El pasado jueves 25 de febrero, un nuevo ataque de ladrones de cobre dejó incomunicados a clientes del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), entre ellos, el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología.
En total, 250 servicios fueron afectados.
De acuerdo con el ICE, ese mismo día se logró recuperar un 99% de los servicios. Solo el 900 y dos teléfonos particulares requirieron configuraciones e instalaciones especiales, por lo que se restablecieron el 1.° de marzo.
No obstante, la falta de dos líneas telefónicas tras el robo de cable de las conexiones obligó al centro médico a suspender 188 citas a adultos mayores. Estas tendrán que ser reprogramadas para los próximos meses.
La atención que se brindó durante los días que duraron los arreglos, fue gracias a los celulares personales de los funcionarios y al uso de tabletas que operan con sus propias líneas, explicó en ese momento la directora médica, Milena Bolaños.
Magally Lara Hernández, directora de Infraestructura de Telecomunicaciones del ICE, confirmó que las labores para restablecer los servicios implicaron un gasto de ¢45 millones. Además, se requirió el desplazamiento de, al menos, 70 técnicos para arreglar los daños.
“El armario fue violentado. Son armarios de acero, pero aun así se robaron las conexiones de 250 servicios activos. En cuando recibimos las alarmas en el centro de operaciones, se procedió con todo un protoclo de seguridad y con la denuncia ante el OIJ (Organismo de Investigación Judicial)”, informó Lara.
El robo de cobre ha venido en escalada desde el 2018, confirmó la funcionaria. Por semana, se han llegado a contabilizar hasta dos incidentes.
Según datos facilitados por el ICE, las zonas del país donde más suceden estas sustracciones son las siguientes:
- En Alajuela: Upala, Alajuela, San Ramón y San Carlos. En los distritos de Upala, Cutris, Alajuela, Los Chiles, San Rafael y San José.
- En Puntarenas: Puntarenas, Esparza, Osa y Parrita, en los distritos de Parrita, Bahía Ballena, Lepanto, Cóbano, Tárcoles y Macacona.
- En Guanacaste: Nicoya, Santa Cruz, Tilarán y Carrillo, en los distritos de San Antonio, Bejuco, Sardinal, La Fortuna, Santa Cruz y Quebrada Grande.
Lo que preocupa, señaló Lara, es el impacto que tienen estos actos en momentos de pandemia, y sobre todo, la afectación directa a un hospital.
510 kilómetros
Desde el 2018, informó Lara Hernández, al ICE le han robado 510 kilómetros de cobre. Por esta causa, se han reportado 1.216 incidentes.
Por esos hechos, 255 personas han sido detenidas. Solo en lo que va del 2021, un total de 29 personas han cumplido prisión por esa causa.
Estos actos, que las autoridades judiciales han atribuido a grupos mafiosos, han representando para el ICE pérdidas superiores a los ¢4.000 millones.
Escuelas, cárceles, comercios y, ahora, hospitales, están en una larga lista de sitios perjudicados por la comisión de ese delito.
En el caso del ICE, 49.000 clientes han resultado afectados de manera directa por esta situación, desde el 2018.
“El robo de cable no solo afecta el ICE. Dejar personas incomunicadas, personas que necesitan de la telefonía para atender temas improtantes de salud, genera una gran afectación no solo a estos clientes sino al país.
“Tenemos un problema que tiene que ser atendido por toda la población. Es un problema a nivel país”, aseveró Lara.
Hasta el momento, el ICE y otros operadores de servicios han trabajado de manera conjunta con la Fuerza Pública, el Ministerio Público y el OIJ para atacar el problema.
El cobre es un material muy buscado mundialmente para diferentes usos: desde infraestructura hasta el desarrollo de diferentes tecnologías.
Para denunciar estos hechos, el ICE recomienda llamar al 9-1-1 y al 8000–423762, del ICE.