Los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no solo se enfrentan a la fuga de médicos especialistas, que se ha intensificado en los últimos dos años con la salida de 208 profesionales. También el personal de Enfermería, fundamental para las labores de atención y cuidado de pacientes, ya no ve atractivo el ambiente laboral de los hospitales públicos.
La presidenta del Colegio de Enfermeras, Carmen Loaiza, confirmó la situación, la cual explica la apertura de una mesa de diálogo con autoridades de la Caja para discutir temas que son críticos para este grupo profesional: los atrasos en pago de salarios, la subcontratación de enfermeras que se ven obligadas a recibir sueldos menores como auxiliares, y los interinazgos prolongados.
A lo interno de la CCSS, sostiene Loaiza, no les han reportado salida de personal de enfermería como sucede con los médicos. Sin embargo, el fenómeno que el Colegio ha detectado se concentra en dos escenarios principales.
El primero, dijo Loaiza, la falta de interés de las nuevas enfermeras y enfermeros de trabajar para la CCSS: “La oferta es mucha y la demanda en la CCSS es escasa porque no abren plazas nuevas. Ahora los jóvenes no quieren subempleo en la CCSS y quieren trabajar como enfermeros. Además tienen manejo de tecnología y otros idiomas que les permiten fijarse más en la parte privada, incluso en otros países”.
Esto último conduce al segundo escenario, sobre el cual el Colegio de Enfermeras sí tiene más mediciones: la fuga de profesionales a otros países con alta demanda de este personal.
El salto entre el 2021 y el 2022 fue enorme: se pasó de nueve enfermeros que salieron de Costa Rica a trabajar al extranjero a 48.
“Son diferentes países, pero uno de los que se está llevando más es Alemania. Hay un fenómeno mundial. Leí un pronunciamiento del Consejo Internacional de Enfermería que describe cómo los profesionales andan buscando mejores condiciones económicas y laborales aunque sea en otros países.
“Ese Consejo hizo un llamado a los países de renta alta de no llevarse la mano de obra de los profesionales de países de renta baja, porque esto afecta los sistemas de salud. Sin duda, el país desarrollado y con mejores opciones les da mejores oportunidades, pero esto afecta a los más débiles”, dijo Loaiza.
Necesidad sube pero no hay plazas
En la CCSS trabajan 4.642 profesionales en Enfermería y 9.012 auxiliares, según datos de la institución.
El no reconocimiento de especialidades en Enfermería, la afectación en las listas de elegibles por aplicación de circulares administrativas, los nombramientos sin considerar la idoneidad del personal, las listas de espera y el pago oportuno de salarios también son parte de los temas que se analizan en la mesa de diálogo.
Tener enfermeras trabajando como auxiliares perjudica la atención de enfermos. Un reportaje de La Nación, de junio del 2019, reveló la precarización del empleo en este grupo de trabajadores de la salud, que se agudiza con el egreso de unos 1.000 profesionales al año de las ocho universidades que en ese entonces ofrecían la carrera, sumado al lento crecimiento de plazas nuevas en la Caja.
Hace cuatro años, 2.500 de los 18.586 profesionales inscritos estaban desempleados. De ellos, un 82% tenía entre 20 y 34 años de edad. Este 2023, la cifra de desempleados es de 2.226, informó el Colegio.
Actualmente, hay 19.588 enfermeras y enfermeros inscritos en el Colegio, de los cuales 15.605 están activos.
El 17 de enero, Carmen Loaiza se reunió con la presidenta de la CCSS, Marta Esquivel, en la primera cita de la mesa de diálogo para analizar la problemática en Enfermería. Una segunda reunión se realizó el 7 de febrero, y la siguiente será a inicios de marzo.
La directora del Hospital Nacional de Niños (HNN), Olga Arguedas Arguedas, confirmó que solo en ese centro especializado necesitan un centenar de enfermeras.
“Enfermería es otro gran problema pero porque tenemos pocas plazas disponibles en la Caja. Para que el hospital funcione yo necesitaría en este momento, una 100 enfermeras más… Enfermería también amerita atención”, comentó la médica, quien ha tenido que enfrentar la renuncia de 12 médicos especialistas en los últimos 24 meses.
Del grupo, cuatro son anestesiólogos que han obligado a paralizar quirófanos en servicios críticos, como la cirugía cardiovascular pediátrica. Según la Unión Médica, la CCSS ha perdido 208 médicos especialistas entre el 2021 y 2022; de ellos, 66 son médicos anestesiólogos.
Hasta el día de hoy, el gerente médico de la CCSS, Rándall Álvarez Juárez, no se ha pronunciado sobre la fuga de médicos especialistas de la Caja, a pesar de que se le solicitó una entrevista el 24 de enero.
La Federación de Cámaras de Costa Rica (Fedecámaras) exhortó a las autoridades a resolver esta crisis, mientras que el Colegio de Médicos y Cirujanos anunció una reunión con la presidenta de la CCSS, Marta Esquivel, para el 22 de febrero, con el fin de analizar este tema.
“Hay que pensar nuevas fórmulas para que el trabajo en la seguridad social resulte atractivo para los especialistas. Ya eso ahora no es compartido por las nuevas generaciones. Hay que hacer un alto para ver qué podemos modificar.
“Lo otro es que es importantísimo es atender todas las necesidades. Las del primer y segundo nivel son importantes, pero no se puede descuidar el tercer nivel. Nada hacemos con detectar tempranamente una enfermedad si en los otros niveles no hay personal para atender los casos”, advirtió Arguedas en relación con la fuga de médicos especialistas de la institución.