Mientras las necesidades de tratamiento aumentan, el nuevo Centro Conjunto de Radioterapia, de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), sigue sin recibir enfermos de cáncer a pesar de que el proyecto, de $16,8 millones, fue entregado desde el 9 de setiembre.
El edificio de 1.400 metros cuadrados y con dos aceleradores lineales está listo desde febrero, sin embargo, el hackeo ocurrido en la CCSS, el 30 de mayo, provocó retrasos en la entrada en funcionamiento, los cuales ya fueron superados, según el gerente de Infraestructura y Tecnología, Jorge Granados Soto. Este Centro Conjunto atenderá 1.200 pacientes oncológicos anuales referidos por los hospitales San Juan de Dios, Nacional de Niños y Nacional de Geriatría.
En entrevista con La Nación, este 4 de octubre, Granados alegó desconocer si el centro ya opera o no. Para saber por qué no funciona aún se trató de conversar con algún vocero del Hospital San Juan de Dios, centro responsable de administrar el nuevo servicio, pero se informó de que el encargado está incapacitado y solo podría responder a su regreso, sin precisar cuándo.
Tras insistir con el hospital, José Pablo Villalobos Cascante, jefe del departamento de Hematooncología del San Juan, informó de que están en el proceso de habilitación y autorización, a cargo de la Unidad de Protección Radiológica del Ministerio de Salud. Según dijo, este es un requisito iniciar la prestación del servicio.
Entretanto, la directora del Hospital Nacional de Niños, Olga Arguedas Arguedas, dijo que todavía no están enviando pacientes porque no les han dado fecha para referir los primeros casos pediátricos, según lo comunicado por el médico jefe de Oncología de ese centro, Carlos Rodríguez.
Anualmente, el Hospital Nacional de Niños refiere entre 60 y 70 pacientes con cáncer a radioterapia del Hospital México, donde actualmente está concentrada esta atención.
Por su parte, Marco Williams, jefe de Hematooncología del Hospital México, confirmó que el Centro Conjunto de Radioterapia no ha iniciado su labor.
El México es el hospital que tiene la mayor presión para atender a los enfermos oncológicos de todo el país. Sus seis aceleradores lineales trabajan 24/6 en un intento por dar abasto con el crecimiento de la demanda, mientras dos aparatos totalmente nuevos y de última tecnología, permanecen sin estrenar.
Las autoridades médicas de este hospital reconocieron, en julio, que el nuevo Centro Conjunto aliviaría esa presión. Reduciría, por ejemplo, el pago de horas extra que implica el funcionamiento de sus seis aceleradores las 24 horas, seis días a la semana.
Equipos ociosos
Los dos nuevos aceleradores están en búnkeres subterráneos del nuevo edificio, el cual cuenta con un área de 1.400 metros cuadrados en el ala oeste del Hospital San Juan de Dios.
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Según informó la dirección médica, a finales de julio, este hospital aportará 25 profesionales, entre especialistas en radio-oncología, físico médicos, dosimetristas e imagenólogos.
Además, contará con tres médicos del Nacional de Niños. La CCSS se comprometió a dar otras 21 plazas en el segundo semestre del 2022.
“El Centro es un proyecto de ampliación de la capacidad institucional para ofrecer tratamientos de radioterapia en dos turnos de trabajo, cinco días por semana en dos equipos de acelerador lineal. Se iniciará con un turno de trabajo por equipo y se incrementará la capacidad de acuerdo con el fortalecimiento de componentes como la capacitación y formación del recurso humano”, dijo, hace dos meses, la Dirección Médica del San Juan.
Los servicios de radioterapia de la CCSS han vivido varias crisis. Una de las más dramáticas sucedió en 1996, con la tragedia de sobreirradiación con cobalto en el Hospital San Juan de Dios, en la que resultaron afectados 115 enfermos de cáncer. En la discusión en torno a este hecho, trascendieron problemas para el mantenimiento y la reposición de los equipos.
Este fue el germen del Centro Nacional de Radioterapia, que actualmente funciona en el Hospital México y se considera la transición entre la radioterapia con cobalto y los tratamientos con aceleradores lineales; estos últimos, más precisos y menos invasivos para los pacientes.
Según el Colegio de Médicos, la falta de planificación institucional para reemplazar los equipos y ampliar la capacidad instalada, desató en el 2018 una nueva crisis con equipos paralizados por exceso de trabajo, agobiados frente al desafío del crecimiento de la demanda de enfermos oncológicos.