Los efectos de la variante ómicron son evidentes en hospitales y clínicas de la CCSS donde cantidad de personas deben esperar hasta seis horas para hacerse la prueba de detección de la covid-19, lo cual comenzó a aumentar la presión en los servicios de emergencias que también deben atender a pacientes con otros males.
Las proyecciones comienzan a cumplirse. El sábado, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) previó 5.000 infectados por día para esta semana. Este martes, se registraron 4.050, una “cifra récord” en casi dos años de pandemia. Los decesos por semana pasaron de siete en la última semana del año, a 21 en la primera del 2022.
Las filas por la prueba PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para confirmar o descartar la enfermedad se dispararon en el Servicio de Emergencias del Hospital México, donde solo en los primeros 10 días de enero la pidieron 551 personas con síntomas.
Ese número es similar al registrado en todo diciembre, confirmó el jefe del servicio, Ricardo González Campos. Agregó que una tercera parte de las consultas en Emergencias del México es de personas que llegan con síntomas del virus y la tendencia es al crecimiento.
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Ómicron se caracteriza por su alta capacidad de contagio, y esto empieza a presionar los servicios de salud de todo el país con una oleada de personas en busca del diagnóstico.
Otro ejemplo es el Área de Salud de Santa Ana, al este de San José, administrada por Coopesana. El director médico, Wálter Vargas Vargas, dijo que ahí se hizo el análisis a las 582 personas que acudieron en los primeros siete días del 2022.
A un 60% de ellas se le confirmó el contagio con la covid-19. Solo este martes, enviaron 160 muestras a los laboratorios del Hospital Nacional de Geriatría, en donde apoyan a Santa Ana con el análisis de esas pruebas.
“Estábamos felices porque los últimos días de diciembre terminamos con consultas de alrededor de tres personas por sintomatología respiratoria. Pensábamos que ya íbamos a terminar después de dos años de pandemia.
“Pero hemos pasado a 80, 100 y más consultas diarias en estos primeros días del año. Estamos dibujando una línea casi vertical en la curva. Para este 11 de enero acumulamos más de 900 casos. Ese es el colapso, porque además de covid están todas las otras causas de atención en emergencias”, admitió Vargas.
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Lo preocupante en Santa Ana, y probablemente en otros sitios del país, es que llegan personas sin síntomas a solicitar la prueba PCR porque tuvieron contacto con algún caso o estuvieron en sitios vacacionales de alta concentración; los resultados después dan positivo. “Imagine cuántos pueden estar así, no se hacen la prueba y contagian a otros sin saberlo”, dijo Vargas.
En algunos hospitales, como el Calderón Guardia, en San José, y en Áreas de Salud, como la de San Isidro de Heredia y Sarchí (Alajuela), los pacientes reportan esperas superiores a las cinco horas para realizarse el hisopado nasofaríngeo, que es la recolección de muestras de mucosa en las vías respiratorias superiores (nariz y garganta), necesaria para realizar el análisis PCR.
El personal de salud de San Isidro justificó los tiempos excesivos porque hay pocos funcionarios a cargo de esta tarea (solo una médica y una auxiliar de Enfermería, este martes). Además, se deben cumplir protocolos, entre ellos, llenar la historia clínica con mucho detalle para identificar cadenas de contactos, y gestiones administrativas para incapacidades y órdenes sanitarias.
Síntomas menos graves, pero...
En una emisión en vivo por el Facebook institucional, la tarde de este martes, la epidemióloga Guiselle Guzmán Saborío, jefa del área de Salud Colectiva de la CCSS, confirmó el riesgo que significa esta ola pandémica.
Según explicó, personas asintomáticas o con síntomas leves pueden no ir a hacerse la prueba, por lo cual contagian a otros en la calle, especialmente, a personas con alto riesgo de enfermar gravemente y morir.
Guzmán reconoció que el incremento tan rápido de casos relacionados con la variante ómicron podría superar el beneficio de la menor gravedad en los síntomas. “Por más leve que sea, puede superar ese beneficio y colapsar servicios por aumento de casos”, advirtió.
¿Hay riesgo de faltante de pruebas? La Cámara Costarricense de la Salud aseguró tener capacidad para cubrir los requerimientos de pruebas PCR de la población. En las últimas semanas, informó, el número de pruebas PCR en laboratorios privados ha aumentado en un 50%.
Massimo Manzi, director ejecutivo de la Cámara, informó de que la capacidad instalada ordinaria es de 180.000 pruebas PCR al mes en los 156 laboratorios privados que forman parte de la red. Esa capacidad puede subir hasta un 30% en situaciones excepcionales, como esta.
Retrasos en atención
La directora médica del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, Milena Bolaños, confirmó que uno de los efectos del actual pico de covid es que la mayoría de los servicios de emergencias están colapsados.
“Los adultos mayores están llegando de una forma impresionante al hospital. Solo el día de ayer (lunes 10 de enero para los lectores), a las 10 a.m., teníamos 80 pacientes en Emergencias y cerramos el día con 130. Hoy (martes 11 de enero) completamos el día con aproximadamente 90. Esto hace que se retrasen mucho las atenciones de lo que normalmente la gente está acostumbrada”, dijo Bolaños.
La médica reiteró la importancia del autocuidado en esta nueva ola pandémica porque, entre más presión en servicios como el de emergencias, dijo, son menos las posibilidades de dar atención oportuna a otras patologías no covid.
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Eddy Salas, director del Área de Salud de Tibás, administrada por Coopesaín, dijo que ahí atienden entre 70 y 100 personas al día en la consulta de sintomáticos respiratorios, a quienes se les hace prueba PCR. En diciembre, consultaban entre 20 y 30 pacientes por día.
Esta situación obligó a Laura Castro Niño, directora del Área de Salud de Pavas, administrada por Coopesalud, a llamar a la población a no bajar la guardia con las medidas básicas de prevención de la covid-19. En esa comunidad los casos se han incrementado un ciento por ciento, incluidos varios en los cuales se ha aislado la variante ómicron.
Esta área de salud solicita a sus asegurados acudir al puesto de IRAG (infecciones respiratorias agudas graves), que queda en el toldo de la clínica de Pavas, si presentan síntomas como fiebre leve, diarrea, malestar general, dolor de garganta y tos.
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Ricardo González, del México, confirmó que solo este 10 de enero, acudieron a Emergencias 89 personas, que fueron vistas en el área destinada a casos respiratorios. Hasta ahora, el lunes ha sido el día que más casos han consultado por esa causa.
En el México, el sistema de clasificación de pacientes en Emergencias cataloga estas consultas con el color verde o blanco, porque son pacientes que pueden esperar un poco más de tiempo. En promedio, media hora, aseguró el jefe del servicio.
En ese hospital, que cubre la red de servicios más grande del país, no han dejado de internar enfermos por esta causa. Según González, son pacientes en condición más estable, diferente a los casos severos que vieron durante la ola pandémica, entre mayo y octubre.
El médico lo atribuye a la vacunación, pues algunos de los ingresados tienen las dos dosis, pero manifiestan síntomas menos graves.
Colaboraron los periodistas Michelle Campos, Ronald Matute, Aarón Sequeira e Irene Rodríguez.