Inventar una enfermedad para que lo incapaciten y sentarse a ver el Mundial Qatar 2022, que se inicia este 20 de noviembre, lo pone en riesgo de quedar desempleado. Esa es una de varias sanciones a las que se expone, pues también podría tener que devolverle el subsidio a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y hasta enfrentar un proceso penal.
Ana Lorena Mora Carrión, de la Comisión Central Evaluadora de Licencias e Incapacidades de la CCSS, fue enfática en que la incapacidad es una orden de reposo para que la persona cumpla con las indicaciones médicas y recupere su salud. “Es como una receta, y conlleva un compromiso por parte del usuario de que la usará de manera estricta para lo que fue conferida”, afirmó.
Por esa razón, quien recibe la incapacidad debe saber que si hace un uso indebido o la obtiene por medios inadecuados, puede ser sancionado, pues lleva implícita responsabilidades con el patrono y ante la justicia.
“Si se recibe una denuncia por un uso inapropiado o por un otorgamiento en contra de la norma, la persona va a ser objeto de estudio y la incapacidad puede anularse con todo lo que conlleva: no solo la recuperación de los montos sino también una denuncia laboral por el patrono”, advirtió la funcionaria.
La médica se refiere a la posibilidad del patrón de despedir sin responsabilidad a un empleado a quien la CCSS anule la incapacidad si determina que la obtuvo de manera indebida.
Mora Carrión aseguró que la CCSS mantendrá la vigilancia usual sobre el otorgamiento de estos beneficios de cara al Mundial Qatar 2022, que se extiende al 18 de diciembre. Tampoco está proyectado un incremento inusual en la solicitud de incapacidades, dijo.
La funcionaria explicó que no habrá ninguna medida especial porque ya las acciones para revisar cómo se dan estos beneficios se reforzaron luego de que se descubrieran abusos en el Mundial Sudáfrica 2010.
Una investigación realizada por La Nación en 2011 detectó que, en un solo día del Mundial 2010, los médicos emitieron 1.021 incapacidades a empleados de la Caja, más del doble del promedio diario registrado en ese año. Esas revelaciones obligaron a la entidad a reformar el Reglamento para el Otorgamiento de Incapacidades, el cual se aprobó para el Mundial Brasil 2014.
“Desde la Comisión Central no consideramos que el tema del Mundial tenga que conllevar puntualmente un aviso a los asegurados de que no se incapaciten a menos de ser necesario. Es un tema que trabajamos de manera continua y recurrente. Situaciones de abuso eventualmente se pueden presentar”, declaró Mora.
Registros de otras gestas
En los últimos cuatro años, la CCSS ha trabajado en una estrategia para sensibilizar a la población sobre el uso de los recursos que da; por ejemplo, medicamentos, estudios de laboratorio e incapacidades.
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“Hemos solicitado a los compañeros de Comunicaciones hacer un recordatorio adicional. Personalmente, el Mundial no justifica una incapacidad o mucho menos. El mensaje estará orientado al uso adecuado de los servicios de salud. Esto se emitirá en los días previos y durante el Mundial, pero esto es algo que hacemos independientemente de las fechas”, insistió.
Mentir para obtener una incapacidad es un riesgo que se puede materializar, reconoció la funcionaria. “Posiblemente, sea mucho optimismo, pero yo esperaría que, trabajando dentro de la ética y la moral, los funcionarios de la institución no se presten a un otorgamiento complaciente”, afirmó.
En los últimos tres mundiales de fútbol, la CCSS registró una reducción de los beneficios. En el último, Rusia 2018, el comportamiento en el otorgamiento de incapacidades por enfermedad fue muy similar al de los otros meses de ese año, sin algún elemento que indujera a pensar que se había salido de la norma, informó Mora Carrión.
“No hemos visto nada excepcional ni mucho menos y esperaríamos que el comportamiento fuera similar al de los meses anteriores”, agregó.
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La reforma del 2014, agregó Mora, mejoró sustancialmente los controles sobre las incapacidades. Es lo que, a su criterio, hace innecesario recordatorios.
El reforzamiento del trabajo incluye, por ejemplo, el seguimiento de las incapacidades prolongadas para el cual es obligatorio el análisis de cada caso y la consulta con el patrono. También se verifica cada certificado con recomendación de incapacidad.
El Mundial Brasil 2014 se realizó entre el 12 de junio y el 13 de julio de ese año. Según datos de la subárea de Asesoría de Prestaciones en Dinero de la CCSS, durante ese mes se emitieron 39.669 boletas de incapacidad por enfermedad, para un total de 357.409 días de permiso y más de ¢4.476 millones generados en pagos de este subsidio a los trabajadores.
Por su parte, el Mundial Rusia 2018 fue entre el 14 de junio y el 15 de julio de ese año. De acuerdo con la misma fuente consultada por La Nación, durante esos días se generaron 44.921 boletas de incapacidad por enfermedad, que significaron 424.363 días de permiso y un costo en el pago de beneficios a los trabajadores que superó los ¢5.996 millones.
Abogados expertos en Derecho Laboral consultados por La Nación, recomiendan a los patronos negociar con sus trabajadores la posibilidad de que estos puedan ver, al menos, los partidos en los que jugará la Selección Nacional.
Esos permisos deben ser razonables, racionales y proporcionales con la jornada de trabajo, aconseja Erick Briones, doctor en derecho laboral. El especialista también pone en el escenario otra opción: dar un permiso con goce salarial por las dos horas de partido, o aplicar el permiso sin goce salarial, asuetos, o tomar algunos días de vacaciones.
La abogada laboralista María Marta Salazar Muñoz, de la firma Punto Medio Abogadas, recomienda a los trabajadores no arriesgarse a pedir una incapacidad que no necesitan pues, afirma, no vale la pena jugársela y perder el trabajo por un partido de fútbol.