Por petición de las autoridades sanitarias, la Policía Municipal mantiene cercada la cuartería en la que vivía el joven que llegó este sábado al Hospital San Juan de Dios en estado de shock y luego falleció.
De acuerdo con el reporte del Ministerio de Salud, el paciente –aún sin identificar– fue llevado por la Cruz Roja a ese centro médico en estado grave y después de morir se le practicó una prueba para determinar si tenía covid-19 y el resultado fue positivo.
Marcelo Solano, director de la Policía Municipal, dijo que colocaron vallas metálicas para impedir el paso de vehículos y personas sobre la carretera que pasa frente a la cuartería, ubicada 100 metros al norte y 200 metros al este de la gasolinera La Castellana.
En ese sitio hay, según la Policía Municipal, 50 personas, cuatro de ellas adultos mayores.
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Una cuartería es un establecimiento que ofrece alojamiento por noche a precios que oscilan entre ¢1.000 y ¢3.000.
Las personas que residen en esas edificaciones viven en hacinamiento, pues deben compartir los baños, servicios sanitarios, cocina y en algunos casos hasta las habitaciones.
Además, la rotación de huéspedes es alta, ya que los clientes permanecen pocas noches en el lugar.
Esos factores son los que, según Solano, obligan a aislar la cuartería para impedir que entren o salgan personas. Esa medida también tiene el objetivo de colaborar con la investigación epidemiológica que hace el Ministerio de Salud para precisar quiénes estuvieron en contacto directo con la persona fallecida.
“En esta cuartería, como ocurre en otras, son salones comunes donde el nivel de hacinamiento es alto, no es como un complejo de apartamentos donde las personas están aisladas en sus casas. Además, no hay arraigo de la persona con la cuartería, muchas de estas personas son inquilinos de paso y se van moviendo de cuartería en cuartería dependiendo del dinero que tengan o dependiendo de donde les agarre la noche.
“Entonces, por ejemplo, las 50 personas que están en la cuartería que tenemos bajo custodia no necesariamente estarán allí dentro de dos o tres noches, por todo eso es que, a diferencia de un complejo de apartamentos, en el que el Ministerio de Salud puede rastrear con mayor facilidad, lo que nos piden es inmovilizar a las personas para no perder la trazabilidad”, explicó Solano.
El director policial agregó que la Comisión Nacional de Emergencias llevó víveres al lugar para garantizar la alimentación de las personas.
En total, hay seis cuarterías con este tipo de aislamientos en el cantón de San José, la mayoría están ubicadas en el distrito La Merced.
Costa Rica reporta, hasta este 5 de julio, 4.996 casos positivos de covid-19, de esa cifra 1.745 (34,9%) logró recuperarse y 19 murieron tras ser diagnosticados con esa enfermedad.
Revisión detallada
El cerco de la cuartería fue montado desde este domingo a la 1 a. m. para impedir el flujo de personas.
Las autoridades sanitarias realizaron una visita, pero este lunes harán una revisión detallada para precisar si hay individuos con síntomas o si requieren hacer test para determinar contagios.
La medida de aislamiento provocó, según la Policía Municipal, molestias entre las 50 personas de la cuartería, pues afirman que deben ir a trabajar o atender actividades personales.