Las estaciones de lavado de manos con su respectivo lavatorio, jabón, toallas y basurero deberían sobrevivir a la pandemia por la covid-19. Está más que demostrado que lavar las manos con agua potable y jabón es una práctica protectora contra infecciones intestinales y respiratorias.
Sin embargo, en muchos lugares estas estaciones de lavado tienen síntomas de estar a un pie de pasar al baúl de los recuerdos. Prácticamente han desaparecido o, en el mejor de los casos, se transformaron en piezas de museo por el estado de abandono en el que se encuentran.
Al director del Laboratorio Nacional de Aguas, de Acueductos y Alcantarillados (AyA), Darner Mora Alvarado, le preocupa este desinterés en mantener una práctica protectora de la salud, con abundante evidencia científica.
Mora, quien también es microbiólogo y salubrista, inició una serie de gestiones para contactar a la ministra de Salud, Joselyn Chacón Madrigal. Confirmó que está interesado en conversar con la ministra para saber si ella “logra empujar la caravana”. Hasta ahora, no ha podido conversar con la jerarca.
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El salubrista se refiere a evitar la eliminación de las estaciones de lavado de manos de sitios como comercios, restaurantes y hospitales.
“Ya se quitaron las mascarillas, pero se debería mantener permanentemente la práctica de lavado de manos con agua potable y jabón. Y las estaciones de lavado son clave en fomentar esta cultura”, sostiene Darner Mora.
La higiene de manos fue una de las prácticas impulsadas para reducir el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2, el coronavirus que causa la covid-19.
Un estudio del Laboratorio Nacional de Aguas y también datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) demostraron que este hábito colaboró en una reducción significativa de los casos de diarrea, en el 2021.
Según Mora, cuando las personas se sintieron más liberadas luego de meses de fuertes restricciones, asumieron que el lavado de manos ya no es necesario.
“Hicimos un gran esfuerzo para hacer del lavado de manos una práctica y una cultura. En el Programa Bandera Azul Ecológica, incluimos una categoría en la que reconocemos el funcionamiento de las estaciones de lavado de manos y otros elementos de higiene, como servicios sanitarios limpios. Esta categoría sigue vigente porque consideramos que la práctica se debe mantener”, explicó el funcionario.
Según el salubrista, el abandono, deterioro y desaparición de las estaciones de lavado de manos en diferentes puntos de concentración masiva, forma parte de una secuencia de hechos, que para él se inicia cuando se quita el decreto de emergencia por la covid-19.
“Entiendo muy bien que es por mejorar la economía, pero nunca se debería desestimular el lavado de manos”, insistió el director del Laboratorio Nacional de Aguas.
El salubrista espera el final del 2022 para realizar un nuevo estudio y comprobar, con datos, lo que está seguro que pasará: que la transmisión de enfermedades estomacales y respiratorias se disparó durante este año por el debilitamiento de esta medida de salud pública.
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“El lavado de manos y la higiene debe ser algo cultural. Pasa a ser cultural cuando se hace de forma inconsciente. Al lugar que uno va a almorzar o cenar, lo lógico es lavarse las manos. Ahora la gente se lo brinca, y eso sí me preocupa porque se hizo un gran esfuerzo con promocionar esta práctica, y ahora solo hay silencio”, sostiene el salubrista.
Para él, la situación actual refleja el mismo escenario de una casa abandonada y deteriorada.
“La gente termina desmantelándola. Lo que hemos hecho es desmantelar la poquita cultura de higiene y lavado de manos que obtuvimos con la crisis sanitaria. ¿Por qué no promover el lavado de manos?”, insiste.
Por esta razón, agrega Mora, sigue en gestiones para ser recibido por la ministra de Salud. Explica que espera hablar con ella y convencerla de impulsar nuevamente el lavado de manos, y para esto le ofrecerá el Programa Bandera Azul Ecológica.
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“No es mayor cosa tener una estación, por ejemplo, en una soda o restaurante. Le da seriedad y elegancia al establecimiento, que más bien jala gente. Es un ganar ganar. Lo que pasa es que la ley del mínimo esfuerzo ha hecho que muchos locales las quiten”, asegura.
Este miércoles 21 de diciembre, la CCSS hizo un llamado a mantener prácticas como el uso de mascarillas en espacios cerrados y poco ventilados, el lavado de manos y la vacunación, de cara a las celebraciones de fin de año, que convocan a cientos de personas.
Lo anterior, como una medida de prevención ante el incremento sostenido de enfermos de covid-19 hospitalizados en las últimas tres semanas.