A las 12: 40 p. m. de este lunes, autoridades de Gobierno firmaron el decreto que declara estado de emergencia nacional ante la presencia del nuevo coronavirus en el país, que produce el covid-19.
El documento fue firmado por el presidente de la República, Carlos Alvarado, el ministro de Salud, Daniel Salas y la ministra interina de la Presidencia, Silvia Lara.
"Queremos informar que se mantiene el estado de alerta amarilla. También el Gobierno de la República acaba de firmar el decreto de emergencia. Esto nos dará facultades para realizar acciones más ágiles y necesarias para proteger a nuestra población.
“Queremos decir que todo el esfuerzo que llevamosa adelante es para proteger a los costarricenses en su salud, en su familia y también para proteger los empleos, trabajos y la economía del país”, dijo.
Como parte de las medidas se suspenden las lecciones en centros educativos, públicos y privados hasta el 4 de abril, por lo cua el regreso será el lunes 13 de ese mes, debido a que del 5 al 12 se celebra la Semana Santa.
Durante ese tiempo de la suspensión, se mantendrán abiertos los centros de la Red de Cuido Infantil y los comedores escolares, por el apoyo que representan para muchos hogares.
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También mediante el decreto, se instruye para que desde este mieŕcoles 18 de marzo, a partir de la medianoche, solo podrán ingresar al país los costarricenses y las personas residentes en el país.
La medida se aplicará para los ingresos aéreos, marítimos y terrestres, excepto las tripulaciones, hasta la medianoche del 12 de abril.
Los costarricenses que ingresen tendrán que realizar aislamiento preventivo de 14 días instruidos por los oficiales de Migración de todo el país.
Esta declaratoria de estado de emergencia, se da en momentos en que se tienen confirmados 41 casos de covid-19, enfermedad que produce el nuevo coronavirus, tres de ellos están en cuidados intensivos.
Los casos se detectaron en 17 cantones, cinco provincias. Los enfermos son 32 adultos, 5 adultos mayores y 4 menores, detalló el ministro de Salud, Daniel Salas.
Además se han descartado 615 personas.
“Tenemos que ser más responsables, más solidarios. Va a haber muertes. No podemos ver esto como gente que solamente pasa y a mí no me va a tocar. La mayoría de la gente se va recuperar, pero pensemos en los que no lo van a hacer tan rápidamente o del todo no lo van a lograr”, sentenció el jerarca.
El rango de edades de los afectados se mantiene de 10 a 87 años. De ellos 20 son mujere sy 21 hombres.
Un porcentaje importante está vinculado a viajes al exterior, por esta razón, una vez más, el ministro solicitó a la población no salir del país en estas fechas.
“Ahora viene la Semana Santa. No salga, sé que hay muchas ofertas, no es momento oportuno”, dijo Salas.
A pesar de todas las medidas, Salas insistió en que no se trata de paralizar el país ni aislarlo por completo.
“Si nos aislamos completamente y hacemos que ninguna actividad se pueda hacer, lo que hacemos es condenar al país a una bancarrota que nadie quiere y aquí es mantener ese balance, el virus va a seguir avanzando en sus cadenas de transmisión en el mundo. Eso no se puede detener, el virus no se va a lograr erradicar del mundo a corto plazo, eso ya está diseminado. No se trata de paralizar todas las actividades que permitan que el país siga funcionando”, aclaró el ministro.
No exponerse
En acatamiento de las indicaciones de la alerta amarilla, las autoridades reiteraron la recomendación de que las personas trabajadoras sujetas a puestos teletrabajables, trabajen desde el hogar, y los que tienen factores de riesgo, apliquen distaciamiento social.
“Quisiera decirle a los costarricenses que como gobierno adoptamos estas medidas para protegernos. Es un momento de que nos unamos, que nos cuidemos, que si encontramos a alguien haciendo algo que no es correcto, señalemos que no lo haga, es para proteger a las personas, a los más vulnerables, personas con factores de riesgo y adultos mayores”, manifestó Alvarado.
El mandatario insistió una vez más, en que la petición es permanecer en las casas, para no exponerse, “no generar tumulto, seguir las recomendaciones".
“Tengo toda la confianza de que en esta situación que es global y todos sabemos que se está viviendo saldremos bien y saldremos adelante, pero para hacerlo así tendremos que trabajar en equipo, dejar de lado nuestras diferencias y unirnos”, añadió.
El ministro Salas reiteró la necesidad de que todos los esfuerzos se vuelquen a proteger a los más vulnerables como diabéticos, enfermos de cáncer, personas con problemas respiratorios crónicos o cardiovasculares, así como adultos mayores.
Asimismo, implementar el correcto y frecuente lavado de manos; no tocarse la cara sin lavarse antes las manos y mantener el distanciamiento social. También aplicar el protocolo de estornudo y tosido.
“En nuestras manos está, son nuestro principal medio de interacción con las cosas que nos rodean. Tenemos que no saludarnos de mano, no saludarnos de beso, llegará el momento en que podemos hacerlo de nuevo”, expresó.
Tres fases
Alexánder Solís, presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) explicó que el decreto de declaratoria de emergencia permite tomar medidas administrativas, operativas e incluso económicas en tres fases.
La primera fase de respuesta está orientada en la asistencia directa para la contención y mitigación. En ese sentido, hay que tomar medidas de fortalecimiento de las acciones institucionales, medidas de soporte y asistencia para atender directamente a la población.
La segunda fase se relaciona con la rehabilitación o la habilitación de servicios. Un ejemplo sería si la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) tiene que tomar decisiones en la prestación de servicios para ampliar capacidades hospitalarias, adquirir equipos, utilizar instalaciones que están destinadas para otro fin pero que sean necesarias para habilitar como un hospital o incluso para habilitar un hospital temporal.
Para hacerlo se aplicaría la figura llamada extrema urgencia que permite aplicar medidas administrativas muy ágiles.
Entretanto, la tercera fase consiste en la recuperación que incluye los esfuerzos para volver a la condición que se tenía antes de la emergencia y “ojalá fortalecida para no enfrentar una situción similar en el futuro”.
De hecho, según Solís, se trabaja con anticipación de dos meses, es decir, se planea a ese plazo. En este momento, por ejemplo, se consideran las medidas en tema de distribución de alimentos.
“Estamos viendo a dos meses plazo. Ahí tocó el tema de la cadena de distribución, ya el Consejo Nacional de Producción (CNP) ya está trabajando en los temas necesarios para cuando tengamos que tener personas en aislamiento en sus comunidades por medio de los comités de emergencia que estén activos, podamos garantizar esa distribución de la misma forma que lo hacemos durante una emergencia convencional, como las inundaciones”, explicó.
Recordó que el decreto permite pedir recursos a instituciones y ponerlos a trabajar en los comites locales. Incluso, permite tramitar recursos internacionales como la solicitud de $1 millón que se planteó ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Advertencia de cierre
Michael Soto, ministro de Seguridad Pública, advirtió de nuevo que la Fuerza Pública está investida con potestades para cerrar aquellos establecimientos que incumplan la orden de atender al 50% de su capacidad.
Aquellos restaurantes, cines u otros establecimientos que no obedezcan se les aplicaría cierre transitorio, lo mismo que a bares, casinos o discotecas que abran puertas, pese a la orden de mantener cerrado el local.
“Lo cierto es que hoy la medida la vamos a aplicar tal cual”, dijo Soto.
Alerta
El país se encuentra en alerta amarilla desde hace una semana, con medidas obligatorias que incluyen el cierre de escuelas y colegios con factores de riesgo, la suspensión de actividades masivas, y el cierre de bares, casinos y discotecas.
Las autoridades de Salud han llamado la atención porque la mitad de los casos confirmados corresponden a personas que han salido del país a naciones con transmisión activa del virus. De los últimos ocho casos confirmados, la mitad venía de un viaje reciente a Estados Unidos.
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Casi 180.000 personas en todo el mundo se han contagiado con covid-19, pero de ellas casi 80.000 ya están recuperadas. Las muertes ascienden a poco más de 7.000, gran parte de ellas en China, país donde se detectó el primer caso a finales del 2019.