La posibilidad de implementar un sistema de copago es lo que más dudas genera entre organizaciones de pacientes del plan contra listas de espera, llamado “Ruta de la Salud. Menos espera, mejor servicio”, presentado el 7 de noviembre.
El copago es una de las medidas que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) impulsa para reducir las listas de espera que afectan a más de un millón de personas que aguardan cirugías, procedimientos diagnósticos o citas con especialistas médicos.
La institución también anunció una provisión financiera de ¢200.000 millones los cuales, según la Gerencia Financiera, salieron de inversiones que aparecieron “sin destino específico”. Ese monto quedará disponible a partir del primer trimestre del 2024 para usar en copago y en compra de servicios privados.
La CCSS aún analiza si asumirá el 50% o el 60% del costo de los procedimientos –de una lista específica–, que los pacientes se realizarían en hospitales o clínicas privadas, informó la presidenta ejecutiva de la institución, Marta Eugenia Esquivel Rodríguez, quien presentó el plan al presidente Rodrigo Chaves, ministros y altas autoridades de la CCSS.
La Nación consultó a cuatro organizaciones que apoyan a pacientes para conocer su opinión sobre la propuesta. A continuación, se presenta un resumen de sus observaciones.
Anasovi opuesta
La Asociación Segunda Oportunidad de Vida (Anasovi) es una de las entidades que más ha colaborado en la presentación de recursos de amparo en beneficio de pacientes que enfrentan prolongadas esperas para recibir atención médica o acceder a medicamentos innovadores, siendo la mayoría de ellos personas con cáncer.
Briceida Cantillo Hernández, presidenta de Anasovi, expresó su oposición a la “Ruta de la Salud” y se manifestó “alarmada” ante las decisiones tomadas desde la Presidencia Ejecutiva de la Caja.
La vocera de Anasovi sostuvo que los problemas vinculados a las listas de espera, la fuga de especialistas y la disponibilidad de medicamentos costosos no son situaciones nuevas ni derivan de carencias económicas. Desde su perspectiva, la crisis en las listas de espera se atribuye a la falta de una estructura administrativa eficiente.
Cantillo recuerda que desde el 2004, un informe de una Junta de Notables que proponía soluciones quedó sin atención. También menciona el “Plan Escudo”, implementado durante la segunda administración de Óscar Arias Sánchez (2006-2010), el cual, a su criterio, dejó a la CCSS al borde de la quiebra.
“El problema más grave que tenemos, ¡por el amor de Dios!, son los políticos de turno que toman decisiones muy alejados de los intereses de los pacientes, y estos son los que sufren las consecuencias de esas decisiones”, dijo.
Briceida Cantillo no está de acuerdo con la figura del copago. La considera peligrosa porque amenaza el principio de equidad y salud universal de la institución.
“¿De dónde una paciente va a tomar el 40% para una cirugía de mama, con el cuento que le van a cubrir el 60%? Nos oponemos a este proyecto. Si Marta Esquivel no cambia sus estrategias sin lesionar a los pacientes, debería buscar otro puesto público”, demandó.
Más preguntas que respuestas
Marcela Campos preside la Fundación Mujeres en Rosa. Campos considera que en esta “Ruta de la Salud” se debe considerar a los pacientes como seres humanos con derechos violentados, especialmente, los enfermos de cáncer.
Ella fue paciente oncológica. Cree que una parte fundamental de la solución a las listas de espera está en el Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud y Seguridad Social (Cendeisss), que para ella está obligado a dar datos sobre la cantidad de especialistas que se necesitan y programar la formación del personal faltante.
Esta es su lista de preguntas para las autoridades de la CCSS sobre ese plan:
- ¿Qué pasará con los pacientes oncológicos en esta nueva ruta, que se empezaría a visibilizar hasta finales del 2024?
- En realidad, ¿se está dando la priorización a estos casos?
- ¿Por qué no pagan más a los especialistas de la CCSS y amplían horarios?
- Para los pacientes que van a consulta privada, ¿existirá articulación con la CCSS para que esas pruebas lleguen al EDUS en tiempo y forma? ¿Cómo se hará el pago?
- Hace unos meses, ofrecieron resolver más de 30.000 mamografías en tres meses: ¿Dónde están los resultados?
- ¿Qué va a pasar con los millones adeudados por años por el Estado a la CCSS?
Necesidades apremiantes
La Fundación Vida Nueva Donación y Trasplantes acompaña a enfermos candidatos a trasplante de hígado y a sus familias.
Como Fundación que representa a pacientes, esperan que en esta ruta se incluyan otras necesidades apremiantes, como la espera de los 600.000 asegurados que necesitan un diagnóstico, y mejorar la farmacovigilancia.
También solicitaron estandarizar los protocolos de atención, y dar participación a los especialistas en el análisis de datos para lo que consideran debe ser “una toma de decisiones más ética y efectiva”.
“Hasta que no veamos un verdadero cambio donde el paciente sea el centro de atención y no primen los intereses de grupos y personas, cualquier ruta, estrategia o plan serán solamente un discurso sin sentido”, acotó la Fundación.
Piden anular plan
Sandra Chanto preside la Fundación Nefrología Cr, que ayuda y acompaña a enfermos candidatos a trasplante renal y a sus familias.
Como Organización No Gubernamental (ONG), esta Fundación pide anular el acuerdo de la Junta Directiva de la CCSS que permitió aprobar la “Ruta de la Salud”. Consideran, además, que esta Junta ha tenido muchos vaivenes.
El plan, dijo Chanto, atenta contra todos los principios por los cuales se fundó la CCSS y contra la Ley Constitutiva de esa institución.
La Fundación está en contra de la figura de copago pues cree que llevará a la inequidad, ya que los pacientes serán atendidos por su capacidad económica y no por la urgencia de su condición.
Para ella, el plan no va a resolver la crisis de listas de espera.
Recomendó varias medidas: a la CCSS, trabajar 24/7 en todos los servicios y capacitar a médicos en áreas donde faltan especialistas; al Estado, pagar la deuda que tiene con la CCSS, cuyos fondos podrían ser utilizados en infraestructura, equipamiento y pago de salarios.