Las visitas de los asistentes técnicos de atención primaria en salud, conocidos como Ataps, estuvieron suspendidas por la pandemia. Antes de la covid-19, al menos una vez al año cada casa en el país era visitada presencialmente por este personal de los Ebáis para llevar los controles de personas con enfermedades crónicas, embarazos, adultos mayores y niños, entre muchas otras tareas.
La pandemia frenó estas visitas, casa por casa, las cuales se retomaron hasta hace pocos meses, aunque no con toda la fuerza, pues la vacunación anticovid y más recientemente la de influenza han requerido muchos de estos recursos. ¿Qué se encontraron los Ataps al retornar a los hogares en esas primeras visitas?
La Nación conversó con voceros de los Ebáis administrados por Coopesaín (Tibás), Coopesalud (Pavas) y Coopesiba (San Pablo y Barva de Heredia), cuyo personal de atención primaria retomó estas labores en 2022.
Entre los principales hallazgos en los primeros recorridos, puerta a puerta, por barrios en comunidades como Tibás, en San José, y San Pablo de Heredia, están los siguientes:
- Personas que han interrumpido el control de enfermedades como diabetes, presión alta y asma. Fundamentalmente, suspensión de medicamentos por miedo a ir al Ebáis, o reducción de las dosis para ‘rendir’ los fármacos.
- Rezago en otros esquemas de vacunación infantil y para adultos mayores.
- Desconocimiento de los medicamentos que toman para controlar sus enfermedades.
- Personas que perdieron el aseguramiento por dificultades económicas, que incluyen la pérdida de empleo o la reducción de jornadas laborales.
- Mucha necesidad de consulta por salud mental debido a episodios de ansiedad y depresión, que se exacerbaron o se detonaron con la pandemia.
- En sitios como Pavas se encontró más delincuencia y ventas de drogas, lo cual se atribuye al desempleo.
LEA MÁS: Técnicos de Ebáis encaran dificultades para atender familias en sus casas: ‘Faltan muchas manos’
No se ha hecho un estudio para precisar el impacto de lo anterior entre sus poblaciones.Tampoco se cuenta con datos recientes pues el hackeo a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), del 31 de mayo, frenó temporalmente tener esa información en tiempo real.
Sin embargo, las primeras visitas encienden algunas alertas que resulta importante mencionar.
Desafíos a tomar en cuenta
Aunque la pandemia no detuvo del todo los controles desde los Ebáis, porque muchos se siguieron haciendo por teléfono, el retorno de las visitas implica nuevos desafíos para estos centros de salud.
Uno de los más importantes es que la gente está más reacia a recibir al personal en su casa, a abrirle las puertas y dedicarles todo el tiempo que se necesita, según contó el Ataps de Coopesiba, en Barva de Heredia, Gilberth Villanueva.
Estas visitas requieren, por ejemplo, revisar información sobre presión arterial, vacunación y medicamentos, toma de la presión, actualización de datos de contacto, entre otras.
“El primer contacto, persona a persona, fue difícil. Nos atendían cinco minutos y desde la calle. El miedo al contagio de la covid-19 hizo que muchos dejaran el control de sus enfermedades y otros tomaban sus medicamentos de forma intermitente. Con los días, ya nos han permitido entrar un poco más a las casas”, dijo Villanueva, uno de los siete Ataps de Coopesiba (ocho en total, con uno que cubre permisos o incapacidades).
Denisse Argüello, jefa de Atención Primaria en Coopesiba, en San Pablo de Heredia, es responsable de los Ataps. Dijo que durante estos meses este personal ha sido el responsable de llevar la vacunación anticovid a todos los rincones. Luego, la de influenza, que todavía está en desarrollo porque la respuesta de la gente no ha sido la esperada.
LEA MÁS: Ebáis funcionan con servicios anclados en siglo pasado
Poco a poco, dijo Argüello, han empezado las visitas domiciliares presenciales, y entre las prioridades está revisar los esquemas de vacunación porque mucha gente los dejó de lado.
“Nos hemos organizado para revisar la vacunación en el escenario escolar, con la actualización de los esquemas para población entre 7 y 10 años, virus del papiloma en niñas, tétanos y otras. El retorno nos enfrenta a nuevos escenarios y estamos ajustando la vista a esto.
“En el caso de las cooperativas, estamos visitando casas los sábados. Por ejemplo, se coordina con anticipación con los condominios para que los residentes nos reciban y confíen en que es personal de salud el que los visitará”, explicó Argüello.
Monserrat Navarro, jefe de Enfermería del área de salud de Pavas, administrada por Coopesalud, confirmó que el regreso de los Ataps a las calles de Pavas, en San José, encontró más desempleo entre las familias visitadas, y un aumento de la delincuencia y de la venta de drogas por la misma causa.
Vilma Malespín, jefa de Enfermería en Coopesaín, cooperativa que administra servicios en Tibás y comunidades aledañas, considera estratégico retomar con fuerza las visitas domiciliares porque, dijo, los Ataps son un puente de comunicación entre hogares y áreas de salud. También son agentes de educación y de cambio.
El hackeo a la Caja complicó las cosas, y ¿qué pasó?
Entre los descubrimientos, según Malespín, está una gran cantidad de usuarios con tratamiento de años, quienes todavía no saben cómo se llaman las pastillas que toman. Esto complicó su seguimiento luego del ciberataque, pues la emergencia dejó a los médicos sin acceso a información del expediente de salud de los asegurados.
“Sin duda, debemos buscar estrategias para que el Ataps tenga un acercamiento más efectivo, modificando horarios y formas para acercarse a la gente. Ya ha pasado que delincuentes se hacen pasar por funcionarios. Es complicado”, dijo Malespín.