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El fentanilo, una droga sintética de alta potencia que se convirtió en una amenaza en el panorama de la salud pública en los últimos años. Perteneciente a la familia de los opioides, esta sustancia es una de las drogas más peligrosas y letales disponibles en el mercado ilícito.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el fentanilo se utiliza como analgésico y anestésico. Es aproximadamente de 50 a 100 veces más potente que la morfina y sus compuestos químicos —como el carfentanilo, el acetilfentanilo, el butirfentanilo y el furanilfentanilo— se relacionan con el incremento rápido de muertes por sobredosis de opioides.
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“Existen pruebas de que los traficantes de drogas pueden estar añadiendo fentanilo a sus productos (como la heroína) para incrementar su potencia y vendiendo fentanilo como comprimidos falsificados, creados para que parezcan medicamentos sujetos a receta”, explica la OMS en su página web oficial.
Ante una sobredosis de opioides, los expertos en salud recomiendan la administración de naloxona, un antídoto que puede revertir por completo los efectos de la sobredosis si se administra a tiempo.
Sin embargo, generalmente el acceso a la naloxona está restringido a profesionales de la salud. Por lo tanto, en caso de sospecha de una sobredosis por fentanilo, es crucial llevar a la persona afectada a un centro médico lo antes posible.
