Los salones de internamiento para enfermos respiratorios en condición moderada están más que llenos, lo cual obligará al Hospital Nacional de Niños a buscar camas en otros servicios para dar abasto con la atención de estos pequeños. Desde hace varias semanas, este centro pediátrico soporta el embate de dos picos simultáneos: el incremento en las hospitalizaciones por menores con covid-19 y el de niños afectados por otros virus respiratorios.
La directora médica de ese hospital, Olga Arguedas Arguedas, confirmó la información y dijo que pusieron en marcha un plan de contingencia para aumentar el número de camas disponibles para estos pacientes.
“Los salones para cuidado moderado del departamento de Medicina se encuentran pletóricos, con una ocupación que excede el 100%. Hoy (30 de agosto), tenemos un 102% sobre la ocupación normal de camas”, explicó Arguedas sobre la situación que enfrenta el hospital este martes.
Los pacientes en condición moderada necesitan alguna forma para suplir oxígeno que no es ni intubación ni ventilación mecánica. Los médicos los tienen con otros mecanismos de soporte, como cámara de alto flujo, cánulas de oxígeno.
La cantidad total de menores internados bajó entre este lunes y martes, pues pasó de 84 internamientos a 81. Sin embargo, se mantienen 16 menores muy graves con infecciones respiratorias en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). De ellos, 12 contrajeron virus diferentes al SARS-CoV-2, y cuatro están en la UCI destinada a casos covid-19, donde solo queda una cama disponible.
De los 81 niños con infecciones respiratorias agudas graves, 69 están con otros virus. Doce tienen covid-19, explicó Arguedas en su informe diario a la prensa.
La semana pasada, el área covid de ese hospital reportó, en promedio, un 53% de ocupación, mientras que la de camas para pacientes con afecciones respiratorias estuvo entre el 102 y el 109%. Según explicó la CCSS, un porcentaje superior al 100% significa la reconversión de áreas y camas destinadas a otros padecimientos para poder internar más pacientes con problemas respiratorios.
Hace una semana, la pediatra especialista en Inmunología, hizo una llamada a los padres de familia o cuidadores de menores de edad a usar el sentido común, sobre todo con los niños más pequeños.
“Los recién nacidos en sus primeros 28 días tienen que mantener una vida controlada en casa, con pocas visitas, bajo ningún concepto pueden ser visitados por personas con síntomas respiratorios. Antes de acariciarlos tienen que lavarse las manos. Si yo fuera madre de un recién nacido exigiría a quienes quieran acercárseles que usen mascarilla”, dijo Arguedas.
Explicó que esas medidas se deben practicar en los primeros tres meses de vida, que los pediatras conocen como ‘el periodo gris’.
“En ese periodo, los bebés pegan muchos sustos: se descompensan fácilmente por episodios infecciosos. Uno no concibe que unos chicos así sean llevados a estadios, a bancos, a supermercados... Siguen siendo altamente vulnerables. Es muy triste”, advirtió Arguedas.
La pediatra también lamentó la poca cobertura de vacunación anticovid en población infantil de otras edades.
Según datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con corte al 22 de agosto, más de 330.000 personas no tienen una sola dosis contra la covid-19, de las tres que componen el esquema completo contra esa enfermedad. De ellas, 130.953 son niños de 5 a 11 años, y 202.105 son personas mayores de 12 años.
A esa cifra hay que agregar a 300.000 menores entre los seis meses y cuatro años, a quienes se les podría proteger contra el SARS-CoV-2 pero que no pueden vacunarse porque Costa Rica todavía no tiene fármacos para este grupo de edad.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE), responsable de la adquisición de las 900.000 dosis que se requieren para proteger a estos niños, no ha precisado fechas de ingreso de estas vacunas. Solo ha indicado que podría ser en el próximo trimestre, que se inicia en setiembre.
Lavado de manos
La CCSS exhortó a la población a mantener medidas como la vacunación, incluida también la que hay contra la influenza, y a mantener prácticas como el lavado de manos.
“El llamado es que nos quedemos con todo lo bueno que aprendimos durante la pandemia, todas esas técnicas de prevención: el protocolo al toser o estornudar, no enviar a los niños a las guarderías, escuelas o colegios cuando están enfermos. Que si hay un adulto enfermo en la familia utilice la mascarilla a la hora de estar en contacto con los niños.
“Hay que seguir haciendo esa higiene de manos insistente y constante porque eso nos ayuda a prevenir otras infecciones”, afirmó Marcela Hernández De Mezerville, pediatra infectóloga del Hospital Nacional de Niños.
Actualmente, dijo Hernández, circulan otros virus respiratorios; entre ellos, el rinovirus, el metaneumovirus y la parainfluenza, que es el virus que produce resfrío con ronquera.
En el caso de la población infantil es necesario, dijo Hernández, que tengan todos los esquemas de vacunación al día ya que las vacunas protegen no solo de las enfermedades respiratorias sino también de otras enfermedades como la otitis, la neumonía y la meningitis.
Según explicó, los virus que producen enfermedades respiratorias pueden entrar de dos maneras al organismo: primero, por las secreciones que se producen a la hora de estornudar o toser sin aplicar la técnica correcta, en un área igual o menor a un metro de distancia.
La otra vía de infección es no hacer una higiene correcta de manos luego de tocar superficies.