La crisis en el Servicio de Cardiología del Hospital México, durante la cual fallecieron 138 pacientes esperando un cateterismo cardíaco, destapó muchos líos de gestión dentro de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
A un año de haber asumido la Presidencia Ejecutiva de esa entidad, María del Rocío Sáenz repasa las implicaciones de ese nuevo golpe para la Caja, a la luz de los cambios que vienen en camino.
¿Cuál es la lectura que usted hace sobre lo que sucedió en el Hospital México y lo que significa para la CCSS?
Desde que asumimos, identificamos tres ejes: el modelo de atención, el modelo de gestión y el de financiamiento. En el modelo de gestión y en el de atención, se habían identificado algunas áreas importantes, y una de ellas era la oportunidad y la calidad de atención. Es un tema que viene abordándose desde los años 90. Inclusive, en algún momento se planteó una gerencia alrededor de las listas de espera. No quiero refugiarme en el pasado pero eso es un hecho, y ahora nosotros estamos aquí y ese hecho hay que abordarlo.
”El otro tema, el más urgente, es el de la calidad y oportunidad: las listas de espera. Ahí se identificaron acciones de corto, mediano y largo plazo. Las acciones de mediano plazo ven necesario lo que se ha venido haciendo: la depuración de las listas y las llamadas por teléfono, que son necesarias, pero no son suficientes”. Es claro que no podemos seguir depurando las listas, hay que hacer otras cosas.
¿Qué se vio que era importante? La conformación de equipos gestores, integrados por el director de cada establecimiento, por el jefe de servicio, por la gente de redes (registros médicos). Estas personas, en cada uno de los establecimientos, son las responsables de la gestión de las listas de espera. ¿Por qué se planteó ese tema? Porque en el tema de las listas de espera una de las que más pesa es la lista de espera quirúrgica. Ahí, primero, conformar los equipos gestores, segundo, el desarrollo de las habilidades y competencias para la elaboración de esas listas y de esa gestión. Es el empoderamiento de esos equipos y para eso está el director, para que tenga esa fuerza en el proceso de toma de decisiones. Obviamente, hay que desarrollar un sistema informático y tenemos que avanzar en hacer más transparentes las listas de espera. Este tema de listas de espera tiene, por un lado, una optimización de los recursos que tenemos. Eso quiere decir uso de quirófanos, salas, equipos. Y el otro es gestión y transparencia.
Volviendo al caso del Hospital México, ¿se imaginaba la crudeza y la magnitud del problema?
El año pasado, la CCSS había aprobado un presupuesto para atender las listas de espera en Cardiología. En este tema no quiero entrar en detalle porque está en investigación...
Pero, en términos generales, percibían ustedes que había gente muriendo...
Había una preocupación y ocupación de la Junta (Directiva) en el tema sobre la calidad y la oportunidad de la atención porque esto se viene hablando desde hace muchos años. Aquí hay un aspecto importante: por un lado, cuál es la capacidad instalada y, por otro, cuál es la gestión y producción. Lamentablemente, a la institución le falta mucho en el desarrollo de sistemas de información de carácter nacional. Tenemos esfuerzos aislados con muy buenas intenciones, pero muchos de ellos fragmentados.
Ustedes hicieron un esfuerzo millonario el año pasado para atender las listas en Cardiología: $6 millones...
Sí, más o menos...
Sacaron 6.000 casos, 3.000 del Hospital México... Pero ahí sigue, por citar un caso, don Víctor Mesén, esperando en Parrita desde el 2009. ¿Por qué no pasó don Víctor en esa lista? ¿Dónde están los controles? ¿Alguien se está robando esa plata?
Yo no podría decir eso, pero sí decirle que, cuando en enero se analizó la producción con esos recursos, se mandó a diversos establecimientos a revisar que ellos verificaran que no hubiera gente más atrás del 2009, que era donde había empezado esa lista. Cuando se tomó esa decisión de aportar recursos (creo fue en febrero del año pasado), uno de los temas era empezar de los más antiguos a los más nuevos. En febrero de este año, se mandó una nota a cada establecimiento diciendo que verificaran que todas las personas que estaban en el 2009, 2010 y 2011 habían sido atendidas...
Pero ahí sigue Víctor Mesén esperando desde el 2009...
Ahí entramos al otro eje de preocupación, que no es el modelo de atención exclusivamente, es el modelo de gestión, y el grado y niveles de responsabilidad que tenemos dentro de la institución. Creo que tenemos claroscuros: programas muy exitosos a nivel nacional donde la gente ha visto con preocupación algunas acumulaciones en las listas de espera y rápidamente empiezan a gestionar... En otros, no tenemos necesariamente esa agilidad.
¿Qué va a pasar con la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE)?
Casi estoy segura de que, en medio de este análisis y proceso de reestructuración, el nivel central (la UTLE) será una de las áreas por redimensionar.
¿No va a desaparecer?
No quisiera adelantar criterio, pero sin duda va a ser un tema de discusión.
¿A qué se refiere cuando dice “redimensionar”?
Estamos reconociendo hoy que, después de 20 años, las acciones han sido necesarias pero no suficientes, porque tenemos que hacer otras acciones y, de esas acciones, algunas son estas que estamos planteando, pero otras no las hemos diseñado todavía. Estamos empezando a llegar al fondo del problema.
Viendo el caso del México y situaciones que se han concentrado en el Calderón Guardia (tráfico de órganos, robo de sangre, insumos de ortopedia), cualquiera puede decir que la CCSS se está cayendo. ¿Cuál es su visión del futuro de la institución?
Primero, tengo que decir que Costa Rica tiene un modelo de salud exitoso. Somos un país exitoso a nivel latinoamericano y a nivel mundial. Con un modelo solidario, con participación del Estado, los empleadores y trabajadores. Es un sistema exitoso, con grandes retos que hay que afrontar en una forma responsable, articulada y con visión, pero con metas.
¿Se van a buscar responsables en lo administrativo y político sobre todo lo que ha sucedido en torno a las listas de espera?
La institución no puede delegar la responsabilidad administrativa que tiene. En eso hay investigaciones que se están haciendo. Son complejas porque hay que respetar, no solo el debido proceso, sino recabar información. Recordemos que en el caso del Hospital México, la primera decisión que tomó la Junta Directiva fue conformar un grupo independiente que tiene que rendir informes en un mes.
¿Veremos responsables por este tema?
Dentro de lo que estamos analizando a nivel de la institución es la revisión de los procedimientos administrativos. Todos, a nivel gerencial y estratégico de la CCSS, estamos preocupados por el tiempo que duran las investigaciones, y por el desfase que hay entre el hecho y el establecimiento de responsabilidades.
”Hay varias propuestas para revisar el tema del debido proceso. Pero como se está dando una revisión de toda la Caja, puedo adelantar que hay una propuesta institucional sobre cómo incorporar la resolución alterna de conflictos, como un mecanismo para sacar un montón de casos que se están dando desde la administración, que les quitan el foco a los temas de fondo”.