efecto, la coincidencia es muy sugestiva. Los contagios del 28 de junio se originaron en una tasa de reproducción R = 1,75, comparada con la de 1,25 estimada para el 11 de julio”, indica el CCP.
Adicionalmente, el Ministerio de Salud y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) decidieron aplicar el “martillo” a toda la Gran Área Metropolitana (GAM) entre el 11 y el 19 de julio para frenar la velocidad de contagio comunitario y disminuir la presión sobre los servicios de salud, que están llegando a su límite de capacidad instalada.
Apenas un día atrás, el Gobierno informó sobre nuevas comunidades en alerta naranja, con restricción vehicular y comercial, para el periodo que va del 20 al 31 de julio.
Este Centro, que le lleva el pulso a la pandemia en Costa Rica, advierte que ese 1,25 sigue siendo preocupante: “Significa un potencial de duplicación cada 36 días en la cantidad de personas infectadas, lo que es problemático dado el elevado número de casos que ya alcanzó el país. La meta debe ser llegar al umbral de R = 1 en el que se para la propagación del virus”.
El CCP siempre aclara en sus análisis que la tasa R no es un indicador apropiado para medir la severidad de la pandemia. La mortalidad acumulada es el más cercano a describir la realidad del impacto del nuevo coronavirus en un país.
A pesar del incremento acelerado en la cantidad de muertes de los últimos días, con siete decesos nuevos anunciados solo este sábado, Costa Rica todavía está en el grupo con la menor mortalidad por covid-19 por cada 100.000 personas adultas mayores.
De acuerdo con el CCP, Costa Rica tiene actualmente una tasa de 8 muertes por cada 100.000 personas adultas mayores y está en el cuarto lugar entre los países con el indicador más bajo, junto a Cuba, Paraguay y Uruguay.
Esa tasa; sin embargo, también ha aumentado, pues a inicios de junio era de dos muertes por cada 100.000 adultos mayores, un número que, hasta ese momento, colocaba al país en el segundo puesto con la menor mortalidad en el mundo por esta causa.
Este sábado 18 de julio, el país sobrepasó la cifra de 10.000 enfermos confirmados de covid-19, al registrar 10.551 casos acumulados desde marzo, cuando se registró el primer caso. La cantidad de muertos subió de 47 a 54 en apenas 24 horas.