En la nueva dinámica de los reportes epidemiológicos, este lunes fue el primero en que se entregan también las cifras del domingo.

La suma de contagios para estos dos días es de 1.588, lo que lleva el acumulado de casos de covid-19 a 41.287 desde que comenzó la emergencia sanitaria.

Solo el domingo son 847 casos, 43 por nexo y 804 por prueba de laboratorio; mientras que del lunes, 741, de estos 55 por nexo epidemiológico y 686 por laboratorio.

Las cifras, eso sí, son menores a las de días atrás, como el caso del 29 de agosto, cuando se registró el reporte diario más alto con 1.214 contagios.

Para este lunes, 450 personas se encuentran hospitalizadas, 144 de ellas en cuidados intensivos con un rango de edad de 11 a los 83 años, informó Pedro González, viceministro de Salud.

Solo para domingo hubo 11 fallecimientos y siete más para este lunes, con los cuales la cifra total de decesos llega a 436.

Entre las nuevas víctimas mortales del nuevo coronavirus está una mujer de 19 años, convirtiéndose en la persona más joven que muere por esta causa, antes habían fallecido tres pacientes de 21 años. Ella era extranjera, residente de Guanacaste, quien presentaba una enfermedad autoinmune.

La fallecida estaba internada en el Hospital México y le diagnosticaron la covid-19 el 24 de agosto.

Han muerto en el país 169 mujeres y 267 hombres, hasta el momento ningún menor de edad. De los fallecidos, 149 son adultos y 287 adultos mayores.

Este es el escenario en el cual el país entrará en un nuevo modelo de atención de la emergencia, bajo el lema “Costa Rica trabaja y se cuida”, que implicará una enorme cuota de responsabilidad individual y colectiva.

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Responsabilidades compartidas

Sigifredo Pérez, director de Operaciones de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), explicó las características y aplicación del nuevo modelo.

Este tiene dos componentes:

1. Establecimiento del índice de riesgo cantonal: Está a cargo de la llamada Sala de Análisis de Situación de la CNE, donde trabaja un equipo técnico de varias instituciones. Ese índice orienta los niveles de riesgo en el cantón, desde el punto de vista epidemiológico, lo que determina el incremento o no de la tasa de contagio en ese punto geográfico. El riesgo tiene tres niveles o escenarios.

2. Plan de gestión del riesgo: Se articula con el trabajo de los comités municipales de emergencia, mediante el desarrollo de estrategias de comunicación y con la integración de las comunidades. En este han participado más de 3.500 asociaciones de desarrollo, empresa privada, municipalidades e instituciones del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo.

Su objetivo es orientar acciones concretas en prevención, fiscalización y control, que permitan generar, contener o atender el riesgo a nivel de cantón y a nivel de Comisión Nacional de Emergencias.

Esa labor se hace sobre cuatro ejes:

a. Organización para la atención de emergencias

b. Planificación

c. Coordinación

d. Evaluación a nivel del plan cantonal de gestión de riesgo

Los objetivos de ese trabajo son reducir la transmisión del virus y su impacto en los habitantes de los 82 cantones, avanzar hacia la reactivación económica y el empleo e incluso recuperar actividades de ocio y salud mental.

Además, pretenden generar alianzas entre los cantones y comunidades para rescatar buenas prácticas y trasladarlas a otras zonas.

“Y por supuesto, lo que nos lleva, nos orienta al fortalecimiento de trabajo a nivel de la comunidad, que nos permita ser nosotros los primeros gestores de riesgo de la comunidad, a subir el principio de la responsabilidad individual y aportar, desde la perspectiva comunitaria, de empresa privada y mesas de trabajo a nivel de las municipalidades y comités municipales de emergencia, para manejar los escenarios del riesgo que están planteados en el modelo”, expresó Pérez.

Para dar seguimiento a la ejecución del modelo, adelantó, se realizarán autoevaluaciones a nivel de cada comité municipal de emergencias. Estas se harán cada 15 días.

De acuerdo con el cronograma dado a conocer por la CNE las evaluaciones se darán el 15 y el 30 de setiembre.

Como había anunciado el propio Pérez y el presidente de la República, Carlos Alvarado, de darse un repunte de contagios, el proceso de apertura podría revertirse.

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Pacto y voto de confianza

Para Marcela Guerrero, presidenta ejecutiva del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), ese modelo implica un pacto entre Gobierno Central, ayuntamientos y sector privado.

“Tenemos que construir las relaciones que nos permitan cuidarnos, como nos ha planteado el Ministerio de Salud, pero al mismo tiempo generar condiciones para activar las actividades ordinarias o económicas dentro del territorio nacional”, dijo.

Los ayuntamientos, precisamente, han sido de los principales críticos a las medidas y también generado fuertes presiones para procurar la apertura y disminuir la restricción vehicular.

Recientemente, la Municipalidad de Escazú anunció que su cuerpo policial ya no colaboraría en la vigilancia del cumplimiento de la restricción, ni confección de multas a infractores.

Guerrero, informó también que el primer paso para la labor que viene será reactivar las comisiones locales de emergencias para lo cual se trasladan ¢1.000 millones para la contratación de personal “que arranca este esfuerzo mancomunado”.

“Finalizó señalando que por más acciones que las diferentes estancias hagan si la población no se compromete, difícilmente podemos aperturar eso que la ciudadanía está reclamando.”, expresó.

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En el mismo sentido, la ministra de Economía, Victoria Hernández, hizo énfasis en que el modelo es la respuesta del Estado al clamor por reactivar actividades, pero también es un “voto de confianza”.

Garantizó que desde la entidad que lidera habrá fuerte coordinación con cámaras nacionales y locales para poner a funcionara este modelo de responsabilidad compartida.