La pandemia es una de las causas que dispararon las muertes maternas el año pasado. En el 2020, fallecieron 20 mujeres antes, durante o después del parto, siete más que en el 2019, elevando la razón de mortalidad materna (RMM) un 70%, pues esta pasó de dos fallecimientos maternos por cada 10.000 nacimientos, a 3,44, entre un año y otro.
La cifra la dio a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en su informe de estadísticas vitales. En el análisis de datos, explica que el comportamiento de este indicador “ha sido considerablemente irregular” en el periodo 2010-2020. Sin embargo, destaca el incremento significativo a partir del 2019 (un 25,9%), que se agudiza en el 2020, con un 70% de aumento: “el mayor incremento del periodo en análisis, que se traduce en una muerte materna más, por 10.000 nacimientos”.
El INEC es especialmente crítico cuando aclara que la mortalidad materna es uno de los indicadores que refleja inequidades en la atención de salud de las mujeres. Define la mortalidad materna como “la muerte de una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días de terminar un embarazo, independientemente de la duración y la localización del embarazo, por cualquier causa vinculada o agravada por el embarazo o su manejo, pero no por causas accidentales o incidentales”.
Los datos por provincia colocan a Cartago a la cabeza de las cinco que registraron un aumento significativo de la mortalidad materna, el año pasado. En esa provincia fallecieron siete mujeres por cada 10.000 nacimientos en el 2020, después de no registrar ni un solo deceso entre 2017 y 2019. A Cartago le sigue Alajuela con seis muertes por cada 10.000 nacimientos, cuatro más que en el 2019.
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Por su parte, Heredia y Puntarenas se mantienen en dos defunciones maternas, lo mismo que San José con tres, por 10.000 nacimientos, mientras Guanacaste y Limón bajaron. Guanacaste pasó de dos a cero muertes maternas entre 2019 y 2020, y Limón bajó en ese periodo de dos a una defunción materna. El INEC destaca que la provincia caribeña mantiene una reducción sostenida desde el 2018.
“Si bien es cierto el comportamiento de la RMM varía entre las provincias de un año a otro, es claro que en 2020 se experimentó un deterioro significativo en este indicador. En algunas provincias, como Cartago y Alajuela, se llegó a niveles no observados hace muchos años, los cuales deben analizarse a la luz de la situación de emergencia sanitaria por la covid-19 que enfrenta el país y su posible impacto”, advirtió el INEC.
En alzada
Angélica Vargas, coordinadora del Programa de Salud de la Mujer en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), asegura que la pandemia tuvo un gran peso en el 2020, y lo seguirá teniendo en las cifras del 2021.
“Creemos que la pandemia es un factor determinante en este número de muertes. La institución, y el país como tal, han venido haciendo esfuerzos para reducir esta mortalidad, y a nivel latinoamericano se ha mantenido con una mortalidad muy baja. Por lo menos, cinco o seis de estas muertes (del 2020) están ligadas directamente a covid.
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El análisis de Vargas para explicar lo sucedido va en dos vías. La primera, sobre el efecto del ajuste de los servicios, que limitó la oferta a pesar del llamado a seguir con el control prenatal, que no tiene otra vía más que la presencial para realizarlo. También, dijo, el mensaje de ‘Quedate en casa’ le llegó a las embarazadas, que dejaron de ir a consultas, de hacerse los exámenes de laboratorio y de ir por sus recetas.
“Reconociendo el control prenatal como una acción protectora del resultado perinatal, al dejar de hacerse los controles establecidos por temor a la pandemia, tenemos un factor de riesgo. A nivel de los servicios, a las embarazadas nunca se les negó el internamiento. La labor de parto clasificaba como emergencia. Pero lo que sí tuvimos fue mujeres embarazadas con covid, y se nos murieron. Se nos murieron, por lo menos, cinco a seis por complicaciones de covid”, explicó Vargas.
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Este año, confirmó la especialista, se han reportado otras muertes de madres por la misma causa. Al menos cuatro decesos más. Se trataría de mujeres que, en teoría, estaban vacunadas contra esta enfermedad. “Efectivamente, la infección está incidiendo en la mortalidad materna, en estos casos reportados”, agregó.
Durante la pandemia, las mujeres embarazadas que fueron detectadas con la infección por el SARS-CoV-2 tuvieron seguimiento estricto.
Desde la institución y desde una estructura que se montó con un grupo de médicos en el Centro de Desarrollo Estratégico e Información de Salud y Seguridad Social (Cendeisss), explicó, se le daba seguimiento a los enfermos con covid, especialmente a las embarazadas.
El dejar ellas de acceder de forma oportuna a la atención por temor a la infección, pudo incidir en un aumento en el riesgo de mortalidad materna, aseguró Vargas, quien no cree que la calidad de la atención en los servicios de hospitalización pesara sobre ese indicador.
La Nación intentó localizar a un vocero del Ministerio de Salud, pero no será posible sino hasta el 2022. La oficina de prensa informó lo siguiente: “la emergencia por covid-19 lleva consigo una serie de impactos en estadísticas sanitarias, mismas que están siendo analizadas desde los órganos respectivos”.