Los casos de covid-19 en el país llegaron este martes 19 de mayo a 882, al reportarse 16 nuevos contagios.
Según detalló el ministro de Salud, Daniel Salas, se trata de 405 mujeres y 477 hombres. De estos, 735 son costarricenses y 147 extranjeros.
A la fecha, se contabilizan 18 personas en hospitales, de los cuales cinco están en cuidados intensivos.
Hay 577 personas recuperadas en 59 cantones. Diez personas han fallecido.
Este martes, el ministro de nuevo echó mano a gráficos para explicar " la relevancia sanitaria que tienen los controles que se han instruido para prevenir los contagios”.
Se refirió, por ejemplo, al caso de los transportistas, que han derivado en 38 casos positivos, en ese número algunos serán conductores que entraron y estaban enfermos y otros personas con las que tuvieron contacto y contagiaron. Solo uno de ellos contagió a 17 personas.
La situación, dijo, representa una amenaza a la estabilidad que se había conseguido.
Prueba de esa amenaza es que hay otros 50 conductores que fueron frenados en frontera porque al realizarles las pruebas dieron positivo con covid-19, según informó el lunes.
“Tuvimos una curva importante que se empezó a manifestar a mediados de marzo, un aumento importante; aplicamos las medidas y las personas empezaron a entender más el asunto del distanciamiento y logramos disminuir, pero vean lo que está pasando en las últimas semanas, llegamos a un punto muy bajo, pero la cantidad promedio de casos por semana está aumentando”, dijo.
“No es que vamos a mantener un valle como el que mantuvimos por ahí del 16 de abril, pero vean que va en incremento. Recordemos que si no aplicamos las medidas que tenemos que aplicar en el momento que lo amerite, y si la población no sigue apoyando el hecho de distanciamiento, las burbujas sociales, el hecho de no ir a lugares públicos y no lavarnos las manos antes de tocarnos la cara, personas enfermas que no se quedan en casa y piensan que con el cubrebocas es suficiente ... no se vale, eso nos puede aumentar la curva y nos puede hacer regresar y tener que volver a tomar medidas restrictivas, de cierre, que estoy seguro, todos deseamos tener más libertades”, explicó.
De acuerdo con el jerarca, de esos casos que van el aumento, ya se tiene un “aporte importante” de los transportistas, entre los que dieron positivo y sus nexos.
La idea, dijo, es que la curva se vaya hacia abajo, pero en este momento comienzan a haber más casos nuevos que recuperados. Por esta razón, agregó, no se puede dejar ningún flanco del país descubierto.
Para este martes, por ejemplo, solo hubo dos personas más recuperadas, mientras que los nuevos contagios fueron 16.
“La ruta que ha tomado Costa Rica es priorizar la salud, sabemos que el impacto económico tiene una repercusión, pero no queremos que se mueran cantidades de personas por días, porque no tienen acceso a las unidades de cuidados intensivos cuando se requieren”, reiteró.
Recordó que desde que ingresa el virus al organismo, pueden pasar de 2 a 14 días para que la persona salga positiva en una prueba, si pasan los 14 días ya sería difícil que dé positivo.
Por esa razón, explicó, no es que una persona que ingresa se le va a manifestar al día siguiente o uno después, sino que se verá en una semana o unos pocos días. Ahí es cuando se reflejará en el aumento de casos.
"Yo puedo agarrar tres personas y les tomo la muestra; al día 2 tengo un resultado positivo, pero no voy a estar muestreando los días 2, 3 y 4, porque ellos tienen un comportamiento y no podría ser sostenible.
“Puede ser que esa persona o las dos que salieron negativas les vuelvo a tomar la muestra y ya salió una más negativa, eso puede ser incluso con diferencia de horas, una persona que sale negativa no es sello de garantía de que no va a tener en los siguientes días una positividad, porque el periodo de incubación se puede extender hasta 14 días, el promedio es de 5 días”, agregó.
Por esa razón, dijo, se debe ser “muy agudos y muy estrictos y muy responsables” con las medidas.
De esta forma, también defendió las disposiciones aplicadas en fronteras, que actualmente causan preocupación a empresarios y gobiernos de la región.
Aseguró que ha dado indicaciones al personal que trabaja en los puestos fronterizos para instruir a los transportistas, a fin de que tomen las medidas para evitar contagios.
“Siempre habrá gente que no hace caso, se ha estado tratando de hacer la logística para evitar ese tipo de exposición, muchas personas ya vienen con el virus”, reconoció.
Sobre la posibilidad de instalar en estos sitios los equipos para pruebas rápidas que ya se comenzaron a distribuir en hospitales regionales, el ministro reconoció que son de difícil adquisición en el mercado, porque es muy alta la demanda.
Salas también fustigó este martes la realización de manifestaciones como la registrada frente al Congreso en horas de la mañana, con participación de alcaldes y miembros de sindicatos.
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De nuevo, como lo hizo el lunes con los ciclistas, advirtió de la facultad que la ley le da a Salud de imponer multas. En esta ocasión, sería a participaciones en estas actividades que no respeten la distancia de 1,8 metros, ni se utilicen dispositivos de protección.
Esas multas pueden ser de hasta un salario base, que es de ¢450.200.
Asimismo, recordó que no se puede alzar la voz porque eso hacer que sea mayor la expulsión de gotitas de saliva que pueden transmitir la covid-19, enfermedad que produce el nuevo coronavirus.
El llamado de atención ocurre en el segundo día de flexibilización de medidas que disminuyó la restricción vehicular y permite a más comercios permanecer abiertos.
Salas también llamó a la responsabilidad en las viviendas, pues al ser sitios privados, ahí las autoridades de salud no pueden ingresar o imponer multas.
El jerarca de Salud aseguró que se mantiene vigilancia de las comunidades de alta densidad poblacional como el caso de La Carpio, en La Uruca, donde este domingo se sacaron 20 enfermos para trasladarlos a un centro para que cumplan cuarentena en condiciones adecuadas.
La Carpio, donde viven unas 18.000 personas, es una de 33 comunidades en la mira de Salud, allí se han identificado dos conglomerados.
En esas comunidades se realizan, en cada una, al menos 30 muestras por semana para establecer si hay presencia o no del virus.
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Conflicto en fronteras
El ministro de Seguridad, Michael Soto, explicó que las fronteras con Nicaragua y Panamá permanecen abiertas por parte del Gobierno costarricense. Aclaró que son “circunstancias de países vecinos” las que impiden que fluya el tránsito.
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“Hemos preparado un trabajo muy extenso para tener estrategias, para garantizar la movilidad de esos productos”, dijo Soto.
Entre estas están los convoyes o grupos de tráileres que viajan juntos con materias primas o productos que ingresan por frontera norte y su destino final es pasar al sur, a Panamá.
Se trata de un viaje directo con paradas estratégicas con la intención de que se tomen todas las previsiones para evitar contagios. Ya se han realizado tres de estos viajes.
La otra estrategia es que se ingrese y se desengache la mercancía para que otro cabezal la traiga al país.
“Estamos dispuestos a hacer el esfuerzo para que esto funcione. Hay algún tipo de negociaciones para buscar alguna otra estrategia que nos garantice que el tema sanitario puede ser óptimamente protegido”, dijo.
En busca de esa solución, los ministros de Centroamérica se reunieron, lo mismo que autoridades de Salud, Migración, Aduanas, con la idea de que Costa Rica explique la situación sanitaria y las preocupaciones.
Así lo informó Dyalá Jiménez, ministra de Comercio Exterior.
“Explicamos que la orden nunca fue cerrar las fronteras, dispusimos de oportunidades o posibilidades para operativizar la entrada de cargas y no frenar el comercio. La región manifestó su rechazo a que esa medida fuese la mejor”, declaró.
En ese esfuerzo, añadió, se creó un grupo de trabajo para tratar de operativizar estas medidas. La idea es que se cree de aquí al lunes una especie de protocolo; el grupo responsable quedaría conformado este mismo martes.
El lunes por la tarde, informó, también se reunieron con funcionarios públicos para tratar el tema de los transportistas y mercaderías en la región, para escuchar a los empresarios del país.
“Ese grupo está trabajando en este momento, nosotros como autoridades de comercio con los países vecinos y de la región mantenemos un diálogo para encontrar maneras de destapar esta congestión que hay en las fronteras”, aseguró.
Jiménez reconoció que no se tienen cálculos de eventuales pérdidas, pero insistió en que se aplican medidas extraordinarias ante una situación inédita.
“Tenemos un diálogo abierto con los ministros de Nicaragua y de Panamá y en general con la región; lo que tenemos que hacer es encontrar puntos de interés de común, el interés común es que fluya el comercio”, concluyó.