La polémica por la compra de 59 equipos defectuosos para realizar ultrasonidos en clínicas y hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) tiene un nuevo capítulo, pues Siemens Healthcare Diagnostics confirmó que cambió de criterio y acepta sustituir 25 aparatos (modelo Acuson S3000) por otros de mejor calidad que permitan obtener imágenes médicas precisas para el diagnóstico de pacientes.
La información fue confirmada por la compañía a través de un correo electrónico remitido a este diario.
“(...) Se llegó a un acuerdo satisfactorio para que 25 equipos sean reemplazados por unidades nuevas de un modelo que ofrece una calidad de imagen superior, sin ningún costo adicional para la CCSS”, expresó el contratista a través de su agencia de Relaciones Públicas.
Los otros 34 fueron revisados por técnicos del proveedor y concluyeron que con ajustes e incorporación de otros accesorios era posible obtener imágenes médicas satisfactorias.
Los 25 Acuson S3000, valorados en $1,3 millones, fueron recibidos de manera satisfactoria, en 2020, por la Dirección de Equipamiento Institucional. Sin embargo, desde su puesta en operación varios centros médicos informaron de problemas, pues obtenían imágenes “deficientes” que dificultaban el diagnóstico de los asegurados.
Aunque, según un informe de Auditoría Interna de la CCSS, los médicos reportaron las fallas desde la entrega de las máquinas, Rónald Ávila Jiménez, en ese entonces director de Equipamiento Institucional, solicitó la sustitución hasta enero de 2022.
De los 32 clínicas y hospitales consultados por la Auditoría Interna, cuatro respondieron que no utilizan los Acuson S3000 por los problemas mencionados (Hospitales de Grecia, Cartago, Puntarenas y Liberia) y otros cuatro (Hospitales México, San Juan de Dios, San Ramón y CAIS de Puriscal) dijeron que los emplean “ocasionalmente” o los “cedieron” a instalaciones médicas que atiende casos no complejos.
También, del total de recintos consultados, 18 expresaron inconformidades con esas herramientas de trabajo y otros 11 manifestaron que, ante la necesidad, las utilizan, pero advirtieron sobre “la carencia de confiabilidad sobre las imágenes”.
Desde julio de 2022, la CCSS y el contratista mantuvieron una disputa por el reemplazo de los 25 dispositivos. Por ejemplo, en julio del presente año, Siemens Healthcare Diagnostics planteó que aceptaba cambiar 11 y ajustar 14. No obstante, la CCSS insistió en el reemplazo.
El reemplazo
La Auditoría Interna informó de que, como parte del seguimiento a este asunto, determinó que, desde el pasado 28 de agosto, José Andrey Brenes González, jefe del Área Equipamiento; Luis Valenciano Jiménez, administrador de la contratación y María Paula Esquivel Asenjo, actual directora de Equipamiento Institucional, confirmaron que el proveedor admitió cambiar los 25 equipos.
El compromiso de la empresa es sustituir 12 de los 25 aparatos, a partir del 4 de diciembre de 2023. Para instalar los 13 restantes tendrá 60 días.
La Auditoría Interna enfatizó en que, pese a que pasaron dos años entre la recepción y la solicitud de reemplazo, “existe una obligación del contratista de corregir la entrega defectuosa por vicio oculto o por incumplimiento contractual, según lo establecido en el bloque de legalidad”.
Un aspecto por el cual el ente fiscalizador llamó la atención a la Dirección de Equipamiento Institucional fue que, a la hora de recibir los dispositivos, no constan documentos “que permitan evidenciar la aplicación de las pruebas de funcionamiento y la revisión de todos los aspectos técnicos solicitados”.
En las actas de recepción, agrega el auditor, los funcionarios a cargo de la verificación se limitaron a escribir “equipos en excelente estado y funcionamiento”. No obstante, en algunas de las actas ni siquiera aparece el nombre de la persona que recibió los dispositivos, en otros casos aparece el nombre, pero no la firma.
Según el informe, la recepción de los equipos era responsabilidad de Ávila Jiménez, en ese entonces director de Equipamiento Institucional, y Brenes González, jefe del Área de Gestión de Equipamiento.
La Auditoría Interna no confirmó ni descartó que traslade este caso para que se realicen investigaciones administrativas con el fin de determinar la eventual responsabilidad de funcionarios. Lo mismo respondió al consultarles si enviará el asunto al Ministerio Público.
“Este caso continúa siendo revisado y valorado por la Auditoría”, concluyeron.
En total, por los 59 aparatos, la CCSS pagó $3,1 millones.