Raquel Mechoulam Villalobos, conocida en las redes sociales como Raquel por la vida, ha ganado miles de seguidores que la ven como un ejemplo de entereza desde que compartió su experiencia sobre cómo un cáncer de mama metastásico transformó su vida.
Con una maestría en Gerencia de Proyectos y trayectoria como administradora de empresas, Raquel Mechoulam se alejó en junio de las redes sociales debido al desarrollo de la enfermedad, diagnosticada hace cuatro años, especialmente luego de la aparición de varios tumores cerebrales que confirman su estado de paciente terminal.
El lunes 25 de julio, Raquel Mechoulam hizo una breve aparición en sus redes sociales para compartir cómo pasa sus días, admitiendo sin rodeos que se encuentra en la fase terminal de su enfermedad.
Su mensaje, lleno de fuerza y esperanza frente a lo inevitable, ha sido reproducido cerca de 85.000 veces, en lo que solía ser Twitter, ahora conocido como X.
En una entrevista de La Nación, a finales de abril, Mechoulam compartió su historia, rememorando cómo su vida dio un giro de 180 grados poco después de casarse con Ólger Alfaro.
“En el 2019 fue cuando mi vida se vio totalmente interrumpida. Apenas iba por la mitad. A mis 39 años tenía muchos sueños y me faltó mucho por conocer del mundo. Fueron conversaciones que se quedaron a medias cuando llegó el cáncer, porque esto definitivamente cambia la vida de uno”, contó en aquel momento al hablar sobre la aparición de la enfermedad.
Es importante destacar que Raquel Mechoulam ha sido una inspiración para muchos, mostrando valentía y esperanza en medio de las circunstancias más difíciles.
A través de sus redes sociales, ha logrado conectar con un público amplio que encuentra en su historia un testimonio de fortaleza y resiliencia frente a las adversidades que la vida puede presentar.
Su voz continúa trascendiendo plataformas, llevando un mensaje de lucha y superación a quienes enfrentan situaciones similares y a quienes buscan valorar la vida en su máxima expresión.
Compartimos con ustedes el mensaje más reciente enviado por Raquel por la vida a sus seguidores.
Días rodeada de amor
“¡Hola! Hoy me asomo por acá para saludar. Estos días han estado cargados de visitas hermosas de personas que quiero mucho. Es inevitable hablar de la situación en la que estamos: mi cabeza llena de enfermedad (tumores metastásicos), sin opciones disponibles para tratar el cáncer, con cuidados paliativos.
“Como no nos enseñan a lidiar con la muerte, ha sido todo un tema que yo hable tan abiertamente de esto. Sé que es doloroso para los que me quieren; si lo sabré yo que lo estoy viviendo en primera persona. Pero siempre me ha gustado llamar las cosas por su nombre y ser fiel a quien soy. Así que sí, soy una paciente desahuciada o terminal.
“Lo digo de esta forma porque poniéndome al día con Redes Sociales, me doy cuenta que algunas personas no lo entendieron así de mi último mensaje. ¿Cuánto me queda en esta versión de mí? Pues nadie lo sabe. Solo Dios en su infinita misericordia sabrá cuándo voy a finalmente descansar después de tantos años de dolor.
“Yo creo en milagros; pero mi milagro no es la supervivencia. Mi milagro es que Dios me conceda que este tiempo sea rodeada de mi gente. Por favor, no digan que ‘perdí la batalla’. Esa frase no me define: yo ya soy un milagro.
Misión cumplida
“Casi cuatro años después del primer diagnóstico pude llevar a cabo la misión que se me encomendó de ayudar a otros pacientes y sus familias a hacer la carga de esta enfermedad un poquito menos pesada. Soy un milagro porque tengo tanta paz y aceptación en mi corazón, viví una vida llena de retos y recompensas.
“No voy a perder la batalla porque cuando esta enfermedad haga que mi cuerpo se apague también habré ganado: mi Señor Dios me hizo una promesa a la vida eterna. Así que, por favor, jamás repitan esa frase. Este cáncer ¡ya perdió!
“En este momento yo me siento bien. Sigo caminando los cinco mil pasos diarios que mido con el reloj; sigo comiendo bien, sigo con ganas de compañía de mis seres queridos cercanos, con ganas de leer e ir de vez en cuando al parque.
“Tengo dolor de cabeza 24 horas al día y mucho sueño, pero al menos el dolor de huesos se mantiene controlado. El equipo de paliativos de la CCSS (Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) que me viene a ver a la casa es extremadamente amable y me hace sentir cuidada y protegida.
“Esta semana estoy acompañada por mi hermana y, como siempre, mi más grande apoyo en todo esto: el gran marido que Dios me mandó sigue chineándome y ayudándome a cargar con esto. Gracias por su cariño continuo.
“Recuerden siempre llevar un día a la vez y que somos nosotros quienes elegimos cómo enfrentar los retos que nos da la vida. Que Dios los bendiga hoy y siempre”.