Costa Rica entra este 9 de setiembre en una nueva etapa de reapertura de su economía para permitir la gradual reactivación de la actividad económica, la recuperación del trabajo, pero, “cada salida de nuestra casa debe asumirse como un riesgo”, advirtió el ministro de Salud, Daniel Salas.
“Es necesario que la gente trabaje. Estamos dejando que la gente trabaje, pero la parte sanitaria enfrenta una situación difícil”, agregó el epidemiólogo, al pedir a los ciudadanos extremar los cuidados al salir de sus casas porque la cantidad de contagios, de hospitalizados y de fallecidos se disparó.
Desde este miércoles, el país entra en la “fase de reapertura controlada” con la exigencia de uso de mascarilla en todo sitio cerrado y donde lo único prohibido son “eventos de concentración masiva” y la operación de casinos y discotecas. Lo demás, está permitido con algunas limitaciones.
La actividad comercial podrá operar con normalidad de 5 a. m. a 10 p. m. entre semana y de 5 a. m. a 8 p. m. los fines de semana. Ese horario también se aplica la circulación vehicular.
Los establecimientos con permiso sanitario podrán abrir al 50% de su capacidad, los centros de culto con un máximo de 125 personas; los cines y teatros también con la exigencia de reserva electrónica, uso de mascarilla, distancia de 1,8 metros entre asientos y “respetando las burbujas sociales”.
También se normaliza el funcionamiento de gimnasios, las salas de eventos para actividades empresariales o académicas (máximo 75 personas) y salones de eventos para actividades como los “baby shower” y bodas (máximo 30 personas), informó la Casa Presidencial.
Salas recalcó que el riesgo es grande y depende de cada ciudadano cuidarse porque esta reapertura ocurre con casi 50.000 contagios en seis meses, 531 fallecidos y 500 hospitalizados, de ellos, 236 en unidades de cuidados intensivos, las cuales están al 65% de su capacidad.
A este martes, había 30.000 personas aún infectadas y en solo 24 horas se habían reportado 1.117 casos nuevos.
“Esa cifra, los 1.117 casos, es la que se logra identificar, pero hay muchísimas personas más que andan ahí, confiadas en que no están infectadas y sí están infectadas y andan transmitiendo el virus a sus familias, amigos, compañeros de trabajo. Por eso, tenemos que tener mucho cuidado”, agregó el ministro.
Asimismo, en la víspera de esta reapertura se reportaron 21 muertes, la cifra más alta en un día en estos seis meses de pandemia.
“No podemos dejar que estos 21 fallecimientos los veamos como una cifra más, como algo que se ha convertido en parte del paisaje”, afirmó Salas, al agregar que del jueves al martes la covid-19 pasó de ser la décima causa de muerte en el país, a la octava.
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El Gobierno advirtió que ante un riesgo de colapso de los hospitales, se dará marcha atrás en el avance de la reapertura económica, tanto a nivel local o incluso nacional, según sean los datos.
Uno de los principales cambios es que a partir de este miércoles será obligatorio el uso de mascarilla (las caretas son complementarias) para ingresar a cualquier establecimiento con permiso sanitario.
En esta etapa continúan funcionando hoteles, restaurantes, supermercados, ferreterías, talleres y demás actividades que ya habían recibido el aval de Salud, también en los horarios mencionados.
Se mantienen cerrados los casinos, el Parque de Diversiones, balnearios, discotecas, ' ‘plays’ o sitios de juegos infantiles y aún no se autorizan eventos masivos como conciertos, topes, festivales culturales o ferias.
Aunque la consigna cambia, la máxima sigue siendo evitar la exposición lo más que se pueda, procurar el teletrabajo, evitar aglomeraciones y cuidar a quienes tienen mayores factores de riesgo. También mantener distancia de 1,8 metros y lavar las manos cuanto sea posible. Igualemente, no tocarse boca, nariz y ojos.
Quizas esos protocolos se respetan, pero para el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias, Alexánder Solís, el más díficil de cumplir ha sido evitar la ruptura de burbujas.
Según el análisis elaborado hasta ahora en los casos en los que se identificó el nexo epidemiológico (es decir, conocer dónde se contagió la persona) revelan que un 55% de los casos están asociados a actividades sociales y familiares.
FUENTE: Casa Presidencial || DISEÑO / LA NACIÓN.
Los cuatro pasos de la nueva estrategia
El mensaje que resonará tiene una clave: ‘corresponsabilidad’; significa que más que nunca cada habitante de Costa Rica, tendrá en sus manos la gestión en el manejo de la pandemia.
El modelo anunciado por el gobierno a partir de este 9 de setiembre, incluye la autorregulación, supervisión y aplicación de protocolos y la gestión según los datos que vayan surgiendo en cada una de las localidades.
Según explicó el presidente de la CNE, la nueva estrategia tendrá como base cuatro modelos de riesgo de los cuales marcarán los pasos a seguir:
1. Cantones en alerta amarilla que tienen un plan de prevención que opera y surte efecto.
2. Cantones con riesgo moderado que a pesar de estar en alerta amarilla no tienen un plan de acción definida, y por lo tanto, se deben tomar medidas más fuertes para controlar el distanciamiento físico y la movilidad. También incluye cantones en alerta naranja que tienen un plan cantonal implementado y por lo tanto hay mitigadores de riesgo que permiten operar más abiertamente.
3. Zonas de riesgo aumentado donde aún con el plan funcionando no hay posibilidad por parte de los planes y las acciones locales de controlar los brotes, de modo tal que ahí lo que se denota es que estamos teniendo un comportamiento preventivo inadecuado y que requerimos redoblar esfuerzos.
4. Riesgo intolerable donde necesariamente se tendrían que elevar los niveles de alerta en todos los cantones. “Eso es, prácticamente, subir un grado en el nivel de alerta y por lo tanto tomar medidas extremas para poder proteger la salud de todas las personas enfermas”.
De acuerdo con Solís, la intención siempre radicará en mantener el riesgo controlado, para lo cual manejan tres umbrales. Cuando un cantón supere el umbral de tres es que “se salió de control”.
En caso de que se registren aumentos exponenciales de casos y saturación de servicios de salud, se informará a las autoridades locales de que no es posible continuar con el modelo de corresponsabilidad y deberán aplicarse “medidas fuertes”.
Los comités locales, serán los que incluyan en una plataforma las acciones que se ejecuten en cada cantón, así como los resultados que se van obteniendo; será una especie de autoevaluación que en determinado momento será ponderada a fin de establecer nuevas medidas.
El presidente de la Asociación de Alcaldías e Intendencias (ANAI), Leonardo Chacón, aseguró que durante estos primeros días iniciarán con una evaluación sobre lo que se tiene y lo que se debe mejorar.
“Ya nos dimos cuenta que Salud no puede con todo, hay que hacer ese modelo de responsabilidad compartida para que las municipalidades podamos aportar hasta donde se pueda con un conocimiento basto de cada uno de los territorios (...) solo nosotros sabemos qué pasa en el territorio, como se mueven, donde se puede complicar más el asunto, somos mas cercanos al pueblo, no es igual que un ministro diga qué se tiene que hacer a que lleguemos con mascarillas, con insumos, no solo ver en un medio el número de casos; es un plan integral que ya lo estamos haciendo”, manifestó Chacón.
Restaurantes: mejor perder un cliente que el negocio
Desde el sector empresarial, también se mira con esperanza la nueva fase, aunque reconocen que más que nunca se tratará de que entre todos empujemos en la misma dirección en busca de un beneficio común.
Así lo explicó el presidente de la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore), Jorge Figueroa.
“Los negocios tenemos que entrenar a los trabajadores, que cumplan los protocolos y así reducir al mínimo la posibilidad de un contagio en el contagio y también sobre cómo comportarse en su casa y su comunidad, pero también se necesita la responsabilidad del consumidor y que este sea consciente y sea respetuoso de las medidas”, afirmó.
Según dijo, los empresarios están claros en que es mejor perder un cliente una tarde que cerrar el negocio por largo tiempo, por lo que no dudarán en llamar la atención en caso de incumplimientos y como cámara dijo tampoco les temblará la mano si hace falta denunciar locales que incumplan los lineamientos.
“En el esquema anterior pagamos justos por pecadores, ahora nos toca a todos ser responsables”, añadió.
Comerciantes: ‘La gente lo ha entendido’
Por su parte, Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica afirmó que en este sector no solo se ha procurado en trabajar los protocolos generales sino en algunos específicos de acuerdo a las actividades. La preocupación ahora es que los clientes cumplan dichas medidas.
A su criterio, hasta ahora ‘la gente lo ha entendido’ y ya para estas alturas asumen sin mayores quejas las filas que deben formar para ingresar a un local que se encuentra al límite del aforo permito o seguir otras reglas como el lavado de manos o toma de temperatura al entrar.
Los procesos de creación de protocolos, dijo, han debido acompañarse de capacitaciones desde cómo medir un aforo, hasta con qué productos desinfectar espacios, productos e instrumentos de trabajo.