Las diferencias de criterio que arrastran desde hace varios años los cirujanos cardíacos, intensivistas y cardiólogos del Hospital Nacional de Niños (HNN), desembocaron en una solicitud de cambios inmediatos en la Unidad Cardíaca.
En una carta enviada al director médico de ese hospital, Rodolfo Hernández Gómez, el 15 de mayo, los cardiólogos demandan que la dirección esté a cargo de una comisión de tres miembros: uno del Servicio de Cirugía Cardiovascular, otro de Cardiología y uno más de Cuidados Intensivos. Hoy, la coordinación está a cargo del jefe de Cirugía del hospital, Gerardo Mora Badilla.
“Estas personas no deben ser nombradas sin el consenso de todo el equipo que participa en el manejo de los pacientes de la Unidad Cardíaca, para procurar de esta forma un clima organizacional positivo de parte de todos los integrantes”, menciona la carta firmada por siete cardiólogos, para quienes los cambios “deben ejecutarse con celeridad”.
Esta solicitud la analizan las autoridades del HNN, lo mismo que la petición de Gerardo Mora Badilla, quien solicitó su separación del cargo de coordinador.
Mora hizo la solicitud el 2 de junio, al aducir interés en no impedir la “buena marcha de esta consolidación” (de la Unidad Cardíaca).
“Nos reunimos ayer (miércoles) y hablamos de que hay que darle una estructura clara a esa propuesta. Quedamos de reunirnos de nuevo en dos semanas con representantes de Cardiología, Cuidado Intensivo Cardíaco, Enfermería y Cirugía Cardiovascular porque el objetivo es continuar con el desarrollo de la Unidad Cardíaca”.
Por ahora, la separación de Mora no está en pie, dijo Hernández.
“La propuesta tiene pocos días de haberse elevado a la Dirección, y uno no puede resolver en forma precipitada. Todo cambio tiene que hacerse con paso firme”, agregó el médico.
Ojo público. Este servicio ha estado sometido a un intenso escrutinio por las altas tasas de mortalidad de sus pacientes tras ser sometidos a operaciones.
El llamado Grupo Dallas (médicos de EE. UU.) advirtió, en 2011, de que las cifras de mortalidad alcanzaban 31% , cuando en otros países ese porcentaje ronda el 3% o 4%.
A hoy, la Unidad Cardíaca reporta una mortalidad del 7,3%, una tercera parte de la de hace tres años, cuando se creó el Servicio, informó ayer Hernández.
Según el director, esto se debe, entre otros, a la formación de más personal en hospitales extranjeros expertos en este tipo de cirugías.
Otros informes, incluido el de la organización Heart Trust , revelaron fallas en el clima organizacional y problemas en las habilidades quirúrgicas de los cirujanos.