En la actualidad, miles de familias se enfrentan a la adicción de uno de sus miembros y no saben qué hacer, cómo manejar la situación y, en especial, cómo ofrecer ayuda a la persona adicta. Solo en 2023, el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) atendió a 23.765 pacientes, la cifra es un 28,6% mayor a los atendidos en 2020.
Ese dato solo muestra una porción del problema, pues se debe sumar a las personas que buscan ayuda en servicios médicos privados y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Desde febrero, La Nación solicitó a la Caja las estadísticas de consultas por adicción, pero la entidad no los remitió antes del cierre de esta información.
Lo primero que debe tener claro la familia, según los expertos, es que el abuso y dependencia de sustancias psicoactivas es una enfermedad y requiere tratamiento médico.
Luis Sandí, psiquiatra del IAFA y especialista en el manejo de adicciones, explicó que, con frecuencia, el adicto niega estar enfermo o minimiza el problema, a eso se suma la negación de las familias por el temor al qué dirán los demás o por desconocimiento.
El experto enfatizó que la persona adicta y su familia deben buscar ayuda en etapas tempranas de la enfermedad y no cuando se llega a extremos de pérdida de empleo, violencia, delincuencia o indigencia.
Vea un video con cuatro consejos claves lidiar con un familiar adicto:
Agregó que, además, deben entender que dejar de consumir no es la solución al problema, que eso apenas representa un primer paso.
“Dejar de consumir es apenas el 5%, tienen que cambiar el estilo de vida, tienen que hacer ejercicio, tienen que alimentarse bien, dormir bien, tienen que resolver problemas emocionales, tienen que sanar heridas emocionales de su infancia e ir a grupos de alcohólicos anónimos. Hay un montón de cosas por hacer”, dijo Sandí.
Para ayudarle a saber cómo enfrentar la adicción de un ser querido, preparamos, basados en el criterio de varios expertos, los siguientes cuatro consejos claves:
1. Actuar
Si en su entorno hay una persona que abusa de sustancias, no espere a que la enfermedad avance, no espere a que empiece a faltar al trabajo por consumir o comience a robar cosas del hogar para venderlas en la calle y así comprar drogas. Es falso que se deba esperar a que el adicto toque fondo, eso es un mito.
“Lo ideal es que ante cualquier consumo que esté haciendo daño, podría ser daño a la misma persona adicta o a terceros, se debe actuar inmediatamente con un acercamiento afectivo y respetuoso”, comentó Sandí.
Añadió que se debe comprender que la persona adicta está sufriendo, que no consume drogas o se intoxica por gusto o por “estar de fiesta”.
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2. Comunicarse
Quienes están alrededor de la persona adicta deben encontrar la forma y el espacio para hablar con ella y hacerle ver su comportamiento y las consecuencias. Debe darse un “enfrentamiento cordial”.
“Se le puede decir: ‘vea, hemos visto que usted cada vez que hay una fiesta hay que juntarlo de borracho’ o ‘vea, está tomando todos los fines de semana o todos los días’.
3. Empatía
Ningún adicto lo es por gusto, nadie es feliz intoxicándose o viviendo en la calle. Los expertos indican que nadie decide ser adicto, sino que hay factores genéticos, emocionales y sociales que llevan a las personas al abuso y dependencia de estupefacientes.
Por eso es necesario ponerse en los zapatos de la persona adicta, preguntarse qué es lo que está sucediendo, qué es lo que lo lleva a un consumo problemático, por qué se está haciendo daño o haciéndole daño a otros.
Los psiquiatras y psicólogos consultados expresan que, a la hora de recibir a los pacientes, ninguno manifiesta satisfacción por su condición de consumo. Por el contrario, son conscientes de su enfermedad y de las consecuencias como la pérdida de lazos familiares, sociales, el deterioro físico, emocional y otros, pero al mismo tiempo son incapaces de salir de esas situaciones.
4. Insistir
Si se confronta al adicto y no hay una respuesta positiva de su parte, no acepta que tiene un problema y no admite que debe buscar ayuda de profesionales, lo que se recomienda es perseverar. Intentarlo todas las veces que sea necesario, recomiendan los expertos.
“Con el tabaco nos ha ido muy bien, usted le dice a una persona: “vea, está fumando mucho, eso produce cáncer, aterosclerosis e infarto’, es posible que la persona conteste que ya sabe eso y que no le interesa dejar de fumar, pero cuando se le dice varias veces, eso va produciendo efecto, comienzan a reflexionar al respecto”, comentó Sandí.
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La excepción
De acuerdo con el IAFA, esos consejos deben aplicarse siempre y cuando no esté en peligro la integridad física de la persona adicta o sus familiares. En casos en los que el consumo de drogas termina en violencia doméstica, amenazas, robos o pone en riesgo a menores de edad se debe actuar de forma más severa llamando a la Policía, solicitando medidas de protección ante las autoridades judiciales, o la ayuda de entidades como el Patronato Nacional de la Infancia, entre otras.
Datos del IAFA demuestran que el abuso de estupefacientes es un problema creciente en el país y que se disparó luego de la pandemia. Desde el 2020, las atenciones en el IAFA crecieron un 32%.