Los mapas son elocuentes. Basta con mirar el congestionamiento que mancha de rojo las principales rutas del cantón central de San José en el 2019, antes de la pandemia, y observar cómo ese rojo intenso se desvanece entre marzo y setiembre del 2020, con la covid-19 en pleno apogeo y limitaciones estrictas a la movilidad de las personas, ordenadas por el Gobierno.
Esos mapas aparecen en el informe del Programa Estado de la Nación, de este año. Son parte de la evidencia recopilada en ese estudio que demuestra que la restricción vehicular sanitaria funciona para evitar el movimiento de los ciudadanos por todo el país y prevenir la diseminación del SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus que produce la covid-19.
Lo comprobó un análisis de datos realizado por los investigadores, donde se utilizó como herramienta la aplicación Waze.
Las caídas en la congestión vehicular, de hasta más de un 90%, son más obvias en dos momentos claves durante esta emergencia nacional: en Semana Santa (entre el 6 y 12 de abril), y cuando se realizó el cerco epidemiológico en la Gran Área Metropolitana (GAM), entre el 12 y 19 de julio, tras confirmarse la transmisión activa comunitaria del virus.
Estas caídas coinciden con una reducción y contención en el número de contagios.
Los niveles medidos por Waze, señala el informe, concuerdan en la tendencia con los datos de otra herramienta, Google, sobre movilidad de personas en Costa Rica durante la pandemia, que reporta reducciones en la movilidad de hasta de un 80% en Semana Santa y casi un 70% en los días del cerco epidemiológico en la GAM.
“La conclusión es clara: las medidas restrictivas, junto a otros comportamientos de autocontención, redujeron la movilidad de personas en medio de la pandemia. Valga decir que este es un elemento central para contener epidemias”, destaca el documento.
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El análisis de datos también encontró asociaciones entre zonas con congestión vial y los contagios. Especialmente, cuando entran a jugar otras variables, como la densidad de población, el número de patentes por cantón, la cantidad de personas que deben viajar entre cantones para trabajar, y hasta la falta de aseguramiento.
Esas variables remiten a riesgos para el distanciamiento físico, que es la medida central en el objetivo de contener y mitigar el impacto de la pandemia.
Por eso, el incremento en cada una es directamente proporcional al aumento del nivel de riesgo de contagio.
El caso típico: los ocho cantones en donde más de la mitad de su población trabajadora (hasta un 53% de los ocupados, según el Censo del 2011) se debe trasladar a otro cantón para laborar. Estos desplazamientos elevan la amenaza de contagio.
Son seis de San José (Central, Desamparados, Goicoechea, Tibás, Montes de Oca y Curridabat), y dos de Heredia (Central y Santo Domingo).
La restricción vehicular sanitaria, que establece prohibiciones para circular según días de la semana y horas durante el día, es una de un paquete de medidas para contener la movilidad de la población y frenar el avance de la enfermedad en el país.
Otras acciones que ha ordenado el Gobierno y las autoridades de Salud en su momento han incluido el autoconfinamiento (la campaña ‘Quedate en casa’), el teletrabajo, el cierre de negocios, parques y otros espacios públicos, y la restricción horaria en playas.
“En medio de la pandemia hay dos escenarios extremos. Uno, seguir con la vida normal. El mejor ejemplo es Suecia. El otro, el confinamiento absoluto. Como pasó en Italia, España o China.
"Los estudios muestran que los países que se movieron en el medio pero más cercanos al confinamiento lograron controlar relativamente mejor el virus”, explicó Steffan Gómez Campos, investigador del Estado de la Nación y coordinador de la mesa de Ciencia de Datos, a cargo del capítulo donde se revisaron los patrones de movilidad en Costa Rica durante la pandemia.
Efectos de la pandemia
|| INFOGRAFÍA/ LA NACIÓN.
¿Cuál fue el impacto de este conjunto de medidas y, en concreto, de la restricción vehicular sanitaria, en el número de hospitalizaciones o muertes?
“No medimos cuánto evitamos. Lo que medimos es si las medidas sanitarias están asociadas con menores incidencias de contagio. Nosotros medimos la asociación, que es estadística. Pero no medimos cuál hubiera sido el escenario en condiciones normales”, aclaró Gómez.
Tampoco se analizaron cada una de las medidas. "Analizamos solo la base de datos de Waze que nos permite aproximarnos a la movilidad de las personas. Esa movilidad está afectada por múltiples factores. Uno, es la restricción vehicular.
“Agarramos todos los datos por día, para cada cantón en específico, de la cantidad de congestión vehicular reportada por Waze, y le pegamos los casos nuevos de covid ese día en ese cantón. Con un rezago: si hoy hay mucha congestión en San Pedro (Montes de Oca), se esperaría que en 16 días haya muchos contagios. Esto, por el periodo de incubación de la enfermedad”, explicó el investigador.
La información que se genere de este análisis, dijo Gómez, es un insumo que nadie tiene. Entre enero de 2019 y setiembre de 2020, periodo en que se estudió la movilidad, se logró generar una base de datos con poco más 255 millones de registros.
“Decir cómo se movió el tema de las medidas sanitarias en el tiempo y los efectos por cantón, es un objetivo cumplido. Lo que sigue, es hacer una plataforma que se alimente en tiempo real”, manifestó el investigador.
La información servirá, entre otras cosas, para dar insumos a quienes toman decisiones. Por ejemplo, para identificar los efectos de las restricciones en los focos de contagio, y para promover una mayor apertura donde no hay tantos enfermos y evitar daños en las economías locales.
Este tema ha estado sobre el tapete en las últimas semanas, cuando un grupo de alcaldes promovió acciones legales contra la restricción vehicular sanitaria, al considerar que viola “libertades fundamentales”.
El proceso legal, encabezado por la Municipalidad de Escazú, pretende impugnar el decreto de emergencia nacional por covid-19 para suspender esa medida y el cierre de actividades económicas.
Las acciones para limitar la movilidad y prevenir la saturación de los servicios de salud son defendidas por el Poder Ejecutivo.
¿Qué reveló Waze?
Desde que se declaró la emergencia nacional por la pandemia, en marzo, se modificaron las zonas de mayor congestión en el país, detectó el Estado de la nación.
"Con excepción de los cantones centrales de San José y Alajuela, que se mantienen como los de mayor tránsito antes y durante la pandemia, las demás localidades sufrieron cambios importantes.
“Zonas de alto tránsito, como Heredia, Goicoechea y Tibás, ubicadas en el ranking de los diez cantones con más tránsito durante el 2019, salieron de esa lista durante la pandemia, pues tuvieron una reducción considerable de sus flujos viales. En cambio otras zonas, como Pérez Zeledón, San Carlos, Cañas y Limón, subieron a los primeros lugares”, cita el informe.
En el cantón de San José, en promedio, la congestión se redujo un 66%. Ese porcentaje sube hasta un 85%, en promedio, durante ciertas fases de la emergencia.
Entre las tendencias que se mantienen antes y durante la pandemia en todo el territorio, aclara el estudio, son las presas de los viernes, y la llamada "hora pico” vespertina, entre 4 p. m. y 7 p. m.
La relación entre congestión vial y casos de covid-19 es estadísticamente significativa en 44 cantones:
- En San José: Escazú, Aserrí, Mora, Santa Ana, Alajuelita, Tibás, Montes de Oca y Curridabat.
- En Alajuela: cantón central, Atenas, Naranjo, Orotina, Zarcero, Valverde Vega, Los Chiles, Guatuso y Río Cuarto.
- En Cartago: cantón central, La Unión, Turrialba, Oreamuno y El Guarco.
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- En Heredia: Santo Domingo, San Rafael, San Isidro, Belén, San Pablo y Sarapiquí.
- En Guanacaste: Liberia, Nicoya, Bagaces, Carrillo y Cañas.
- En Puntarenas: cantón central, Esparza, Montes de Oro, Osa, Quepos, Parrita y Corredores.
- En Limón: Siquirres, Talamanca, Matina y Guácimo.
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Ahí, fundamentalmente, tienen mayor peso variables como las indicadas anteriormente: densidad de población, el porcentaje de no asegurados, total de patentes, el porcentaje de trabajadores que deben viajar a laborar a otros cantones.
“La hipótesis es que varias de esas variables tienden a dificultar el cumplimiento estricto de las medidas de distanciamiento. Mayor movilidad de personas desde zonas con muchos trabajadores que deben trasladarse a otros cantones a laborar, así como municipios receptores que además tienen alta densidad de población y de parque empresarial instalado, pueden potenciar el acercamiento físico de las personas y crear condiciones más propicias para el contagio masivo”, sostiene el Estado de la nación.
Esta hipótesis remite a lo sucedido al inicio de la pandemia, en escenarios como las plantaciones piñeras de la zona norte, o las cuarterías de la capital, registrados entre los primeros focos de contagios en el país.