El pico de virus respiratorios del 2023 afecta como nunca lo había hecho a los menores de edad no solo por la cantidad de pequeños afectados con el sincitial o el rhinovirus, los dos de mayor circulación en estos momentos, sino porque llena pasillos y hasta oficinas del Hospital Nacional de Niños con camas improvisadas.
Lo inusual de este brote se atribuye, principalmente, a la severidad de los cuadros que ha tenido que atender ese centro pediátrico en las últimas semanas, con internamientos que superan los siete días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Wilburg Díaz Cruz, describió la gravedad de la situación a la Junta Directiva, este miércoles, minutos antes de que el máximo órgano de decisión de la CCSS acordara declarar emergencia institucional.
“Los cuadros respiratorios no eran de la severidad de los de ahora. Al Hospital Nacional de Niños llegan niños que, en 24 horas, requieren un previo a la intubación, y al día siguiente intubación”. Intubar a un menor significa meterle un tubo de plástico por lo boca para abrir sus vías y permitirle respirar.
El otro grupo etario usualmente afectado por estas enfermedades es el de los adultos mayores. Sin embargo, la red hospitalaria de la CCSS tiene más capacidad de atender a la población adulta y adulta mayor, informó el Ministerio de Salud.
Por el contrario, los servicios pediátricos más especializados en la atención de casos respiratorios severos y críticos se concentran en el Nacional de Niños.
Antes de la pandemia por la covid-19, los picos respiratorios de la temporada lluviosa en Costa Rica se prolongaban, a lo sumo, dos semanas, explicó el gerente médico. Este año, se han extendido por seis y hasta ocho semanas.
Los casos pediátricos comenzaron a dispararse en marzo con apenas dos respiros en abril y julio. Amenazan con seguir la tendencia al alza por lo que resta de la temporada lluviosa si no se cortan las cadenas de transmisión.
Este miércoles 20 de setiembre, 117 pacientes amanecieron internados en el Hospital Nacional de Niños. Las atenciones ambulatorias diarias (que no requieren internamiento) rondan ahí las 300.
Además, 22 de las 27 camas de cuidados intensivos de ese hospital están con enfermos respiratorios. Lo mismo ocurre con 23 de los 29 cupos en emergencias, con niños en condición grave.
Este año las muertes infantiles relacionadas con virus respiratorios llegan a 29, informó el director médico del Hospital de Niños, Carlos Jiménez Herrera. Un 70% de esos decesos se produjeron de enero al 15 de julio. Esta es la cifra más alta de fallecimientos por esta causa desde el 2014.
Según datos del HNN, publicados por este diario en julio, en promedio, entre el 2014 y 2017 fallecieron 19 menores de edad por año, con un rango fluctuante entre 16 y 22 casos anuales, con lo cual la cifra de menores fallecidos del 2023 supera el promedio de muertes de años prepandémicos.
Medida urgente
La situación obligó a Marta Esquivel Rodríguez, presidenta ejecutiva de la CCSS, a convocar a una sesión extraordinaria a la Junta Directiva, este 20 de setiembre. El acuerdo para declarar emergencia institucional por el pico de virus respiratorios permitirá utilizar dineros del fondo de emergencias de la Caja, en donde hay alrededor de ¢53.000 millones.
De acuerdo con los datos de la Gerencia Médica, se requieren ¢295 millones al mes para la contratación de 100 personas y comprar más equipo de ventilación para los hospitales, principalmente, el Nacional de Niños.
A falta de la Torre de la Esperanza, este hospital pediátrico ha tenido que ampliar el número de camas y recurrir al apoyo de otros hospitales de la red de la CCSS para que ahí sean atendidos los casos menos severos. Estas medidas forman parte de la estrategia para enfrentar la emergencia.
La Torre de la Esperanza es un proyecto que lleva varado dos décadas. Es una torre de cuidados críticos con servicios reforzados en cuidados intensivos que, si existiera, apoyaría en estos brotes.
Según informó personal técnico de la Gerencia Médica a la Junta Directiva de la CCSS, no se tiene forma de predecir si esta tendencia al aumento de casos va a disminuir en las próximas semanas ni cuánto va a durar.
Con la alerta sanitaria emitida por el Ministerio de Salud, se espera que la población retome voluntariamente prácticas fundamentales para cortar esas cadenas de transmisión, como el lavado de manos, el uso voluntario de la mascarilla, procurar que los niños enfermos no acudan a los centros educativos, y que los papás o cuidadores de bebés y niños menores de cinco años eviten a toda costa llevarlos a sitios concurridos.
Roberto Castro Córdoba, de la Dirección de Vigilancia de la Salud, del Ministerio de Salud, dijo que se podría ver el impacto de este llamado en alrededor de cinco días.
Tendencia al alza
La Gerencia Médica de la Caja reconoció que el Hospital de Niños se expone a una saturación de sus servicios con pocas posibilidades de replicar la atención en otros centros públicos porque ese hospital se ha súper especializado en el cuido pediátrico, sobre todo, el de menores de dos años con enfermedad severa.
Hace un mes, el Hospital Calderón Guardia le prestó al Nacional de Niños 20 enfermeras, una de las medidas a las que se ha recurrido para ayudar a desahogar los servicios.
La CCSS también analizó las capacidades de los centros privados para abordar pacientes respiratorios de alta complejidad. Sin embargo, según informó la Gerencia Médica a la Junta Directiva, la capacidad en los hospitales privados “no es tan alta” para abordar pacientes respiratorios en condición crítica o severa.
Tanto con la alerta sanitaria como con la declaración de emergencia institucional, se espera desahogar los servicios del de Niños, cuya área de emergencias registra una saturación promedio del 165%, informó el gerente médico.
Ese hospital también sobrepasó la capacidad de atención en cuidados intensivos, que ante el brote respiratorio ha llegado a registrar un 130%. Por eso, parte de la estrategia incluye estabilizar al paciente y enviarlo a un hospital regional para continuar ahí su fase de convalecencia.
Con el personal de Enfermería también están llegando a un punto crítico, pues no es cualquier enfermera o auxiliar que puede llegar al Nacional de Niños: debe ser uno especializado en la atención pediátrica.
El funcionario informó que en todos los hospitales de la CCSS hay 413 camas para atender a niños de 12 años o menos. La capacidad de ampliación llega a 122 camas adicionales.
Por ahora, el Ministerio de Salud no contempla medidas radicales como la tomada el año pasado, cuando la anterior jerarca, Joselyn Chacón, ordenó el “receso lluvioso” y suspendió clases en escuelas y colegios, públicos y privados, del 11 al 14 de octubre. Tampoco valora declarar obligatorio el uso de mascarilla.
Pico de virus respiratorios detona emergencia institucional en CCSS
Alerta sanitaria por virus respiratorios: Hospital de Niños recibe 300 casos diarios
Virus respiratorios no ceden en Hospital de Niños ¿hasta cuándo seguirá el pico?
Virus respiratorios cobraron la vida de 20 niños en lo que va de 2023