Especialistas de los hospitales de Niños y Nacional Psiquiátrico se esfuerzan todos los días por ayudar a los menores que, cada vez con más frecuencia, ingresan a sus servicios de Emergencias sin motivación para vivir.
La desesperanza es el principal riesgo que los acecha y los hace desarrollar comportamientos suicidas, que incluyen desde la idea o el pensamiento de querer morir, hasta los gestos e intentos de acabar con su vida.
La mayoría de estos niños, niñas y adolescentes son referidos por sus centros educativos a los servicios de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), informó Max Figueroa Malavassi, jefe de clínica en el servicio de Psiquiatría del hospital pediátrico.
En el primer semestre de este año, el Hospital Nacional Psiquiátrico atendió a 161 menores de edad con diagnóstico de intento suicida en el servicio de Urgencias. De ellos, 125 son mujeres y 36 hombres.
Entre ellos, hubo un menor de diez años y otro de 11. La cantidad de afectados sube a partir de los 12 años, con diez pacientes atendidos por esa causa, alcanzando los 37 casos entre quienes tienen 16 años.
La mayoría de esos pacientes viven en San José (91); le siguen los vecinos de Alajuela (30 casos), Heredia (24) y muy por debajo, los cartagineses (7).
En la consulta externa de ese mismo hospital donde se da atención con el médico especialista, se recibieron 27 menores por la misma causa en el primer semestre de este año. De ellos, 24 son mujeres. Diez de los muchachos tenían 14 años.
En el Hospital Nacional de Niños confirman el aumento en el número de consultas de niños con ideas dentro del espectro de la ideación suicida. Según Figueroa, esta se está convirtiendo en una de las causas más frecuentes de consulta.
Sin embargo, el psiquiatra prefirió no dar una cifra sin contar antes con un estudio estadístico que corrobore la percepción que tienen en la atención diaria.
Figueroa sí confirmó que este tipo de pensamientos afecta, principalmente, a quienes tienen entre 10 y 12 años.
"En las conductas suicidas tenemos desde el pensamiento de muerte (qué va a pasar si me muero, irán a mi entierro, me extrañarán) hasta la comisión del suicidio.
"En ese espectro, existe la ideación que es cuando un niño piensa en quitarse la vida. Y eso puede ir desde pensar 'quisiera no haber nacido' hasta configurar un plan con una serie de pasos", explicó el médico.
Cualquier persona con ese tipo de pensamientos debe ser considerada una emergencia, advirtió Figueroa.
En el Hospital de Niños, la mayoría de estos pacientes no requiere quedar internado, pero sí necesita seguimiento para reducir su nivel de riesgo. Ese seguimiento, sin embargo, queda bajo la responsabilidad de otros niveles de salud, con la posibilidad de que el rastro de ese paciente se pierda.
Figueroa cuenta que, al conversar con estos menores, lo que muchos de estos le dicen es que se sienten solos y han perdido la esperanza, uno de los principales factores de riesgo para este tipo de conductas.
"Es muy duro. A los papás en la carrera de estar trabajando se les olvida dar atención a los niños, y muchas veces es un grito súper claro: 'por favor, ayúdenme'. Eso es lo que me dicen: 'Me siento solo, no me dan atención, están muy ocupados trabajando, no me hablan'", comentó el especialista.
Mayor demanda de servicios
El Hospital de Niños y el Nacional Psiquiátrico son dos de los tres hospitales nacionales que atienden los casos más complejos de menores con comportamientos suicidas. El otro es el Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia.
Gloria Chacón Gordon, del servicio de atención a niños y adolescentes del Nacional Psiquiátrico, confirmó un aumento en la atención de pacientes con esas características y una mayor demanda de servicios de personas que consultan por conducta suicida; especialmente, menores de edad.
"En los últimos tres años, han superado la capacidad instalada del hospital para su atención. En ciertas épocas del año, la presencia de menores de edad colapsa el servicio de observación", reconoció Chacón.
Quienes más consultan por esa razón en el Psiquiátrico son mujeres a partir de los 13 años.
"Los espacios y el recurso humano disponible para la atención en salud mental de niños, niñas y adolescentes no da abasto para atender las situaciones de crisis que se presentan y asegurar el seguimiento que estas personas requieren.
"En el Hospital Nacional Psiquiátrico estos casos representan un 10% de la población que se atiende en el servicio de Urgencias, pero requieren una inversión mayor de tiempo y recursos que otros grupos. Se ha generado un fenómeno recurrente de ocupación de camas por personas menores de edad en el servicio de Urgencias, que en buena parte consultan por ideación suicida", agregó la especialista.
La causa más frecuente de internamiento en el hospital de Pavas, son los trastornos depresivos asociados con la presencia de ideación suicida.
"Algunos ingresan por intentos suicidas y otros no, pero presentan la ideación suicida. En su mayoría (son pacientes) con exposición a trauma como abuso físico, sexual o psicológico, han sido testigos y víctimas de violencia intrafamiliar o víctimas de acoso escolar", explicó Chacón.
De acuerdo con datos de la Secretaría Técnica de Salud Mental, en el Ministerio de Salud, las cifras de personas con comportamiento suicida en el país fluctúan de un año a otro.
El concepto de comportamiento suicida incluye desde la ideación hasta los gestos y los intentos de suicidio, aclaró Francisco Gólcher Valverde, jefe de esa Secretaría.
Según la información aportada por Gólcher, el año que ocupa el primer lugar en número de casos en los menores entre los 5 y 9 años, es el 2017, con 13 casos.
En ese mismo rango de edad, el segundo lugar lo ocupa el 2014, con ocho casos reportados, y el tercer lugar el 2016, con cuatro.
"Conforme aumenta la edad, hay más número de personas con comportamiento suicida. Estos son los datos que recogemos con la boleta de notificación obligatoria, que ya han pasado por un proceso de depuración", aclaró Gólcher.
Los datos del Ministerio de Salud revelan que el comportamiento suicida se incrementa en quienes tienen entre 10 y 14 años. En ese grupo de edad, el primer lugar en número de casos lo tiene el 2015, con 149 personas.
En el grupo de 15 a 19 años, también el primer lugar lo ostenta el 2015, cuando se registraron 302 personas.
La tasa de intentos de suicidio por provincia, por cada 100.000 personas para el 2017, se comportó de la siguiente manera:
- Puntarenas registró 38,9 intentos de suicidio por cada 100.000 habitantes.
- Le sigue Limón, con una tasa de 31,5.
- La tercera provncia es San José con una tasa de 31 intentos de suicidio por cada 100.000 personas.
- Cartago registró una tasa de25,3.
- Alajuela tiene 17,2 por cada 100.000.
- Heredia 16 intentos por cada 100.000.
- Finalmente, Guanacaste es la provincia con la menor tasa: 12,2.
Refuerzos a la red de salud
Desde la Secretaria de Salud Mental, en el Ministerio de Salud, se están realizando acciones para reforzar la atención de estos casos en todo el país.
Francisco Gólcher destacó la Estrategia Nacional para el Abordaje Integral del Comportamiento Suicida, de la cual saldrá pronto un decreto ejecutivo; y la existencia de un decreto para la Norma Nacional para la Articulación Interinstitucional para el Abordaje del Comportamiento Suicida.
A la Caja se les pidió elaborar un protocolo para la atención de estos casos en todos sus servicios de Emergencias, y también a instituciones como el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam) y el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).
"La situación lo amerita. La actual sociedad, altamente competitiva, agresiva y terriblemente machista y homofóbica, agrede a los chicos que son diferentes. Hay desintegración familiar, alcohol, drogas y violencia", dijo Gólcher.
"Para nosotros, este tema es de una alta prioridad. Estamos trabajando para que haya un abordaje integral desde las diferentes instituciones, fortaleciendo la parte de prevención y promoción.
"Estas son las herramientas para fortalecer a estos muchachos y a estos niños que entran en una situación de desesperanza ante las situaciones que están viviendo", agregó el especialista.
Gloria Chacón Gordon advierte: "Una persona en crisis y su familia pueden ser abordadas en el área de internamiento, estabilizándose, pero al egreso la respuesta en la red no es uniforme, hay una limitación de acceso a los servicios de salud en diferentes zonas del país por carencia de recurso humano especializado en atención de salud mental".
Jorge Robles Murillo, vicepresidente del Colegio de Orientadores de Costa Rica, corrobora que desde los centros educativos también se ha percibido un aumento de estas ideas entre los jóvenes.
Robles, quien participó en la elaboración del protocolo del Ministerio de Educación Pública (MEP) en este tema, considera "fundamental hablar sobre este asunto".
"El suicidio es un mito, todos procuran no mencionarlo pero hay que hablar y hacer prevención", aseguró Robles.
Para él, dos cosas son fundamentales:
- La escucha. "Estamos en una época en la que escuchamos poco. Es importante los espacios de escucha, dedicar tiempo para conversar en familia.
- Ser vigilantes. Los adultos deben estar pendientes sobre lo que ven los menores en redes sociales.
El pediatra Alberto Morales Bejarano le ha venido dando seguimiento a este y otros temas vinculados con la salud de los menores de edad desde hace más de dos décadas.
Para Morales, hay varios factores de riesgo sobre los cuales se tiene que actuar.
Uno de los principales son las relaciones familiares deterioradas. "Es el primer sistema de contención natural y afectivo para que el niño y el adolescente tengan esa sensación de bienestar y de que son protegidos. Al debiltarse este sistema familiar, evidentemente la persona está más expuesta.
"A esto sumamos las debilidades en el sistema escolar, que ya no existe como una red de protección y contención extendida. También las familias hoy cargan con demandas modernas que las sobrepasan. Todo esto, genera ambientes o entornos de mucha ansiedad, de violencia, donde el bullying se ha vuelto más visible".
"Evidentemente, están todas las propuestas de consumo a las que están expuestos los menores. En esta gesta de la competencia de ser el mejor y ser exitoso con un concepto de tener cosas, con propuestas de consumo inalcanzables para grandes sectores de la población que generan mucha frustración y desesperanza", comentó el médico.
Andrea Álvarez Marín, especialista en Salud Pública e investigadora de estos temas, advierte que las causas son múltiples y complejas: "Es importante que la gente sepa que cualquier persona puede ser vulnerable independientemente de la edad o de la clase social, el género o de donde viva.
"Como es un tema tan estigmatizado un mecanismo de defensa es que la gente niega que esto le pueda pasar… la gente no tiene percepción real del riesgo. También es básico conocer que si se busca ayuda esta es una situación que se puede superar para siempre".
Entrevista con Max Figueroa, psiquiatra del Hospital de Niños: 'Los niños me dicen “me siento solo, no me dan atención, están muy ocupados trabajando”.
Para Max Figueroa, jefe de Clínica en el servicio de Psiquiatría, en el Hospital Nacional de Niños, el acceso casi ilimitado de los menores a aparatos electrónicos aumenta su vulnerabilidad.
Entre los factores de riesgo más importantes está la desesperanza: cuando pierden motivación y propósito para vivir. Las causas, sin embargo, son múltiples y muy complejas.
El siguiente, es un resumen de la conversación con Figueroa.
- ¿Han aumentado las atenciones por ideas suicidas en niños?
- Sí, vemos un aumento en la cantidad de chicos con ideaciones y es bastante frecuente. Es variable, pero es frecuente. Llegan por referencia a emergencias. Muy frecuentemente son las escuelas las que refieren a los servicios. En nuestra población es un aumento significativo. Los intentos de suicidio mantienen su frecuencia de uno o dos por mes.
- ¿Cuáles son los rangos de edad?
- De diez para arriba. En general, mientras más pequeño vemos menos esto. Hay un fenómeno de edad: entre más pequeño el niño, el riesgo es menor. Esto es un fenómeno mundial.
- ¿Cuáles son los factores de riesgo?
- Antecedente de depresión. Un adolescente por su edad o un adulto tiene más riesgo si ya tiene antecedente de depresión. También quienes han realizado intentos previos. El consumo de sustancias es otro factor porque aumenta la deshinibición. Esto es más frecuente de la adolescencia para arriba. Y el factor clave es la desesperanza.
"La mayoría de las veces, la ideación significa "estoy buscando ayuda, quiero hablar con alguien, escúchenme; les estoy diciendo algo". Esta ideación puede hablar: "me están haciendo bullying, deténganlo. Mis papás se están separando, resuélvanlo". "Pónganme atención". Es muy duro, que los papás en la carrera de estar trabajando se les olvida dar atención a los niños, y muchas veces es un grito superclaro: "por favor, ayúdenme. Si yo sigo en esta casa, prefiero estar muerto que seguir en esa casa". Y ese seguir en esa casa es solo, porque están pero no están conmigo. Eso es lo que me dicen: "Me siento solo, no me dan atención, están muy ocupados trabajando, no me hablan".
- ¿Cuál es el protocolo de abordaje?
- A la gran mayoría que manifiesta la ideación no hay que hospitalizarlos. Son causas de consulta externa. Se interviene, determinan los factores de riesgo, se hace una historia clínica con formulación diagnóstica y un plan de tratamiento.
- ¿Por qué está pasando esto?
- La entrada a la adolescencia se está volviendo más compleja, y se convierte en un desafío más grande para los chicos. La dependencia a los aparatos electrónicos... hay chicos que entran en crisis si se los limitan.
- ¿Cómo está respondiendo el sistema?
- Cuando un niño llega aquí ya es tarde porque una serie de situaciones ocurrieron e hicieron que el niño pensara en hacerlo, o que se autoagrediera, tuviera una crisis y entrara en depresión. Aquí estamos en la parte curativa. Aquí ya pasó. Lo realmente importante es lo que viene del otro lado: cómo prevenimos que esto ocurra.
- ¿Cuáles son esos factores de protección?
- Hay un par fundamentales. Uno, las relaciones y la comunicación intrafamiliar. Si hay una buena comunicación y relación intrafamiliar, esto se aborta. Y familia no es necesariamente la biológica. Número dos, la religiosidad. La presencia de valores espirituales genera esperanza. El tema es la desesperanza es clave: si vivo sin esperanza, ¿para qué hago lo que hago? Sí se ha visto que ese es un factor protector.
"Podríamos darles a los muchachos razones de ser. Oportunidades deportivas, de desarrollo musical. Hay que darles más, pero lo que le están dando es acceso a lo electrónico. Si tengo un chico practicando deporte o es un músico, las posibilidades de que sean víctimas son menores. Tengo que darles una alternativa para ayudarlos a crecer y construir. Si les quito, los voy a tirar al vacío".
- El hecho de que les llegue más casos es porque los sistemas de contención no están funcionando.
- Es un tema social. Es un tema país: mamás jefas de hogar, familias en pobreza, el crecimiento de las áreas urbano marginales… La respuesta a esto se está tratando en muchos niveles. Se está trabajando mucho en el tema de prevención temprana, pero falta mucho. Nosotros somos los que estamos recibiendo lo que ya pasó. En las áreas de salud hay programas para detectar chiquitos con trastornos de conducta.
- ¿Ustedes dan seguimiento a cada caso que llega? ¿Se sabe qué pasa con cada uno?
- No, realmente no. Los pacientes que recibimos, muchos no los continuamos viendo. Nosotros no tenemos capacidad para verlos a todos.