Menos niños mueren por cáncer en Costa Rica. La principal causa de fallecimientos por esa causa sigue siendo la leucemia linfoide, informó el Registro Nacional de Tumores, del Ministerio de Salud.
El dato más reciente revela que en el 2020 hubo 44 muertes por cáncer en menores entre 0 y 14 años. Un año antes, murieron 55 niños y adolescentes. La disminución entre un año y otro es de un 20%. Un 59% de los decesos se producen en varones.
Aunque las muertes por leucemia linfoide siguen en el primer puesto, registraron una disminución del 27%, entre 2019 y 2020, pues se pasó de 18 a 13 fallecimientos.
Este tipo de cáncer ocasiona que la médula ósea produzca muchos linfocitos (tipo de glóbulos blancos), lo cual produce infecciones, sangrados e inflamación de los ganglios linfáticos.
La segunda causa de muerte es el cáncer de encéfalo (en el cerebro), que registró diez muertes en el 2019 y siete en el 2020.
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“El Ministerio de Salud hace un llamado a los padres de familia a estar atentos a cualquier anomalía que se presente en los menores y acudir al médico para una revisión anual”, dijo Adriana Torres, funcionaria del área de Vigilancia de la Salud.
Cada año, se detectan alrededor de 120 casos nuevos de cáncer en población menor de edad.
La Asociación Americana contra el cáncer recomienda a los padres estar atentos a algunos síntomas y signos sugestivos que ameritan consulta médica. Un diagnóstico temprano puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Estos son algunos de esos signos y síntomas para el caso de la leucemia, el tipo más frecuente de cáncer infantil, según esa Asociación médica:
- Dolor de huesos o de articulaciones.
- Hinchazón del abdomen que podría notarse como llenura o hinchazón.
- Pérdida de apetito y de peso.
- Ganglios linfáticos hinchados. Se pueden observar o sentir como masas debajo de la piel a los lados del cuello, en las áreas de las axilas sobre la clavícula o en la ingle.
- Tos o dificultad para respirar. El agrandamiento del timo o de los ganglios linfáticos en el pecho puede presionar la tráquea, causando tos o dificultad para respirar.
- Hinchazón en la cara y los brazos debido a un timo agrandado que puede presionar la vena cava superior (SVC). Esto puede hacer que la sangre “retroceda” en las venas. Ocasiona el síndrome de la SVC y puede causar hinchazón en el rostro, cuello, brazos y la parte superior del tórax.
- Dolores de cabeza, convulsiones y vómito.
- Erupciones en la piel o problemas en las encías.