Una de las propuestas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para disminuir las listas de espera forzaría a los pacientes a sacar dinero de sus bolsillos para pagar casi en su totalidad el valor de las cirugías en hospitales o clínicas privadas.
De acuerdo con el planteamiento elaborado por la coordinadora de la Unidad Técnica de Listas de Espera, Flavia Solórzano Morera, asesores de la Gerencia Médica, funcionarios de la Red de Servicios de Salud y el Área de Estadística, la Caja ofrecerá a miles de asegurados hasta un 60% del costo de 10 tipos de cirugías para que contraten esos procedimientos en servicios privados.
El problema es que el peso de ese aporte tiene una diferencia muy significativa si se comparan el costo en los hospitales públicos y el que tiene en los privados.
Por ejemplo, según los cálculos de la entidad, realizar una hernioplastia umbilical en los centros médicos públicos le cuesta ¢542.116. Por lo tanto, si la institución costeara el 56%, el asegurado recibiría ¢303.585.
Ese monto se entregaría para que el asegurado contrate la operación en una clínica u hospital privado.
Sin embargo, en los servicios privados, esa hernioplastia umbilical tiene un precio aproximado de ¢2,5 millones, según tarifas promedio de los hospitales privados (Bíblica, Católica, Cima y Metropolitano). De esta forma, los ¢303.585 ya no cubrirían el 56% sino solo el 12%. El 88% restante tendría que cubrirlo el paciente.
Los registros de la CCSS muestran que solo entre 2017 y 2023 en la lista de espera de hernioplastia umbilical fueron incluidas 5.093 personas.
Otros 11.781 pacientes aguardan por hernioplastias inguinales y abdominales; a ese grupo también se le ofrecería el modelo de copago. De aceptar, se les darían los mismos ¢303.585, pero en un establecimiento privado tendrían que cancelar ¢3,5 millones. En este caso el subsidio de la Seguridad Social solo alcanzaría para cubrir el 8,6% del procedimiento.
En la propuesta también se incluyen otras cirugías como artroscopias de cadera, muñeca, rodilla y hombro, túnel carpal, colecistectomía laparoscópica (extirpación de la vesícula biliar) y tendinitis (inflamación tendones) de miembros superiores, para las cuales la institución aportaría entre ¢303.000 y ¢719.581 y el paciente entre ¢1,1 millones y ¢6,5 millones.
En las 10 cirugías el asegurado tendría que cubrir entre el 73% y el 91% del valor en centros médicos privados.
La intervención para la cual los pacientes tendrían que desembolsar más dinero es la artroscopia de cadera. Para esta, según la propuesta de la CCSS, darían ¢719.000, pero de nuevo, las diferencias de precios en uno y otro sector son grandes.
De acuerdo con la CCSS, esa intervención quirúrgica le cuesta ¢1,2 millones en un hospital público mientras que en uno privado implica un desembolso de ¢7,3 millones. Es decir, con el copago, el asegurado tendría que asumir ¢6,5 millones.
La iniciativa no contempla exoneraciones o rebajos en las cotizaciones para los pacientes que acepten someterse al sistema de copago. En la actualidad, un patrono debe aportar el 9,5% del salario bruto de su empleado para financiar el Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) y el trabajador aporta el 5,5% de su remuneración total.
Gestión apresurada
El precio en los cuatro hospitales privados fue suministrado a la CCSS por la Cámara Costarricense de la Salud el 27 de setiembre.
Sin embargo, Massimo Manzi, director ejecutivo de la organización, aclaró que entregaron la información sin tener el contexto, pues desconocían que la Caja les estaba pidiendo datos para armar una propuesta de copago.
Manzi afirmó que, de haberles comunicado el propósito de la consulta, la cantidad de cirugías por hacer y otros elementos, pudieron haber ofrecido valores más precisos.
“Fue una consulta de un precio de referencia (...) Fue un sondeo, tuvimos pocos días para hacerlo. De hecho, se habla de los cuatro hospitales porque no teníamos tiempo o material para hacer una consulta a más de 100 centros quirúrgicos que podrían hacer ese tipo de tratamientos”, detalló Manzi.
Además, manifestó dudas de los valores que la Caja fijó para los procedimientos en los hospitales públicos.
Desde la semana anterior, La Nación solicitó una entrevista con Wilburg Díaz Cruz, gerente médico de la CCSS, pero hasta el cierre de esta información no se había recibido respuesta. Este miércoles 1.º de noviembre se le volvió a llamar, pero no contestó su teléfono.
Entre las consultas que quedaron pendientes están cuál metodología se utilizó para definir los costos de las cirugías en la CCSS, cómo se planteó la solicitud de precios a la Cámara Costarricense de la Salud y quién asumiría eventuales complicaciones de los pacientes.
Por su parte, Flavia Solorzano Morera, coordinadora de la Unidad Técnica de Listas de Espera, dijo que atenderá preguntas sobre este tema hasta el 20 de noviembre.
La semana pasada, la funcionaria tampoco aceptó hablar sobre otro plan de la entidad mediante el cual se pretendía la contratación de 39.0000 cirugías en clínicas y hospitales privados. No obstante, para esta iniciativa no se aseguró financiamiento, como advirtió la Dirección de Presupuesto.
La entidad anunció que el martes 7 de noviembre daría a conocer su plan para atender las listas de espera, dentro de la denominada ruta de la salud. La presentación se hará en el Estadio Nacional con representantes del Poder Ejecutivo.
No ha llegado a Junta Directiva
Adrián Torrealba Navas, representante de los patronos en la Junta Directiva de la CCSS, manifestó que, hasta ahora, ni la Presidencia Ejecutiva ni la Gerencia Médica han presentado un planteamiento de copago para su aprobación.
La intención de la entidad, según las proyecciones de la CCSS, es utilizar ¢15.000 millones para este sistema, aunque se desconoce de dónde saldrían esos recursos.
Martha Rodríguez González, representante de los trabajadores en la Junta, ratificó que los directivos no han evaluado ni aprobado sistemas de copago.
Agregó que para ella no tiene sentido instaurar un sistema de copago si los especialistas médicos que atenderían a los pacientes son funcionarios de la CCSS. La directora criticó que Marta Esquivel Rodríguez, presidenta ejecutiva de la institución, no ha sometido a votación una estrategia para reducir las listas de espera en cirugías, citas y exámenes diagnósticos.
En la actualidad, más de 176.000 personas esperan por una cirugía. En total, más de un millón de asegurados aguardan procedimientos quirúrgicos, consultas con especialistas o pruebas de diagnóstico como mamografías, ultrasonidos y otros. Hay quienes llevan en esa espera desde 2017.
Para algunos pacientes el tiempo es un lujo. Según datos oficiales, solo entre enero y julio del presente año, 1.958 personas fueron eliminadas de la fila porque fallecieron mientras hacían cola por un procedimiento quirúrgico.
Falta reglamento de copago
Martha Rodríguez fue enfática en que ha faltado transparencia de la Presidencia Ejecutiva con respecto a las ideas o acciones que se planean ejecutar para bajar las listas de espera.
Mencionó que, por ejemplo, el copago necesitaría un reglamento para detallar cómo se implementaría, cómo se seleccionarían los prestadores del servicio y, en especial, quién asumiría la responsabilidad ante eventuales complicaciones o malas praxis.
“No sabemos qué va a presentar doña Marta Esquivel la próxima semana (el 7 de noviembre) con respecto a las listas de espera. Yo me imagino que es una propuesta de Gobierno, no podríamos decir que es una propuesta de la Caja, porque ese tema no se ha presentado a la Junta. Entonces, no hay un acuerdo”.
Al respecto, Torrealba declaró que tuvieron un taller sobre el manejo de listas de espera y “se están sistematizando algunas propuestas”.
La jerarca de la CCSS no atendió las llamadas a su teléfono celular para consultarle sobre este asunto.