Entre los diferentes hospitales de la Caja se hacen, diariamente, un promedio de 20 traslados terrestres y, al menos, un traslado aéreo de enfermos de covid-19.
Realizar esos transportes, ya sea por carretera o aire, para asegurar una cama a enfermos críticos o severos en San José, implica una sincronía casi perfecta en la coordinación que se necesita, no solo entre los servicios de salud, sino entre otros que participan para garantizar oportunidad y calidad en la atención de estos enfermos.
Esta coordinación es uno de los factores a los que el gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Mario Ruiz Cubillo, atribuye que, hasta esta ahora, los servicios hospitalarios no hayan colapsado tal y como se preveía a inicios de enero.
Los tumultos que se vieron a final de año en diferentes partes del país hicieron que los técnicos lanzaran pronósticos y estimaran una demanda muy superior a la capacidad instalada entre la segunda y tercera semana de enero. No ha sucedido, al menos hasta ahora.
El reporte de camas de la CCSS, el viernes 22 de enero, registraba para ese día 21 camas libres para atención de enfermos críticos, de las 109 disponibles para esos pacientes: un 79% de ocupación.
De las 240 camas para enfermos en condición severa, 117 estaban libres al finalizar ese 22 de enero. Todos estos datos, ha aclarado insistentemente la CCSS, varían de un momento a otro por razones que incluyen fallecimiento de enfermos, egresos y traslados a salón.
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Según Ruiz, quien a inicios de enero dijo que “solo un milagro” evitaría el colapso de los hospitales en estos días, se mantiene una “alta presión hospitalaria”.
“La ocupación de camas críticas es del 79% y de camas severas del 51%. (...) Los equipos de trabajo de todos los hospitales y áreas de salud se han asegurado que los pacientes tengan la mejora atención en el menor tiempo posible.
“Los sitios donde en estos momentos se ven más pacientes con necesidad de internamiento son la región Brunca y la Huetar Atlántica, porque el virus se va moviendo por regiones.
“Nos hemos asegurado, hasta donde se ha podido, que esas regiones no se saturen, y trasladar pacientes al área metropolitana. Vamos a seguir ahí hasta que el cuerpo aguante”, explicó el gerente.
En todos estos operativos no solo participa personal de la CCSS, también de Fuerza Pública, Tránsito, Vigilancia Aérea y Comisión Nacional de Emergencias, para citar algunas de un grupo grande de instituciones.
Ruiz reconoció que entre las hipótesis que manejan sobre este comportamiento, está una eventual disminución de casos positivos, atribuida a que la gente no está consultando en los servicios de emergencias para realizarse la prueba.
“Tenemos capacidad de realizar más pruebas, pero no está llegando gente. Hay personas que se enferman pero no tan severamente, y no van a los servicios porque tener covid positivo implica una orden sanitaria. Esta es una de las posibilidades.
“Lo que también hemos analizado es que en diciembre las personas con más factores de riesgo posiblemente se cuidaron y evitaron exponerse a aglomeraciones, y las aglomeraciones que vimos hayan sido de personas que no tuvieran esos factores de riesgo. Son hipótesis”, aclaró Ruiz.
Otra de las posibles causas de la contención de demanda hospitalaria podría también estar relacionada con medidas para restringir la movilidad de las personas, que pudieron contribuir a evitar la propagación del virus.
Hasta el viernes, se mantenía una reducción de las hospitalizaciones y un promedio diario de 17 fallecidos por causas relacionadas a la covid-19.
A pesar de lo anterior, reiteró el gerente, el sistema se mantiene con una fuerte presión y hay días donde la ocupación alcanza un 85% o 90% de la capacidad total instalada.
“Tenemos que ser claros que el sistema está bajo una presión impresionante. Tenemos que agregar las mutaciones del virus, que se caracterizan, en teoría, por ser más contagiosas, aunque todavía no se ha reportado que sean más agresivas a la hora de enfermar.
“Pero se han reportado en más de 50 países, algunos de ellos de Latinoamérica. No descartamos que llegue acá. Pero si llegara, aumentará la tasa de contagio, y los pacientes hospitalizados”, advirtió Ruiz.
“Este año, tenemos que seguir trabajando para salir adelante de esta emergencia, usando la técnica y la ciencia. La vacuna evita que se enferme severamente, pero no es una cura como tal. Mientras estemos en pandemia, tenemos que promover los valores de la fe, la esperanza y la solidaridad”, dijo Ruiz.