Luego de una semana difícil, en la que llegaron a registrarse hasta 55 casos diarios de covid-19, la que comienza pareciera dar un respiro, pues para este lunes el reporte fue de 24.
Sin embargo, la semana también comenzó con un enfático llamado a los empresarios, principalmente de actividades agrícolas, de empaque y de construcción, en las que se han detectado clústeres de trabajadores enfermos, sobre todo, en la zona norte.
Precisamente, esos grupos son los que han contribuido a elevar los números de contagios en las últimas semanas, hasta llegar a un récord de 55 casos, este domingo.
El jerarca insistió en que los empresarios tienen la responsabilidad de velar por cómo están y cómo viven sus trabajadores en este momento de pandemia.
"Todos estamos trabajando de la mano porque sabemos que los retos son diferentes de acuerdo al momento epidemiológico. El riesgo de turistas ya quedó atrás, ahora estamos con estas poblaciones.
“Se vale que desde ya, los empresarios estén viendo cómo están sus trabajadores, no tienen que esperar a que el gobierno les toque la puerta, aunque tiene que haber acompañamiento del gobierno”, expresó.
No descartó, incluso, que de que no atender este llamado, se puedan aplicar sanciones a las empresas.
“Sí se pueden suspender operaciones si los empresarios o empleadores no se fajan con todas las energías y cuidado, van a poner en riesgo al resto del país. La economía en su totalidad está dependiendo de esos sectores específicos. Se les puede retirar el permiso sanitario", declaró.
Los empresarios, dijo, tienen una responsabilidad inherente, irremplazable, en el cumplimiento de protocolos.
Frente a este clamor del jerarca de Salud, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado consideraron (Uccaep) que “no es de recibo la llamada de atención” del ministro.
En un comunicado, los representantes del sector empresarial aseguraron se respetuosos de las medidas y las recomendaciones, así como en la elaboración de protocolos por sector productivo.
“Llama la atención, la mención del caso particular del sector Construcción, ya tienen un protocolo sectorial debidamente aprobado. Por ende, el sector empresarial ha venido trabajando proactivamente en el tema y de manera muy responsable. Por ello no es de recibo la llamada de atención”, dijeron.
Precisamente, la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC), reaccionó por aparte y garantizó que las empresas afiliadas “contratan personal en condición migratoria regular y que cumplen con todas las regulaciones establecidas en el país en términos de seguridad social y de protección de la salud”
Según Uccaep, este miércoles tendrán una nueva reunión con autoridades de salud.
Los trabajadores agrícolas, de empaque y de construcción, que suelen utilizar mano de obra foránea, constituyen el foco de esta segunda ola pandémica que enfrenta el país, aunque aún sin transmisión comunitaria.
Dado el comportamiento de los últimos días del virus, las autoridades de salud declararon la alerta naranja en ocho comunidades, debido la alta circulación del nuevo virus respiratorio que produce la enfermedad. Otras diez tienen mayores restricciones de circulación y comercio por el riesgo de ingreso de migrantes que pudieran aumentar los contagios.
Se trata de comunidades de la zona norte del país o con comunidades limítrofes con Nicaragua. Hay regiones de Guanacaste, Alajuela, Heredia y Limón.
Entre las zonas de mayor número de casos activos están San Carlos y San Ramón, cantones donde se ubican empresas en las que se detectaron trabajadores enfermos.
El jerarca confirmó que se han hecho operativos en las plantas donde se encontraron los clústeres, pero estos van a incrementarse.
Precisamente, este lunes, personal de Salud se hizo presente en dos empacadoras de La Fortuna de San Carlos, donde revisan las condiciones en las que están los empleados, para evitar que haya más contagios.
Salas reinteró que hay relación directa entre el aumento de restricciones en aquellas comunidades con el tema migratorio.
"El riesgo sanitario está enfocado en esos sectores, tenemos que seguir siendo celosos de nuestras medidas.
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“Hago un llamado a los empresarios para que reaccionen y tomen las acciones de manera preventiva y no que el gobierno los ponga entre la espada y la pared. En este momento el riesgo está ahí, pero en dos meses el riesgo puede ser otro”, dijo.
Para este lunes, el total de contagios en el país desde el 6 de marzo llegó a 1.342, de ellos 1041 nacionales y 301 extranjeros.
Hay 712 personas recuperadas y diez decesos.
En este momento se reportan 19 pacientes hospitalizados, cinco de los cuales están en unidad de cuidado intensivo.
Sin confinamiento
Frente a la situación de la región norte, Salas descartó que, por ahora, se vaya a hacer un “confinamiento total”, pues hay sectores donde no ha habido casos.
De momento, se analiza dónde ocurren los casos y la dinámica sociocultural de la población.
¿Las medidas despiertan xenofobia? En ese sentido, el ministro recordó que la difícil situación que ocurre en Nicaragua no es culpa de la población.
“Nosotros tratamos de dar un enfoque humanista porque son personas y hemos tratado de manejarlo de la forma más responsable. Es una frontera muy porosa (la norte), si hay una persona crítica en nuestro territorio hay que atenderla como merece”, expresó.
Considerar un confinamiento sea de la zona norte o de otra, dependerá del momento epidemiológico sanitario y de transmisión.
El ministro estimó que esta segunda ola pandémica podría prolongarse al menos por mes y medio, pero todo dependerá de la colaboración de la ciudadanía y de los empresarios.
"Es una ola que no se da en un período de transmisión comunitaria, esto es una ola que se da en un escenario con clústeres, conglomerados de personas sobre los que hemos tenido ese control.
“Mientras mantengamos ese tipo de control, podríamos hablar que no menos de un mes y medio si continuamos en esa línea, si los empresarios se suman a esta lucha, si los ciudadanos recuerdan que no porque abrieron los restaurantes fin de semana podemos ir de forma descontrolada. La intensidad de la ola va a depender de la respuesta”, expresó.
El ministro también informó de que mediante la vigilancia especial se han realizado 4.978 pruebas, de las cuales 27 resultaron positivas en Aserrí, Goicoechea, San José, San Carlos, Los Chiles y Cañas.
Recordó que esta vigilancia se da en 33 comunidades con características de alta densidad poblacional o dificultad para cumplir confinamientos.
Se trata, dijo, de un cerco epidemiológico.
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Macaya aclara la ‘vigilancia’ comunal
El presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) comenzó con una aclaración sobre lo que significa la estrategia de “vigilancia epidemiológica” en el país, pero particularmente en la zona norte.
Según manifestó, sus palabras de un día antes provocaron “reacciones en redes sociales” porque al parecer “hubo un malentendido”.
“No expliqué el detalle, me disculpo”, dijo.
Según él, se trata de un seguimiento de evolución de una pandemia, que consiste en una de las grandes fortalezas de la red de atención primaria e interacción de esta con la comunidad.
“Ese enlace es indispensable. La Caja no es un ente policial sino asistencial que ayuda a la gente a recuperarse. Buscamos que la comunidad nos ayude a ayudarle a los ciudadanos”.
Específicamente, esa ayuda vendría de líderes comunales, como de comités de salud, aociaciones de desarrollo, de adultos mayores.
"Lo que vamos es a buscar entes desconocidos que van a ser policías de la sociedad”, manifestó.
Macaya insistió en que lo que pretenden es potenciar ese enlace entre la atención primaria y la comunidad.
“Ocupamos la colaboración solidaria de la comunidad junto a la rama científica de la Caja. Todo lo que se haga en esta materia va a ser transparente y comunicada”, aseguró.
El jerarca tambien se refirió a la versión de faltantes de equipo de protección personal para funcionarios de salud.
Explicó que trajeron de China 100.000 batas, 150.000 mascarillas, 10.000 guantes, entre otros equipos, sin embargo, reconoció que no es suficiente.
“Suena mucho, pero a la hora de la pandemia, este equipo es descartable. Nos damos cuenta de que la logística de estar abasteciendo este equipo es enorme”, manifestó.
De aquí al viernes, adelantó, esperan recibir 5 millones de mascarillas, pero hizo un llamado al personal para que haga un uso racional.
La duración de ese equipo, dependerá del uso. Por ejemplo, señaló, se estima que desde este momento y hasta agosto se utilizarían 19 millones de mascarillas.
“Nadie en el mundo puede decir cuándo se acaba la pandemia, cuándo estará la vacuna, es un esfuerzo logístico de compra de equipo de protección, a qué ritmo vamos, depende de esta nueva ola, pero también de cuanto dura esta pandemia”, manifestó.
Colaboró Edgar Chinchilla, corresponsal en zona norte