El desahogo de los servicios de hospitalización dedicados a la atención de enfermos de covid-19 se mantiene estable en el inicio de la segunda semana de febrero, con 168 camas libres de acuerdo con el reporte de la Caja.
La ocupación total es de un 48%, lo cual corresponde a 152 de las 320 camas habilitadas en este momento en los 12 hospitales con servicios disponibles para el internamiento de estos enfermos.
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Dicho desahogo coincide con la estabilización en la tasa de contagio, o tasa R, que se ha mantenido por debajo de uno en las últimas semanas. Este indicador, describe la velocidad de la diseminación del virus en una población.
El último reporte de la Unidad de Investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad Hispanoamericana colocaba ese indicador en 0,84, es decir, que una generación de 100 personas infectaría a otra de 84.
El reporte de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), al mediodía de ese lunes, registra una ocupación del 71% en las camas para pacientes críticos, en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Lo anterior quiere decir que se encuentran ocupadas 70 de las 99 camas disponibles para pacientes con ese perfil.
La ocupación de las camas destinadas a enfermos en condición severa es de un 38%; es decir, están siendo utilizadas 82 de las 216 camas en funcionamiento para esos pacientes.
Ni una sola de las cinco camas apartadas para pacientes pediátricos está en uso.
La CCSS también reporta un desahogo sustancial en las camas de salón, en donde se atienden los enfermos covid-19 positivos menos graves (en condición moderada o leve).
Ahí, la ocupación es de un 26% de las 550 camas en funcionamiento: 145 tienen algún paciente y 405 están disponibles, informó la institución.
En otras camas para enfermos covid-19 en servicios como Ginecoobstetricia, Neonatología, camas pediátricas, o en áreas de aislamiento y de casos sospechosos, la ocupación apenas alcanza un 14% de las 190 disponibles: 27 en uso y 163 están libres.
La CCSS mantuvo niveles de ocupación de entre un 80% y un 90% a finales de diciembre y, aunque se temía un repunte de casos para inicios de enero debido a los tumultos de fin de año, esto no sucedió.
Especialistas consultados por La Nación, atribuyen esta situación a varias posibles causas: al comportamiento natural de la epidemia, que tiende a bajar cuando se llega a un pico; y a la incorporación de prácticas preventivas de parte de las personas, quienes se están portando mejor de lo que se esperaba.
También a las fortalezas del sistema de salud costarricense, que se preparó para enfrentar la pandemia y que, con el paso de los meses, ha sumado capacidad instalada en infraestructura y personal para la atención de los enfermos.
Las autoridades de Salud y de la CCSS insisten en que la pandemia no ha acabado y que la población debe mantener las medidas recomendadas para frenar la diseminación del virus.
Principalmente, insisten en el lavado de manos, el uso de mascarilla, mantener su burbuja social y el distanciamiento físico.
El país está entrando a la sexta semana con descenso sostenido en el número de casos.
El 6 de febrero, el Ministerio de Salud reportó 506 casos nuevos confirmados de covid-19. El número de fallecidos por causas relacionadas con esta enfermedad, ascendía a 2.680 ese día.
La cantidad total de casos confirmados desde marzo del año anterior, alcanza los 196.944.