La majestuosidad y elegancia con la que se visten en verano los árboles de cortez amarillo y roble sabana aliviarán el espíritu agitado de cientos de transeúntes en la intersección de La Galera, que conecta los cantones de La Unión y Curridabat. Será cuestión de unos cuantos años para que estos hermosos gigantes comiencen a mover sus hojas y a desprender sus flores como regalo para conductores y caminantes.
Desde este 15 de octubre, un millar de árboles y plantas ornamentales, con especies nativas como el tucuico verde y rojo, cortez amarillo, roble sabana y casco de venado empezaron a extender sus ramas hacia el cielo, en el terreno que quedó disponible luego de los trabajos que se hicieron para dar fluidez al tránsito en esa concurrida vía.
Será un bosque, y uno muy especial: el primer “bosque compasivo” de Costa Rica, que se anuncia como un sitio donde las personas que lo visiten encontrarán paz y bienestar, además de que se convertirá en un tributo para quienes estén llegando al final de sus vidas, o ya no estén entre nosotros.
Este primer “bosque compasivo” también promete reconocer y valorar el rol de los cuidadores de personas adultas mayores y de enfermos en etapa terminal, así como el papel del servicio de Cuidados Paliativos.
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Este espacio verde en La Galera es fruto de una alianza público-privada entre la Fundación Partir con Dignidad que, junto con Coopenae, lidera el proyecto de ciudades compasivas en Costa Rica, y la Dirección de Seguridad y Embellecimiento de Carreteras del MOPT, Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), la Fundación Banco Ambiental (Funbam), y la Asociación de Desarrollo Integral de Calle Blancos.
“El primer ‘bosque compasivo’ es un ejemplo vivo de esfuerzo conjunto. Estamos sembrando más que árboles. Sembramos compasión. Este bosque sensibilizará sobre el hermoso valor de la compasión a quienes pasen por esta carretera, siembren un árbol, descansen bajo su sombra o caminen sobre sus hojas.
“Aquí vendrán personas en proceso de duelo a sembrar un árbol en agradecimiento por la vida de un ser querido o por haber tenido el privilegio de cuidarlo y honrarlo al final de sus días”, destacó el médico Ernesto Picado Ovares, fundador de la Fundación Partir con Dignidad.
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El bosque también tendrá impacto socioeconómico directo, pues generará empleo para 25 personas de poblaciones prioritarias, que se encargarán de su cuidado y mantenimiento.
Gustavo Ulloa, jefe de Sostenibilidad de Coopenae, afirma que el proyecto logra unir esfuerzos para sensibilizar sobre la dignidad y la compasión entre las personas. Destacó, además, que este primer bosque compasivo busca mejorar la salud mental de quienes pasan a diario por esta zona.
El director de Seguridad y Embellecimiento de Carreteras, del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, (MOPT), Steven Piedra Oviedo, explicó que la intervención con árboles en esta intersección vial permitirá filtrar el agua y evitar la escorrentía en carretera. Además, enfatizó, embellece el paisaje, reduce el estrés y mejora la calidad de vida de las comunidades.
Este primer “bosque compasivo” beneficiará directamente a casi 200.000 habitantes de los cantones de Curridabat y La Unión.
Ciudades compasivas crecen en Costa Rica
El proyecto para crear Ciudades Compasivas en Costa Rica, liderado por la Fundación Partir con Dignidad y Coopenae, es una iniciativa comunitaria. Ofrece un programa integral de apoyo a pacientes en etapa terminal, a quienes se les da acompañamiento comunitario y atención especializada.
El cantón Central de Cartago se convirtió en la primera Ciudad Compasiva de Costa Rica, el 14 de octubre del 2023. En la actualidad, desarrolla acciones comunitarias para fortalecer el apoyo a la población más vulnerable que requiere cuidados paliativos o está al final de su vida, así como a familiares y cuidadores.
Actualmente, nueve comunidades siguen la metodología de New Health “Todos con vos” para certificarse como ciudades compasivas. Se trata de Curridabat, San Rafael de Heredia, Oreamuno, Tucurrique, Upala, Turrialba, Paraíso, Alvarado y El Guarco.