Justo un mes antes de que se confirmara el primer caso de covid-19 en Costa Rica, la CCSS anunció una reducción de los tiempos de espera para cirugía en varias especialidades quirúrgicas.
Ese 6 de febrero, se informó una baja de 18 días para operaciones ambulatorias, cuyo plazo pasó de 331 días a 313 en un año. En operaciones electivas o programadas, la reducción fue de 64 días promedio, pasando de 457 a 393 días en el mismo periodo.
Jornadas de producción de alto impacto, con procedimientos, consultas y cirugías programadas después de las 4 p. m. en casi todos los hospitales, y la política institucional de resolver casos en los centros con capacidad instalada para apoyar a otros con los principales cuellos de botella, permitieron que la institución reportara la baja en las listas de espera: hasta 200.000 personas habían logrado agilizar su atención solo en el último año.
En febrero, el gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Mario Felipe Ruiz Cubillo, incluso se atrevió a pronosticar unos “resultados quirúrgicos muy positivos” para el 2020, sin sospechar lo que estaba por aparecer a la vuelta de la esquina.
Aunque la CCSS se preparaba desde enero para recibir, tarde o temprano, el impacto de un nuevo coronavirus descubierto en China, jamás previó la magnitud del golpe sobre sus servicios.
FUENTE: Programa de Atención Oportuna, CCSS || DISEÑO / LA NACIÓN.
El resto de la historia es conocida. El 6 de marzo, el ministro de Salud, Daniel Salas, junto al presidente Carlos Alvarado, confirman el primer caso de covid-19 aquí. El director del Área de Calidad de Vida de la Defensoría de los Habitantes, Juan Manuel Cordero, resume con las siguientes palabras lo que siguió después.
“De haber seguido por ese camino, hubiésemos tenido resultados muy halagüeños con los tiempos de espera. La covid-19, tristemente, vino a poner en jaque no solo el esfuerzo realizado sino el futuro a mediano plazo. La CCSS y el país como un todo tienen un gran desafío porque los resultados de esos esfuerzos se desvanecieron”.
El 18 de mayo, más de dos meses después del inicio de la emergencia por el nuevo coronavirus, el presidente ejecutivo de la Caja, Román Macaya Hayes, confirmó lo que ya se sospechaba: en las primeras diez semanas de atención de la pandemia, tuvieron que ser canceladas 717.000 atenciones entre citas, cirugías programadas y exámenes diagnósticos. La prioridad ahora está en la atención sanitaria de los enfermos del nuevo coronavirus.
Marny Ramos Rivas, coordinadora del Programa de Atención Oportuna de la CCSS, confirmó, con números, el impacto de la pandemia en los servicios de salud.
Solo en consulta externa, dijo, donde se programan citas con los médicos especialistas, la afectación total fue de 675.895 consultas no brindadas. También se dejaron de dar 18.780 procedimientos ambulatorios y 22.647 cirugías.
En consulta externa especializada una de las especialidades más afectadas fue la de Oftalmología, con 16.854 citas que no pudieron brindarse en ese período.
En Cardiología, se presentó una afectación de 19% en promedio por semana, para unas 3.547 citas que no se pudieron ofrecer. En Ginecología, informó la Caja, la afectación fue de un 24% semanal con 699 citas en promedio no brindadas para un total de 6.992.
Entre los exámenes médicos, informó Ramos, se dejaron de hacer unas 340 mamografías semanales, 165 ultrasonidos ginecológicos y casi 4.000 gastroscopias.
Hasta ahora, las medidas de mitigación ordenadas por el Ministerio de Salud han permitido que el país no sufra la saturación y el colapso de sus hospitales debido a la pandemia.
Es lo que permite a las autoridades de la CCSS empezar a pensar en un nuevo plan para recuperar los servicios para volver a la ruta que se había trazado. Solo que ahora con la presencia del SARS-CoV-2, nombre del nuevo virus respiratorio causante de covid-19.
David vencía a Goliat, pero...
Las listas de espera han sido un eterno problema en los servicios de la Caja. En las últimas dos décadas, la institución invirtió miles de millones de colones en programas fallidos que nunca lograron contener el crecimiento exponencial en el número de asegurados esperando años para ser atendidos.
Al menos desde 1993 se han lanzado programas multimillonarios con planes de cirugía vespertina, pago de horas extra y firma de contratos con hospitales para reconocer el pago de cirugías a los médicos.
FUENTE: Programa de Atención Oportuna, CCSS || DISEÑO / LA NACIÓN.
Anteriores administraciones de la CCSS llegaron a admitir una larga lista de problemas de gestión en el manejo de las listas: desde registros que se llevan en papel, hasta recuentos de pacientes manejados en desorden , como quedó patente en la crisis del servicio de Cardiología del Hospital México, cuando trascendió la muerte de enfermos en espera de un cateterismo.
En marzo del 2019, los magistrados de la Sala Constitucional le ordenaron a la CCSS diseñar en no más de seis meses un plan para reducir los plazos en que los asegurados reciben los tratamientos o procedimientos médicos.
En varias audiencias a lo largo de ese año, autoridades de la CCSS presentaron los resultados del Plan de Atención Oportuna a las Personas, con la Defensoría como garante de ese proceso.
Según Juan Manuel Cordero, la institución había dado pasos importantes. Destacó la depuración de las listas de espera en todos los hospitales, el uso del Expediente Digital Único en Salud (EDUS) en este proceso, y la participación activa del Ministerio de Salud como rector y vigilante del cumplimiento de una hoja de ruta pactada entre instituciones y pacientes.
“Puedo afirmarle que los esfuerzos de la institucionalidad y del sistema de salud pública son positivos”, aseguró.
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Por su parte, la Sala Constitucional se ha mantenido vigilante de esos resultados, y con la llegada de covid-19, incluso, ha respaldado a la Caja en la atención de la pandemia, según manifestaron los magistrados por medio de su oficina de prensa.
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″La Sala Constitucional en su jurisprudencia reciente ha respaldado el accionar de la Caja Costarricense de Seguro Social en la atención prioritaria de la pandemia que enfrenta el país y el mundo; la propia jurisprudencia del Tribunal establece que ante hechos extraordinarios se deben tomar decisiones extraordinarias.
“Cuando la situación vuelva a la normalidad, la Sala Constitucional esperaría que la CCSS establezca mecanismos eficaces y eficientes para hacerle frente a las citas, tratamientos, intervenciones que se han suspendido o cancelado. La Sala no puede emitir criterio alguno hasta no estar frente al escenario citado y haber visto el accionar de la CCSS en ese contexto”, explicó la Sala por medio de su oficina de prensa.
Cinco pasos para empezar
Hace una semana, la CCSS anunció la preparación de un plan con cinco objetivos para retomar los servicios.
Román Macaya Hayes confirmó que varios equipos trabajan en una nueva hoja de ruta para adaptar la prestación de servicios a la realidad que se vive por la covid-19, con el uso de tecnologías.
“El país vive aún momentos muy difíciles por la pandemia y no podemos bajar la guardia. Estamos diseñando este plan que nos permitirá retomar lo que se dejó de hacer cuando comenzó la emergencia sin descuidar la atención por covid-19 y que hoy nos presenta un panorama menos complicado que otros países”, dijo.
El plan tiene estos cinco objetivos:
FUENTE: CCSS || DISEÑO / LA NACIÓN.
El gerente médico, Mario Ruiz, confirmó que en ese proceso se tomarán en cuenta, entre otras opciones tecnológicas, la consulta virtual, teleconsulta general y o especializada en tiempo real, teledermatología, y la teleconsulta no médica para áreas como Nutrición, Psicología, Enfermería y Trabajo Social.
La institución fortalecerá la cirugía ambulatoria, y planea reiniciar las cirugías de corta estancia y la utilización programada de camas, empezando por recuperar los servicios de aquellos de menor riesgo a los de mayor riesgo progresivamente.
Para Ruiz, esta pandemia se ha convertido en una oportunidad para fortalecer la digitalización en la Caja con el uso del EDUS. Según dijo, una de las metas será que la máxima cantidad de citas hacia el futuro se puedan dar de manera virtual.