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Son muchos y complejos los retos del Hospital Monseñor Sanabria, de Puntarenas, pero hay dos en los que Tania Jiménez Umaña, la nueva directora médica, pondrá particular atención: asegurar el avance en la construcción del nuevo edificio, en Barranca, y atacar las listas de espera en citas, cirugías y exámenes, que se agudizaron con la pandemia.
La puriscaleña, de 40 años, asume las riendas del hospital porteño en sustitución de Rándall Álvarez Juárez, quien desde el 30 de noviembre es el nuevo gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) después de la renuncia de Mario Ruiz Cubillo. La incorporación de Jiménez al cargo rige desde el 3 de diciembre.
Según informó la Caja en un boletín de prensa, Jiménez Umaña tiene una trayectoria institucional de 16 años. Es médica general con estudios en Administración de Servicios de Salud, una maestría en Gerencia de la Salud, y diplomados en calidad de la gestión hospitalaria y en listas de espera.
Comenzó su ejercicio profesional en Ebáis, y ha pasado por el Hospital San Francisco de Asís, en Grecia (Alajuela), donde fue jefa del servicio de Consulta Externa y de Emergencias. También laboró en el Hospital San Vicente de Paúl, en Heredia, en sala de operaciones. En ese servicio participó en el equipo que desarrolló y ejecutó proyectos para sacar a unos 7.500 pacientes de lista de espera.
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La Caja informó de que también trabajó en sala de operaciones del Hospital México, y a nivel central ha integrado equipos en la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE), en la Dirección de Compras de Servicios de Salud, y fue directora médica interina del CAIS de Puriscal. Antes de asumir la dirección médica en Puntarenas, la médica ejercía como asesora de la Gerencia General de la CCSS.
Jiménez Umaña es la primera mujer en convertirse en directora del hospital puntarenense. Para ella, este es un reto importante al tener en el horizonte la construcción del nuevo edificio del Monseñor Sanabria, que se levantará en Barranca.
“No cabe duda que la recuperación de servicios es importante, tratar las listas de espera, hacer la apertura de los quirófanos, habilitar al ciento por ciento los servicios de consulta externa de especialidades, mejorar toda la atención de los servicios de emergencias, continuar abordando la vacunación y el tamizaje de los pacientes covid-19, así como toda la gestión y el tiempo que se requiere para la construcción del nuevo hospital”, destacó la nueva directora médica.
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El nuevo hospital de Puntarenas todavía sigue en espera luego de tres gobiernos y más de nueve años después del terremoto de Nicoya, que destruyó la torre de siete pisos del viejo edificio, en setiembre de 2012.
Los movimientos para preparar el terreno donde se levantará el nuevo hospital se iniciaron el 30 de setiembre y terminarán en febrero del 2022, aunque a lo largo de todo este tiempo diferentes administraciones, en Zapote y en la CCSS, han prometido que la obra entraría a funcionar en el 2020, luego en el 2021, y ahora parece que será mucho después del 2022.
Este es un proyecto de 72.132 metros cuadrados de construcción y $225 millones, que se espera beneficiará a 300.000 habitantes de la provincia.
