El engaño en la vacunación de un adulto mayor, en un Ebáis de Tres Ríos de La Unión, en Cartago, fue denunciado ante la Fiscalía, este jueves, por parte de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La información la confirmó la institución en un comunicado de prensa, en el cual adelantó que abrirá procesos disciplinarios.
“Con el análisis y recolección de las evidencias vamos a llevar a las instancias judiciales este evento y daremos a lo interno todo el seguimiento para garantizar un proceder contundente”, dijo Gerardo León Solís, jefe del Área de Investigación y Seguridad Institucional.
El caso trascendió por un video que circula en redes sociales en el cual se ve a un funcionario de salud introduciendo la aguja en el brazo de un adulto mayor, sin la acción de inocular la sustancia.
El afectado fue identificado como Elías Rodríguez, de 82 años, quien llegó acompañado de su hijo Jorge, quien hizo el video y avisó de los hechos.
Según relató este último a La Nación, la situación ocurrió el miércoles 28 de abril.
Inicialmente, admitió, él no se percató del engaño. No fue sino hasta que compartió el video en el WhatsApp de la familia, que su hermano lo alertó.
Con la certeza de que no hubo vacunación, Rodríguez acompañó a su padre a poner una queja en el Ministerio de Salud y una denuncia penal ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, solicitó al gerente médico de la CCSS, Mario Ruiz Cubillo, considerar la separación del cargo de quienes pudieron estar relacionados con este hecho. La medida se aplicó de oficio, informó la CCSS.
En una comunicación oficial urgente, Salas también solicitó incluir en el protocolo del procedimiento de vacunación, y a la brevedad posible, la obligación del vacunador de mostrar la jeringa a quien va a ser vacunado, previo y posterior a la inmunización.
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“De esta forma, quien recibe la vacuna, o su acompañante (en el caso de que este lo requiera por su condición), pueda verificar a cabalidad la concreción del proceso”, dijo el ministro.
“Como jerarca del sector, considero que las acciones antes expuestas son vitales en respeto a la población, a la cual nos debemos, y a los miles de trabajadores de la salud que, día con día, trabajan de manera responsable por el bienestar de cada costarricense”, enfatizó Salas.
Sobre hechos como este, el Código Penal, en el artículo 273, establece una pena de 20 a cien días multa a quien, dice, estando autorizado para el expendio de sustancias medicinales, las suministre “en especie, calidad o cantidad no correspondiente a la receta médica o diversa de la declarada o convenida”. A esto se le conoce como “suministro infiel de medicamentos”.
Para el abogado penalista Federico Cambos, lo ocurrido en La Unión, podría también configurar también el delito de incumplimiento de deberes, en razón de que es un funcionario público el que está efectivamente faltando a los deberes y obligaciones en favor de la salud pública.
Campos señaló que de haber personas que creyeron ser vacunadas, y enfermaran gravemente porque realmente no estaban protegidas, podrian poner al funcionario y a la Caja frente a un tema de responsabilidad civil, es decir, de reclamos económicos por daños.
Procesos disciplinarios
La oficina de prensa del OIJ ratificó que la queja fue recibida en las oficinas de San José, pero como el hecho ocurrió en Tres Ríos de La Unión, el caso fue traslado a esa sede para el inicio de pesquisas.
El Área de Salud de La Unión también inició este jueves, un proceso disciplinario para esclarecer qué fue lo que sucedió, informó la CCSS.
En el comunicado de prensa, Olga Álvarez Desanti, directora del Área de Salud, explicó que luego de conocer la situación, se abordó inmediatamente al usuario y se le programó una nueva cita para este viernes.
“Posterior a resolver la situación del adulto mayor procedimos a instruir el proceso disciplinario que nos permita determinar la verdad real de los hechos y sentar las posibles responsabilidades que pudieran existir. De igual forma presentamos ante las instancias judiciales la situación”, dijo Álvarez.
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La CCSS procedió a reforzar las medidas de supervisión y control de los equipos vacunadores y a tomar acciones disciplinarias, que no detalló en el comunicado.
Armando Villalobos Castañeda, director de la Dirección de Red Integrada de Prestación de Servicios de Salud Central Sur de la CCSS, aseguró que desde este miércoles echaron a andar acciones, dijo, “para apoyar y garantizar que el proceso se lleve a buen término”.
Mario Ruiz Cubillo, gerente médico prometió “tolerancia cero”, y fue enfático al comprometerse a atender, con celeridad, cualquier situación irregular o denuncia. “Se deberá conocer en todos sus extremos que sucedió”, dijo.
Las autoridades de la Gerencia Médica de la CCSS aseguraron que, como parte del proceso de vacunación contra la covid-19, se han definido mecanismos de control cruzado para determinar el correcto uso de los insumos.
Según informó la CCSS, hay un Manual de Procedimientos para la vacunación contra la covid-19, que hace obligatorio el control cruzado de los insumos utilizados en el proceso de vacunación.
Según ese manual, informó la institución, al finalizar el día cada sitio de vacunación debe asegurarse que la cantidad de frascos abiertos y jeringas utilizadas coincida con los frascos entregados y las dosis aplicadas y registradas.
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Mientras tanto, quienes hoy tenían su cita programada para vacunarse en esa área de salud, lo hicieron con mucha cautela.
Varios de los adultos mayores que acudieron, confirmaron a La Nación que conocen al funcionario vinculado con esta denuncia.
Se trata de uno de los encargados de hacer visitas domiciliarias y vacunar a las personas.
María Delia Mata acudió este jueves por su segunda dosis. Contó que el funcionario hoy separado de su cargo, fue quien le colocó la primera.
“Yo ni me fijé, ojalá todo esté bien. Pero él es una persona a la que tengo años de conocer. Esto es de no creerlo. Estoy impactada”, comentó.
A inicios de marzo pasado, la CCSS denunció daños en varias sedes de Ebáis provocados por un grupo de desconocidos quienes violentaron los refrigeradores para vacunas contra covid-19 en los Ebáis de Dulce Nombre y Agua Caliente de Cartago.
La CCSS informó en esa ocasión que no robaron dosis ni otros insumos utilizados en la atención de la pandemia. Solo se produjeron daños menores en la infraestructura y la conectividad de los Ebáis.
Luego de esos hechos, la institución anunció que reforzaría las medidas de seguridad y custodia de los insumos utilizados para la atención de la pandemia.