A partir de este sábado 20 de junio, las misas y cultos religiosos se reanudarán sin cánticos, con una cantidad máxima de 75 personas por celebración y con absoluto apego a los protocolos sanitarios para evitar la transmisión del nuevo coronavirus entre los fieles que asistan a cada servicio.
El anuncio hecho este jueves por el ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, y adelantado en la conferencia de prensa por el presidente de la República, Carlos Alvarado, fue tomado con satisfacción y cautela por la Conferencia Episcopal y la Federación Alianza Evangélica.
El sacerdote Mauricio Granados, vocero del órgano que reúne a los obispos del país, informó de que solo en las comunidades en alerta naranja se mantendrá la suspensión de las misas.
Además, recordó que las personas adultas mayores o con algún factor de riesgo que las hace más susceptibles a sufrir complicaciones por covid-19, están dispensadas de ir a la iglesia. Ellas pueden ver la misa por televisión o redes sociales, o escucharla por radio.
La Conferencia Episcopal anunció el 18 de marzo el cierre de sus iglesias y la suspensión de misas y otras ceremonias, como funerales, en concordancia con las medidas de mitigación establecidas por el Ministerio de Salud.
“Abriremos las puertas a un máximo de 75 personas por celebración eucarística guardando todos los protocolos de lavado de manos, y aplicación de alcohol en gel, entre otros.
“Se pedirá a los fieles no participar del canto. Solo un ministro cantará en la celebración. La comunión no se va a dar en una fila, sino que el sacerdote se acercará a las bancas donde las personas recibirán la comunión en la mano”, aclaró el sacerdote.
La Iglesia católica pide a los fieles acudir a la celebración con tapabocas o mascarillas, aunque no es obligatorio.
“Esperamos con gozo recibirlos en nuestras iglesias para seguir compartiendo en la alegría de la fe”, dijo el vocero de la Conferencia.
Por su parte, Rigoberto Vega, presidente de la Federación Alianza Evangélica Costarricense, hizo un llamado a los pastores a regresar a los templos cumpliendo con responsabilidad todos los protocolos de Salud.
“Es una extraordinaria posibilidad de regresar a nuestros templos y desarrollar la tarea ministerial”, dijo en alusión a esta tercera fase de apertura de actividades.
“Nadie nos puede privar del derecho de regresar a nuestros templos. Respetamos a aquellos pastores, que en todo su derecho están de tomar o no esta oportunidad, pero tenemos la obligación, como ministros o pastores, de velar por la salud espiritual de nuestras iglesias”, aseveró.
Vega espera recuperar la normalidad de las celebraciones como parte del proceso de apertura paulatina.
“Confiando en Dios y poniendo lo mejor de nosotros como pastores y líderes espirituales y acatando todas las medidas sanitarias que el protocolo indica, iniciaremos nuestra labor pastoral y la atención espiritual no solo de nuestros miembros sino también de nuestra nación.
“Vamos a respetar las directrices del gobierno y del Ministerio de Salud. Seguiremos orando por ellos”, agregó en un comunicado.
El ministro Salas advirtió que, además de que solo pueden participar 75 personas, deben respetar la separación física entre personas o burbujas sociales de 1,8 metros. Los sitios de los cultos, además, deben ser ventilados.
Las ceremonias religiosas, informó el ministro, se podrán realizar de lunes a domingo. Según se anunció desde mayo, si se cumplen todas las medidas es probable que se incremente la capacidad de los aforos paulatinamente.
Debido a la pandemia, no se realizaron las actividades propias de la Semana Santa. Tampoco está previsto que se realicen otras actividades masivas de carácter religioso, como la romería a la basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, en agosto.
Las medidas anunciadas para esta tercera fase de apertura se prolongarán durante tres semanas, tiempo durante el cual se evaluará su impacto.
Forman parte de un plan de reapertura, anunciando inicialmente para ejecutarse en cuatro fases, las cuales arrancaron el 15 de mayo y finalizarían el 1.° de agosto.
Según el reporte dado este jueves por el Ministerio de Salud, Costa Rica acumula 1.939 casos confirmados de covid-19, y 12 fallecidos por esta causa.