Un paciente con virus de inmunodeficiencia humana (VIH) acudió a inicios de octubre a la farmacia de la Clínica Carlos Durán, en barrio Vasconia, San José, a retirar los medicamentos antirretrovirales que le han permitido gozar de buena salud hace 24 años.
Se encontró con una preocupante sorpresa. En la farmacia le dieron un papel en el cual le informan que el inventario del antirretroviral Efavirenz de 600 mg está en cero. Este hombre, cuya identidad solicitó mantener en reserva, lleva más de dos décadas tomando esa tableta como parte de un cóctel con Abacavir de 600 mg y Lamiduvina de 300 mg.
Esa información se la dieron el 18 de octubre, tres días después de que el Comité Central de Farmacoterapia comunicó a todos los hospitales del país, áreas de salud y Ebáis la exclusión de ese medicamento de la Lista Oficial de la CCSS.
Efavirenz de 600 mg fue sustituido por dos alternativas terapéuticas cuya receta deben solicitar los pacientes a su médico tratante.
“Desde hace varios meses, la CCSS entregaba frascos de un mismo lote con fecha de vencimiento en octubre 2024. Este mes no se entregó ningún frasco, indicando en un papel que se debe estar llamando cada tres días para saber si hay.
“Percibo una gran falta de sensibilidad. Estos medicamentos no son sustituibles y de la adherencia de los pacientes dependen sus vidas. En mi caso, llevo más de 20 años de indetectabilidad del virus, pero a partir del 30 de mes deberé tomar la decisión de dejar el tratamiento o tomar un frasco vencido”, declaró el paciente.
Los dos esquemas alternativos definidos por la CCSS para los pacientes que, como él, toman Efavirenz, son:
- Dolutegravir 50 mg, Lamivudina 300 mg y Tenofovir 300 mg.
- Abacavir 600 mg con Lamivudina 300 mg.
“Lo que indican es que están haciendo un cambio como si fuese posible intercambiar ibuprofeno con acetaminofén”, manifestó este asegurado al conocer la información que la CCSS dio ante consulta de La Nación.
“En otras palabras, me siento condenado a enfermar por falta de comunicación de la Caja y por decidir cambiar el esquema como si fuese comprar medicamentos macrobióticos en un supermercado. Mi esquema es Abacavir, Efavirenz, Lamiduvina porque no soy apto para el Tenofovir. Me tocará fallecer gracias a la Caja”, lamentó.
Según cuenta, en el 2000 firmó un contrato para entrar en un ensayo del fármaco Efavirenz donde la Caja quedaba obligada a seguir dando este tratamiento una vez terminada la investigación. El ensayo, dijo, demostró la eficacia y seguridad del medicamento para personas con VIH.
Asegura que los números telefónicos que dan para que estos pacientes realicen consultas nunca están disponibles. Le preocupa no poder solicitar el fármaco porque, además, saldría del país este 24 de octubre y regresará hasta noviembre. Su cita programada con el infectólogo es hasta mayo del 2025.
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“Por trabajo, saldré del país dos veces, y regresaré hasta mediados de noviembre. Eso me imposibilita ir presencialmente al Calderón (Guardia), que es donde están los especialistas en Infectología que pueden determinar cual es el régimen de cocteles asociado a cada persona. Un médico general o un farmacéutico no sabe del tema, solo los especialistas. Conseguir el nuevo medicamento con este desorden en la CCSS no es viable en mi caso”, reclamó.
Avanzada la tarde de este jueves, la CCSS informó en un comunicado de que el cambio se realiza para ofrecer un fármaco más seguro. Indicó que la transición se hará de manera paulatina; en 2024 se hará para quienes consumen únicamente este medicamento y el próximo año para los que reciben tratamiento combinado.