El Instituto Clodomiro Picado salió a recordar a la población que el único tratamiento científicamente validado para tratar el envenenamiento por mordeduras de serpiente es el suero antiofídico. Ninguna de las llamadas “terapias alternativas” tiene la evidencia ni los estudios científicos para demostrar su idoneidad ante estas emergencias, que ponen entre la vida y la muerte a decenas de costarricenses todos los años.
Estas falsas informaciones han circulado por redes sociales. No son nuevas, explicó la microbióloga, investigadora y docente del Clodomiro Picado Alexandra Rucavado Romero. Sin embargo, los nuevos medios las han difundido con mucha rapidez.
“La población debe entender que el suero antiofídico es un tratamiento validado científicamente. Esto significa que se han llevado estudios a nivel clínico con pacientes, en hospitales, en donde les aplican el suero antiofídico. Los resultados se comparan con grupos que reciben placebo o un antisuero distinto. Estos son estudios que toman años.
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“Las terapias alternativas no tiene estos estudios que demuestren científicamente que sirven. Lo que pasa es que en esto de las terapias alternativas existe todo un mercado de productos que pretenden vender basándose en la ignorancia”, advirtió Rucavado.
En su cuenta oficial en Facebook, el Clodomiro Picado recordó que cualquier persona que sufra una mordedura de serpiente debe acudir cuanto antes a un centro de salud para ser diagnosticada y recibir el suero antiofídico.
Según el Clodomiro Picado, los antivenenos son tratamientos que solo pueden dar profesionales de la salud. La eficacia y seguridad de estos productos ha sido ampliamente comprobada a nivel internacional.
En Costa Rica, los centros de salud pertenecientes a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) cuentan con los sueros antiofídicos polivalente y anticoral.
El Clodomiro Picado explicó que hay grupos de investigación en el mundo que exploran otras opciones terapéuticas para tratar estos envenenamientos. Estos estudios se encuentran todavía en una fase preliminar.
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“Hasta el momento, no existe ninguna terapia alternativa diferente a los sueros antiofídicos que haya sido autorizada por los organismos de salud para ser empleada en el tratamiento de estos envenenamientos”, reiteró el Clodomiro.
Disponibilidad de antivenenos
Rucavado confirmó que, hasta ahora, no han detectado casos de personas mordidas por serpientes que hayan expuesto su vida al utilizar terapias alternativas, como la homeopatía, en lugar de suero antiofídico.
Sin embargo, dijo que hace unos años apareció un grupo de médicos que se autodenominan homeópatas y que ha estado promoviendo terapias alternativas.
“En redes aparecen personas que hablan de la sangre del escorpión azul de Cuba, de la planta tal y cual... Todo esto cabe dentro del término de medicina alternativa pero ninguno de esos componentes tiene estudios clínicos con bases científicas”, reiteró la microbióloga.
En las charlas que el Instituto Clodomiro Picado brinda a las comunidades, dijo Rucavado, han podido encontrar que las personas en Costa Rica tienen mucha educación en salud.
“Como tenemos un sistema de salud tan fuerte, la gente está muy acostumbrada a ir al hospital cuando pasa algo malo. En otros países de Latinoamérica no sucede lo mismo.Los sistemas sanitarios son más débiles y la gente acude mucho a estas terapias alternativas”, explicó la investigadora.
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Según registros estadísticos de la CCSS, durante el 2020 se reportaron 1.853 casos de mordeduras de serpientes. En el 2021, el dato bajó a 1.759 y hasta el 25 de mayo de este 2022, el acumulado era de 628 personas. Todos estos casos requirieron atención médica en hospitales públicos.
En cuanto a hospitalizaciones del bienio 2020-2021, los centros hospitalarios con las cifras más altas son el Tony Facio, en Limón, donde se atendieron 59 víctimas; el Manuel Mora, en Golfito, con 46 casos; el Tomás Casas, en el cantón de Osa, Puntarenas, con 46 pacientes, y 42 afectados en el Fernando Escalante Pradilla, en Pérez Zeledón.