La peor proyección que hicieron los matemáticos de la UCR, el 8 de agosto, era que el 5 de setiembre el número de enfermos por covid-19 llegaría a 35.000.
Sin embargo, la estimación se quedó corta. Este martes 25 de agosto, 11 días antes de la fecha prevista, el Ministerio de Salud confirmó 35.305 infectados desde que la pandemia entró a Costa Rica, el 6 de marzo.
De hecho, los modelos elaborados para el Ministerio de Salud por el Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada (CIMPA), de la Escuela de Matemática de la Universidad de Costa Rica (UCR), calculaban para este 25 de agosto unos 30.400 infectados.
Son 5.000 personas más con resultado positivo. Una cifra que evidencia que las personas no se cuidan lo suficiente pues casi tres millones de habitantes de la Gran Área Metropolitana (GAM) vienen de salir de una etapa de cierre (martillo), con medidas de distanciamiento social mucho más rígidas que en los periodos de apertura programados para dar un respiro a la debilitada economía de la era pandémica.
La simulación que dio el CIMPA el 8 de agosto incluso es de las más precisas, pues tomó en cuenta los 12 de apertura y 18 de cierre durante este mes. Además, el cálculo se hizo tomando en cuenta un escenario donde el 60% se sumara a las medidas de restricción.
Los matemáticos habían pronosticado hace dos semanas que el país llegaría a los 40.000 casos el 30 de setiembre, pero, posiblemente, a esa día la cifra será mucho mayor.
El gerente médico de la CCSS, Mario Ruiz Cubillo, tiene una explicación para tantos casos y para las 412 personas hospitalizadas, 144 (35%) de ellas en cuidados intensivos con un rango de cero a 92 años.
“Los números dependerán del comportamiento que tengamos como sociedad, sobre todo a las fiestas y aglomeraciones, que es lo que me preocupa. Si una persona tiene que ir a trabajar, que lo haga protegiéndose. Es un riesgo que tiene que llevarse porque hay que trabajar.
“Pero las aglomeraciones masivas, fiestas y actividades del fin de semana, eso no tiene sentido porque aumenta la tasa de contagio. Esas aglomeraciones me dan mucho miedo porque son actividades que no generan valor, solo gente enferma. Si perdemos el control sobre esas actividades, perfectamente los casos pueden aumentar en cualquier momento”, advirtió.
Efecto de danza y martillo
Efectos proyectados de aperturas y cierres en el comportamiento de las hospitalizaciones, según dos escenarios: 60% o 65% de cumplimiento de las medidas de distanciamiento social. Escenarios presentados el 8 de agosto.
FUENTE: CENTRO DE INVESTIGACIÓN EN MATEMÁTICA PURA DE LA ESCUELA DE MATEMÁTICA DE UCR. || J.C. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Juan José Romero, coordinador de la maestría en Epidemiología de la Universidad Nacional (UNA), advirtió que “los incrementos (en número de enfermos) no son dramáticos”.
“Tiene mucho que ver con los rezagos en las pruebas diagnósticas que habían pendientes. Lo que me preocupa son los datos de hospitalizaciones. Si bien van creciendo un poco, especialmente los de UCI, los de salón vienen bajando”, comentó el epidemiólogo.
Las proyecciones del CIMPA estimaban para este 25 de agosto 414 hospitalizados en salón (430 en un escenario con 60% de cumplimiento de medidas de distanciamiento, y 425 internados en otro con un 65% de cumplimiento), y de 172 personas en una UCI (176 en el escenario del 60%, y 174 en el del 65%).
No se establecen proyecciones sobre las muertes, que este 25 de agosto alcanzaron las 376.
Los modelos matemáticos, sin embargo, establecen que, tras fases de cierre con mayores restricciones, los casos tenderán a la baja; no así después de las aperturas, donde se proyectan incrementos de casos acumulados, nuevos, activos y hospitalizaciones (tanto en salón como en UCI).
En julio anterior, el CIMPA proyectaba que Costa Rica llegaría a los 35.000 casos hasta finales de setiembre si la población no acataba las medidas de distanciamiento social, higiene y respeto a burbujas sociales. Si la obediencia era la tónica, para setiembre estaban proyectados 16.000 casos.
Ambos escenarios no contemplaban el efecto de alternar fases de cierre y apertura de las actividades económicas.
CCSS refuerza hospitales
El gerente médico de la Caja, Mario Ruiz Cubillo, reconoce la preocupación que hay con la tendencia al aumento en UCI de las últimas semanas, para la cual se está reforzando la capacidad instalada en todos los hospitales.
Las cifras actuales mantienen una ocupación del 55% de las 235 camas disponibles en UCI hasta este 23 de agosto, y de un 43% de las 667 camas de salón disponibles en 25 hospitales para la atención de pacientes con covid-19.
“El 6 de marzo, disponíamos solo de 24 camas UCI. Actualmente, esperamos subir la capacidad máxima a 287: más de un 1.000% más. Estamos haciendo un esfuerzo extraordinario de generación de camas”, agregó Ruiz quien reconoció que una de las mayores dificultades detectadas en las últimas semanas es conseguir personal de Enfermería especializado en Cuidados Intensivos.
Un hospital como el San Juan de Dios tiene un 79% de ocupación de sus camas UCI dedicadas a enfermos infectados con coronavirus.
Y otros como el Centro Especializado de Atención de Pacientes Covid-19 (Ceaco), tuvo que ampliar su capacidad de 88 a 120 camas de salón para pacientes de leves a moderados, y 16 más para los críticos que requieren cuidado intensivo.
En esas camas se incluyen las 48 del Hospital del Trauma, a cargo del Instituto Nacional de Seguros (INS), que mantiene un 40% de ocupación. En promedio, por día, ahí se mantienen 15 pacientes, informó el INS.
“La tendencia al alza en la ocupación preocupa. Podría ser necesario el traslado a hospitales periféricos, además del aumento en la capacidad instalada que se anuncia.
“El reto es vigilar que, con la apertura, no se saturen los servicios actuales. Según las proyecciones, de mediados de septiembre en adelante debería haber una baja en la cantidad de casos hospitalizados. La meta sería llegar bien a esa fecha”, dijo Juan José Romero.
La CCSS está desarrollando acciones para elevar la capacidad instalada de camas de salón de las 665 actuales a 1.057, y las de UCI a 287 a la vuelta de pocas semanas, informó el gerente médico. Se tratará de elevar en 55 las camas UCI, incorporando siete más en el Calderón Guardia, 24 en el San Juan de Dios y otro tanto en el México.
“La estrategia es que, primero, vamos a tratar de mantener todo dentro de los hospitales nacionales (México, Calderón y San Juan). Si (los casos) siguen aumentando, entrarían las UCI del hospital de Alajuela, Cartago, y si siguen aumentando ampliaríamos a Puntarenas, que ya está reacondicionando un área, y otros hospitales regionales como San Carlos y Pérez Zeledón, y los periféricos, sobre todo Upala y Ciudad Neily”, informó el gerente.
Adicionalmente, se ha registrado un incremento en la proporción de casos moderados de enfermos con covid-19, que abarcan entre un 40% y 50% de todos los enfermos hospitalizados en salón, dijo Ruiz, al explicar cómo también están llegando personas más complicadas a demandar servicios.
La situación ideal, dijo, es que se amplíe la capacidad pero que las camas no se tengan que usar. “Esto no se resuelve haciendo más camas en los hospitales sino evitando que la gente se enferme”, reiteró.
La gerencia médica insiste que no se trata solo de poner camas. El personal y los equipos para que funcionen en condiciones que aseguren una adecuada atención de los pacientes resultan fundamentales.
“Por cada cama de UCI, en teoría, debería haber una enfermera especializada en cuidado crítico en turnos de cada ocho horas. Por el momento, se ha logrado mantener esa relación. Pero el personal se incapacita, tiene sus periodos de descanso y también se puede enfermar.
“Nos ha costado encontrar personal de Enfermería para hacer esas sustituciones porque no hay muchos con maestría en Cuidados Intensivos. Lo que se está tratando de hacer es poner a enfermeras especializadas y con experiencia a capacitar a los nuevos”, explicó Ruiz.
Aunque se han sostenido reuniones entre autoridades del Ministerio de Salud, la CCSS y hospitales privados, todavía no se contempla solicitar camas de centros particulares para la atención de la pandemia.
Massimo Manzi, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Salud, confirmó que, desde el inicio de la pandemia, el sector privado se ha puesto a disposición de las autoridades para apoyar en la atención sanitaria de esta enfermedad.
“Recientemente, se realizó por parte de las autoridades un nuevo sondeo en cuanto a disponibilidad de servicios privados en pruebas PCR, camas de hospitalización, unidades de cuidados intensivos. También, las reuniones sirvieron para revisar de manera conjunta los protocolos relacionados con el seguimiento de pacientes, traslados”, comentó Manzi.
Aclaró que, de momento, no existe de parte de las autoridades una solicitud específica en cuanto a utilización de servicios de hospitales privados.
Hay 17 centros privados unidos para la atención de la pandemia, dijo, con alrededor de 300 camas disponibles y de 30 a 40 camas en Cuidados Intensivos para eventuales pacientes que lo requieran.