Ocho de cada diez mamás que mueren antes del parto, durante este o después de él, no debieron morir. Eran fallecimientos totalmente prevenibles.
Según datos preliminares del 2015, presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el año pasado fallecieron 19 mujeres durante el embarazo, parto y puerperio. La tasa de mortalidad materna fue de 2,65 defunciones por cada 10.000 nacimientos.
Esta es la gran deuda que aún tiene pendiente el país.
“Por causa prevenible no debería morir una sola mujer en Costa Rica”, dijo Rafael Salazar, coordinador de la Comisión Nacional de Mortalidad Materno Perinatal e Infantil del Ministerio de Salud.
Salazar insiste sobre la conveniencia de incorporar la consulta preconcepcional en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Esto, asegura, podría guiar a las parejas si están o no en condiciones de embarazarse.
La gerenta médica de la CCSS, María Eugenia Villalta, dijo que este tipo de consulta está limitada a las parejas con problemas de infertilidad, tratamientos anticonceptivos o antecedentes de malformaciones congénitas.
“En estos momentos, lo que queremos es fortalecer los programas que tenemos. Ya analizaremos la capacidad (para asumir esa consulta)”, detalló Villalta.
Por ahora, se está machacando en la observación meticulosa de las normas de atención de partos para prevenir, al máximo, causas de muerte materna como la hemorragia posparto.