Costa Rica confirmó este domingo el primer caso de la variante ómicron de la covid-19, cuya capacidad de transmisión es más alta. Especialistas que han seguido de cerca la pandemia, indicaron que con seguridad, la variante lleva semanas en suelo nacional por lo que aconsejaron estrategias individuales y grupales frente a ella; en particular este mes cuando aumentan las reuniones y actividades sociales.
“Esto suele ser así pues los diagnósticos vienen tiempo después al momento de llegada de un virus o una variante de preocupación como esta. Fue lo mismo con la variante delta del nuevo coronavirus”, explicó Ronald Evans, epidemiólogo e investigador de la Universidad Hispanoamericana.
Para él hay dos rutas a seguir. La primera es aumentar la vacunación y que esta incluya a población menor de edad, que en Costa Rica es el grupo menos protegido, principalmente los menores de 12 años, para quienes la inoculación comenzaría en enero.
“Al Gobierno le toca implementar una vacunación con todo vigor en menores de edad, quienes no tienen defensas en este momento. Está demostrado de forma científica que ómicron es más contagiosa y se esparcirá con mayor facilidad tanto en población susceptible como vacunados. Esta variante incluso podría evadir la inmunidad de los vacunados”, explicó.
La segunda ruta tiene relación con las grandes concentraciones de personas y tránsito de diciembre, antes las cuales, sugirió, hay que reforzar prácticas individuales como uso riguroso de mascarilla, evitar espacios cerrados y mantener el distanciamiento.
Igual que Evans, el epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA) Juan José Romero Zúñiga, sospechaba que desde noviembre la variante circulaba en Costa Rica, dado el alto volumen de viajeros internacionales entrando al país.
Romero recordó que el coronavirus es el mismo y se transmite por las mismas vías, solo que ómicron es más contagiosa. Sin embargo, agregó, también se previene de la misma manera: no tocarse la cara, higiene de manos, mascarilla y no acercarse tanto a los demás.
En el caso de encuentros sociales y familiares, la regla de oro para el especialista es preferir ambientes lo más seguros posibles, en lugares abiertos, y solo con personas vacunadas que guarden buenas prácticas de salud pública como no tomar comida o bebida del plato de otros. El problema, advierte, es que sean cumplidas.
“Cuesta mucho decirle a la gente que debe estar en todo momento con la mascarilla puesta, aunque todos estén vacunados. Es más, deberíamos hablar en estos espacios con la mascarilla puesta y solo retirarla al comer. Es complicado y requiere pasos extra pero, entre que se enfríe la comida del plato, a que se le enfríe el cuerpo por fallecimiento, me parece mejor el primer escenario”, explicó.
Romero agregó que las personas no deberían andar nerviosas pero sí vigilantes, porque los altos niveles de vacunación en Costa Rica no deberían interpretarse como un llamado a ser irresponsables con las medidas.
Siguientes fases de vacunación
El ministro de Información, Agustín Castro, declaró este domingo los siguientes pasos en materia de vacunación entre los cuales se incluirán los menores de edad.
Recordó que el Ministerio de Salud y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ya firmaron un acuerdo con la empresa Pfizer/BioNTech para adquirir 3,5 millones de dosis, que comenzarían a llegar en enero, de las cuales dos millones se destinarán a terceras dosis.
“Esto nos permitirá proteger mucho más a la población más vulnerable a complicaciones frente a variantes como ómicron”, explicó.
Las restantes 1,5 millones de dosis serán para vacunación pediátrica a niños mayores de cinco años y menos de 12 años. Esta vacunación pediátrica, dijo, se iniciaría en próximas semanas, conforme las dosis vayan ingresando.
La campaña de vacunación en Costa Rica, iniciada el 24 de diciembre de 2020, ya alcanza al 91,8% de la población vacunable (personas mayores de 12 años). Al 13 de diciembre anterior, 3.922.190 personas ya tenían al menos una dosis de la vacuna (76% de la población total costarricense).
De esta cifra 3.364.478 personas ya completaron su esquema de vacunación (65,2% de la población total del país) con dos dosis del medicamento.
Además, hay 62.297 personas con una tercera dosis entre personal de primera respuesta y personas mayores de 65 años, quienes ya pueden aplicarse este refuerzo y entre quienes hoy se concentran los esfuerzos de inoculación.