La variante ómicron de la covid-19 ha sido detectada en nueve cantones del país desde que se registró el primer contagio el 19 de diciembre.
A la fecha, el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) ha confirmado un total de 18 casos.
La variante está en los cantones de San José, Goicoechea, Moravia y Curridabat, así como en Alajuela, Grecia, Heredia, La Cruz y Liberia.
Ninguno de los contagiados ha requerido hospitalización hasta el momento, de acuerdo con la información recibida en la boleta que acompaña la muestra.
Diez de ellos registraron síntomas como dolor muscular y de articulaciones, dolor de cabeza, fiebre, tos y congestión nasal.
Los primeros cuatro casos de ómicron estuvieron relacionados con un mismo grupo familiar con un antecedente de viaje reciente a Estados Unidos.
Los casos más recientes corresponden a 12 costarricenses y dos extranjeros de nacionalidades colombiana e italiana. El rango de edad está entre los ocho y 58 años y la distribución por sexo es de nueve mujeres y cinco hombres. Dos de las personas habían tenido viajes recientes a Estados Unidos.
Este martes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de que la rápida propagación de ómicron provocará “un gran número de hospitalizaciones” de enfermos de covid-19, pese a ser una variante ligeramente menos peligrosa que su predecesora.
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“Es demasiado pronto para decir si la ola de ómicron será más o menos grave que la de Delta”, destacó Catherine Smallwood, una de las principales responsables de OMS Europa, “aunque los datos preliminares en las poblaciones más afectadas de Europa (Inglaterra, Escocia, Dinamarca) muestran que ómicron podría dar lugar a un menor riesgo de hospitalización en comparación con delta”.
La especialista pidió tomar los datos preliminares “con cautela”, ya que en la actualidad los casos observados se refieren sobre todo a “poblaciones jóvenes y sanas en países con altas tasas de vacunación”.
“Todavía no hemos visto el impacto que ómicron tendrá en los grupos más vulnerables como las personas mayores que aún no han recibido una vacunación completa”, afirmó la experta.
Los primeros estudios en Sudáfrica, Escocia e Inglaterra muestran que ómicron parece causar menos hospitalizaciones que delta. Según estos datos, aún muy incompletos, ómicron podría ser entre 35% y 80% menos grave que delta.
Sin embargo, otros expertos destacan que un mayor contagio puede anular la ventaja de una variante menos peligrosa, mientras que muchos países anuncian casos récord desde el comienzo de la pandemia.
Ómicron ya es la variante dominante en Estados Unidos.
El Inciensa, con el apoyo de la red nacional de laboratorios, continuará realizando la vigilancia genómica del SARS-CoV-2 en Costa Rica con el fin de mantener informadas a las autoridades de salud y a la población en general respecto a la circulación de las variantes del virus en el país.
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