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El Hospital William Allen Taylor, en Turrialba, inició desde el 20 de mayo el traslado paulatino de sus áreas administrativas hacia el nuevo edificio; ahora está a la espera del ansiado “Día D”, cuando finalmente se lleve a los pacientes internados.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) invirtió en este centro médico ¢50.000 millones. Es un inmueble de cinco pisos, con 42.000 metros cuadrados de construcción en un terreno de diez hectáreas ubicado en La Susanita.
Las instalaciones beneficiarán a unos 100.000 habitantes de los cantones de Turrialba y Jiménez.
Será un hospital multicultural, informó la institución, al explicar que la infraestructura y la atención incorpora en la rotulación y señalización de los servicios a las diferentes manifestaciones culturales y étnicas de la población, dada la presencia de diferentes grupos indígenas en la región.
Aunque se había anunciado que el centro de salud comenzaría operaciones en marzo del 2023, todavía está en proceso la compleja tarea de trasladar servicios.
Los funcionarios del hospital de Turrialba, la Dirección de Red de Prestación de Servicios de Salud Central Sur (Dripsscs) y la Gerencia Médica fueron los que diseñaron el plan de transición, el cual incluyó un simulacro de traslado que se realizó el 30 de mayo.
Desde la última semana de ese mes, ya funcionan en el nuevo inmueble las áreas financiero-contable, bienes y servicios, bodegas y archivos.
Un nuevo concepto
María José Solano Fallas, directora médica del William Allen, confirmó que está en marcha la colocación de placas de todos los activos nuevos, así como la instalación y conexión de los teléfonos.
También están en la fase de organización de las camas según servicios, al tiempo que las conectan con todos los insumos para atender a los futuros pacientes.
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El nuevo hospital de Turrialba contará con 233 camas, 28 consultorios, 13 salas de procedimientos, cuatro quirófanos, dos salas de partos y 22 especialidades médicas.
La obra se levantó bajo el concepto de “centro médico totalmente digitalizado”. Esto significa que, además de funcionar con el Expediente Digital Único en Salud (EDUS), contará con componentes digitales, ambientales e inteligentes para agilizar la atención de emergencias, los egresos hospitalarios, la administración de las agendas y citas, la visita hospitalaria, los exámenes de laboratorio, el servicio de farmacia e imágenes médicas, entre otros.
Su edificación comenzó en abril de 2021, con la promesa de concluirlo en menos de dos años.
