“La crisis ya la pasamos”, le dijo María Eugenia Villalta Bonilla, gerenta médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), al presidente del Colegio de Médicos, Andrés Castillo Saborío, cuando se reunieron en diciembre.
La jerarca hacía referencia al faltante de médicos especialistas que estuvo a punto de paralizar servicios en el 2016, sobre todo en los centros médicos más alejados de la capital, donde el déficit de estos profesionales se agudiza.
De acuerdo con Villalta, a la fecha se han completado las necesidades críticas que tenía la institución.
Ciertamente aquella crisis fue superada y en este momento hay estabilidad, pero, como señala Castillo, el fantasma de otra con características similares, incluso peores, seguirá merodeando por los hospitales mientras la institución no tome medidas sostenibles en el tiempo.
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¿A qué se refiere con medidas sostenibles? Castillo considera que se debe partir de un diagnóstico actualizado que identifique el déficit de estos profesionales para los próximos años.
Este diagnóstico, según el presidente de los médicos, no existe. Hay informes muy desfasados, alegó.
El último dato que trascendió fue en el 2016, cuando se proyectaba para ese año un faltante superior a 800 médicos. Ese mismo año, el Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud y Seguridad Social (Cendeisss) estimó que el déficit rondará los 650 en el 2020.
Actualizar las cifras permitiría conocer cuántos médicos están por pensionarse, cuántos podrían morir en un determinado periodo de tiempo,hacer un cálculo tomando en cuenta imprevistos como incapacidades olicencias, e incluir todo lo relacionado al equipamiento einfraestructura hospitalaria, básicos para el ejercicio de lascompetencias de cualquier especialista.
También se requiere revisar con detalle casi milimétrico la capacidad instalada para la enseñanza en los hospitales de la Caja para conocer, por ejemplo, la disponibilidad de tutores para la formación.
Esa información facilitaría la planificación del relevo de ese personal a lo largo de los próximos años, y se convertiría en una medicina preventiva para eventuales crisis.
De acuerdo con el director del Cendeisss, Rigoberto Monestel Umaña, esta institución está programando un nuevo diagnóstico de necesidades que permita identificar y llenar las brechas de aquí al 2030.
"El último (diagnóstico) que se hizo en la institución es del 2012-2103, para establecer qué era lo que había con una proyección al 2016. Es un estudio que se debe hacer por lo menos cada dos años. Por ejemplo, este de brechas es del 2016, que para mí ya es viejo", sostuvo Monestel.
Las repercusiones de las medidas que se han tomado las podrán percibir los asegurados entre 2020 y 2025, cuando empiecen a egresar los primeros graduados de especialidades.
“En lo inmediato, si yo tengo un problema cardiológico y voy a un hospital, no solo va a estar el especialista sino más médicos, algunos en formación. Posiblemente, será más ágil que me hagan el ultrasonido de corazón porque no solo estará el asistente en Cardiología sino varios residentes, y esto agilizará el manejo de listas de espera.
“Pero que esos médicos sean especialistas y los podamos enviar a Guanacaste para que la gente no tenga que venir hasta el hospital México, eso va a ser de aquí a que nosotros podamos ubicarlos en esos otros hospitales”, reconoció Monestel.
En este momento,se está formando un total de 874 médicos residentes, quienes cursan estudios en alguna de las 57 especialidades que brinda la CCSS junto a la Universidad de Costa Rica (UCR).
Medidas paliativas
Las estimaciones dadas a conocer en 2016 se utilizaron para justificar la solicitud ante el Ministerio de Salud de declarar inopia de especialistas, con la cual se flexibilizarían reglas o abrirían otras opciones para solventar el problema, sobre todo en zonas rurales.
Aunque no se otorgó la inopia, sí se declaró escasez en siete especialidades: Anestesiología, Radiología, Ginecoobstetricia, Ortopedia, Cirugía General, Medicina Interna y Pediatría.
Cuando trascendió esa información, la Junta Directiva de la CCSS tomó varios acuerdos. Entre ellos, alcanzar la máxima capacidad formativa institucional; crear 40 plazas adicionales para la formación de especialistas durante el 2017; y fortalecer la formación de esos profesionales en el exterior.
No obstante, se carecía de números confiables para planificar los siguientes pasos.
Con ese fin, se integró una comisión con representantes del Colegio de Médicos, la CCSS, el Ministerio de Salud, la Unión Médica y el Sindicato de Profesionales en Ciencias Médicas.
La CCSS estableció un faltante de 47 profesionales en hospitales regionales periféricos. De la comisión salió un nuevo número, 80.
Al final, según comentó Andrés Castillo a La Nación, se autorizó un total de 117 médicos para apoyar a la CCSS mediante permisos, gestionados desde el Colegio:
- A 38 extranjeros se les dio permisos diferenciados para ejercer la especialidad en el país porque no estaban incorporados al Colegio pero tenían estudios afuera.
- A otros 60 médicos se les dio una autorización especial mientras completan los trámites para regularizar su situación como especialistas.
- Otros 19 entraron a apoyar tras graduarse como especialistas en alguna de las ocho áreas que la comisión declaró como deficitarias en enero de 2017.
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Este grupo de 117 médicos, sumado a los que están realizando el año de servicio social obligatorio para especialistas y a quienes inician el cumplimiento del contrato de retribución (tres años de trabajo en donde la Caja los necesite como parte del 'pago' por haber sido formados en la especialidad), completan un gran total que ronda los 340 profesionales, informó Castillo.
"La emergencia ya la solucionamos, por ahora. Entonces, vamos a 'cerrar el tubo' porque ahora le toca a la Caja dar el siguiente paso para que esto no se vuelva a repetir", advirtió Castillo en alusión a que ya no se darán más permisos especiales y que ahora le corresponde a la CCSS ejecutar las acciones para evitar una nueva crisis.
Además, está pendiente la resolución de la CCSS sobre un ofrecimiento adicional, planteado por ese Colegio a mediados del 2017: la posibilidad de que 220 médicos especialistas pensionados se incorporen a laborar a los hospitales.
Según Villalta, a la fecha no se ha encontrado una forma de contratación a nivel de otras instituciones ni del país para tener acceso a esos servicios sin que renuncien a la pensión. La gerenta dijo que solo han podido contratar a dos, pero tuvieron que renunciar a la pensión.
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Para el director del Cendeisss, lo sucedido en el 2016 fue una secuela de la crisis financiera que afectó a la CCSS entre 2012 y 2013.
"Puede ser que haya habido una mala planificación en su momento, pero también hay que tomar en cuenta que el 2016 arrastra cinco años de crisis económica. La crisis económica forzó a la institución a no abrir plazas. En ese momento, la cantidad de plazas quedó congelada.
La institución, además, logró distribuir en toda su red de hospitales un total de 165 médicos especialistas graduados, de los 171 que salieron en el 2017.