La pandemia paralizó la formación de personal en Ciencias de la Salud, quienes realizaban en los hospitales públicos la práctica clínica exigida como requisito de graduación e incorporación a sus colegios profesionales.
Solo en Medicina, hay 750 alumnos de último año varados. No pudieron realizar el internado rotatorio programado para el final de la carrera.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) suspendió desde marzo esa práctica en sus hospitales debido a la pandemia. Fue hasta octubre cuando los reactivó, pero a medias: solo en uno de los cinco bloques que se deben completar, correspondiente a Medicina Familiar y Comunitaria.
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A estas alturas del año, las máximas autoridades de la Caja no les han aclarado qué va a pasar con los otros cuatro bloques pendientes (Pediatría, Ginecología, Medicina Interna y Cirugía).
Lo anterior fue confirmado por voceros de las escuelas de Medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR), Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed) y de la Asociación Costarricense de Facultades y Escuelas de Medicina (Acofemed), integrada esta última por siete centros privados que imparten la carrera.
“Estamos varados. Se logró que abrieran el bloque de Comunitaria, pero la esperanza es que se abrieran paulatinamente los otros. Sin embargo, las gerencias (General y Médica, de la CCSS) no han dado visto su bueno.
“Los hospitales más bien necesitan a los internos para que apoyen con la atención de pandemia. Hay personal de la CCSS en cuarentena y agotados. Es una situación en la cual los internos colaborarían”, manifestó Lizbeth Salazar, directora de la Escuela de Medicina de la UCR.
En esa universidad, el grupo de estudiantes afectados con la interrupción del internado ronda los 100, confirmó la médica.
“Los internos tienen que formarse sobre la covid-19, porque son médicos. Ellos deberían saber sobre esta patología, su tratamiento y protocolos y no les estamos dando la oportunidad de que se formen”, agregó Salazar a quien también le preocupa que esta situación esté siendo aprovechada por algunas universidades para enviar a sus estudiantes a los hospitales privados a hacer esa práctica, incumpliendo la normativa establecida.
El rector de la Ucimed, Pablo Guzmán Stein, informó de que ahí la problemática con el internado afecta a unos 150 estudiantes del último año de carrera.
“La situación es bastante preocupante. Yo reconozco que la Caja tiene un escenario difícil. Están haciendo esfuerzos grandes con la pandemia. Pero lo que más nos preocupa en Ucimed es que se va a hacer una bola de nieve gigantesta: llegará un momento en que no habrá ni graduación de residentes ni de médicos”, advirtió Guzmán en alusión a que este problema también afecta la formación de médicos especialistas.
Las llamadas residencias médicas (formación de médicos generales en alguna especialidad, como Anestesiología y Ortopedia), confirmó Guzmán –quien formó parte de la Junta Directiva de la Caja–, también están detenidas.
El rector de la Ucimed explicó que lo que hizo la CCSS fue contratar a estos profesionales como médicos generales, mientras decide qué sucede con las especialidades.
“Este año, solo la quinta parte de todos los estudiantes pudo ingresar a un bloque del internado. La situación se complica más porque los que vienen detrás tampoco pudieron hacer el examen IFOM (prueba que hace la CCSS para asignar los cupos de internado), y eso quiere decir que hay otros 800 estudiantes que tampoco podrán hacer su internado.
“¡Estamos atrasadísimos! La CCSS quedó de avisar el 30 de noviembre. Nosotros tenemos correspondencia pidiendo información pero hasta el día de hoy (viernes 18 de diciembre) no han dicho nada”, reclamó el rector.
El representante legal de la Universidad Autónoma de Centroamérica (UACA), y presidente de Acofemed, Federico Malavassi, confirmó que la Asociación ha hecho diversas gestiones ante la CCSS; entre ellas, la presentación de protocolos y capacitación de los estudiantes, y la suscripción de seguros para la cobertura del riesgo en el caso del internado rotatorio.
“Hemos tenido éxito relativo con la apertura de una parte del internado (el de Medicina Comunitaria). Falta camino, pero creo que las autoridades están dubitativas porque hay riesgo, algunos padres de familia no quieren exponer a sus hijos y hay discusiones abiertas.
“La solución que hemos propuesto es que los estudiantes renuncien a reclamos, estén asegurados, asuman la responsabilidad de adquirir el equipo y se sometan a los exámenes e instrucciones que dicten las autoridades médicas y hospitalarias, además de que actuarán bajo protocolos especiales y ya han sido debidamente capacitados”, explicó Malavassi.
Según el abogado, los estudiantes que sí estén dispuestos a avanzar se comprometen a comportarse correctamente y, como también afirman Salazar y Guzmán, este grupo podría ayudar en las tareas de atención durante esta emergencia.
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El director del Centro de Desarrollo Estratégico e Información de Salud y Seguridad Social (Cendeisss), Juan Carlos Esquivel Sánchez, explicó por medio de la oficina de prensa de la Caja, que la apertura del internado, iniciada el 19 de octubre, se hizo con base en criterios técnicos de varias instancias.
“Actualmente, se está valorando por las respectivas instancias, en relación con la situación ocasionada con la pandemia del SARS-Cov2, si se realiza o no la apertura de otros bloques”, mencionó Esquivel sin precisar fechas.
Crisis en el horizonte
La paralización del internado en Medicina es solo la punta del iceberg, según las fuentes consultadas.
También hay otras carreras de las Ciencias de la Salud que se han visto obligadas a detener la formación de sus estudiantes en hospitales de la Caja por la pandemia.
Por ejemplo, Enfermería, Microbiología y Farmacia, explicó Guzmán Stein. Estos estudiantes, que suman cientos, tampoco han podido hacer su práctica profesional para graduarse.
En el caso de los futuros médicos, hay otro grupo importante de alrededor de 800 alumnos a quienes este año no se les realizó la prueba conocida como IFOM, para asignar los campos clínicos del internado rotatorio en los hospitales.
Esta prueba la realizan estudiantes de las escuelas de Medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR), la Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed), la Universidad Internacional de las Américas (UIA), la Universidad Hispanoamericana, la Universidad San Judas Tadeo, la Universidad Autónoma de Centro América (UACA), Universidad Iberoamericana y la Universidad Latina.
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Las suspensiones debido a la pandemia se extienden a los estudios de posgrado en las especialidades médicas.
Por lo anterior, se detuvo la formación de médicos en campos como Anestesiología, Ortopedia o Cirugía General, confirmó Pablo Guzmán.
Esta universidad privada tiene, al menos, a 150 estudiantes aguardando lo que la CCSS resuelva sobre el internado, y otros 40 médicos que tuvieron que detener sus estudios de formación en las especialidades de Medicina Familiar y Ginecología.
“La problemática es gigantesca. No solo a nivel de internos, también hay residentes parados. No hay formación de especialistas, y el país los necesita... Por ejemplo, hay 81 plazas para servicio social (que se realiza durante un año en hospitales donde hay necesidad de especialistas), con solo siete personas para concursar”, manifestó Lizbeth Salazar, de la UCR.
Sin ninguna información desde la CCSS que les aclare qué va a pasar con la formación en los hospitales, las universidades tampoco pueden resolver trámites administrativos internos.
Por ejemplo, todo lo relacionado con las becas estudiantiles (en el caso de la UCR), y la convocatoria del personal docente, que se encuentra con contratos suspendidos, informaron las autoridades universitarias.
Se intentó obtener una reacción de algún vocero del Colegio de Médicos y Cirujanos, institución que medió en las conversaciones entre universidades y CCSS en el tema del internado, pero no fue posible al cierre de edición de esta nota.
En julio, Mario Arias Murillo, vocero del Colegio, reconoció el impacto educativo de la suspensión, en este caso, del internado.
“(...) habrá un periodo en el que no se graduarán médicos generales, porque nosotros, como Colegio, debemos respetar lo que nos indica la ley: no podemos incorporar a nadie si no ha hecho las 52 semanas de internado rotatorio”, dijo Arias en esa oportunidad.
Las primeras graduaciones de quienes comenzaron el internado en enero serían en diciembre. Para enero del 2021, estaban programadas las incorporaciones de ese grupo, pero ya no será así.