La Defensoría de los Habitantes pidió al Ministerio de Salud explicar el sustento de la circular que prohíbe el etiquetado frontal de advertencia en aquellos alimentos con alto contenido de sodio, azúcar o grasas.
Salud debe presentar el informe a la Defensoría en un plazo de cinco días, con la información sobre los criterios técnicos y legales que guiaron su determinación.
La Defensoría tiene la intención de adoptar una postura respecto a este asunto, ya que ha identificado opiniones diversas tanto a favor como en contra de la circular emitida por el Ministerio el pasado 22 de junio.
Además, anunció que investigará la posición de la entidad, ya que el año pasado la Organización Panamericana de la Salud (OPS) más bien instó a Costa Rica a identificar los productos con altos contenidos en azúcares, grasas y sodio a través de un etiquetado frontal.
Incluso, la Organización de Naciones Unidas (ONU) invitó a la Asamblea Legislativa a desarrollar una nueva iniciativa de ley para avanzar en esa dirección.
El etiquetado de advertencia en alimentos que fue eliminado por el Ministerio de Salud a través de la circular de junio, contaba con el pleno respaldo de esa misma institución un año atrás.
Durante la presentación de un estudio que comparaba las formas de alertar a la población costarricense sobre alimentos procesados con niveles mayores de calorías, sodio, grasa o azúcar, el entonces viceministro de Salud, Alexei Carrillo, destacó la importancia del etiquetado frontal de advertencia.
“Desde una perspectiva de derechos humanos, el etiquetado nutricional frontal constituye una real herramienta importante para proteger la salud pública y a los consumidores.
“Los alimentos no saludables son uno de los principales factores de riesgo modificables asociados con las enfermedades no transmisibles y la obesidad”, aseveró Carrillo en junio de 2022.
Sin embargo, la actual ministra de Salud, Mary Munive, justificó la decisión de prohibir el etiquetado con el argumento de que Costa Rica se rige por reglamentos centroamericanos.
La reglamentación nacional y centroamericana vigente, justificó la ministra, no establece parámetros específicos que determinen cuándo un alimento tiene “alto” o “exceso de” algún nutriente importante, tales como calorías, grasa, azúcares o sodio.
En la circular, además, se obliga a importadores y distribuidores a ocultar las etiquetas en aquellos productos que vienen de otros países que las traen.
Recientemente, como confirmó la Defensoría, en la Asamblea Legislativa se presentó un nuevo proyecto para el etiquetado frontal con advertencias nutricionales en productos alimenticios o bebidas sin contenido alcohólico.