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El servicio de apoyo psicológico para personas con depresión o ideas suicidas que se abrió debido a la crisis originada por la pandemia, llegó a su fin. El Ministerio de Salud debió cerrar la línea de atención al finalizar el contrato con las organizaciones encargadas, este 30 de noviembre.
El servicio era posible mediante la línea telefónica de emergencias 911 y contaba con el soporte del Colegio de Profesionales en Psicología y el Sistema de Emergencias 911.
“El sistema de Emergencias 9-1-1 seguirá atendiendo llamadas donde esté en riesgo inminente la vida de las personas y se pueda brindar ayuda por parte de las instituciones de respuesta inmediata”, informó de Salud en un boletín de prensa.
Para quienes requieran ayuda psicológica en casos que no sean emergencias, quedará disponible la Línea Aquí Estoy, del Colegio de Profesionales en Psicología (2227-3774).
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Para dar el apoyo mediante la línea gratuita, se trabajó con profesionales en salud mental contratados a través de la ONG Hivos. Este personal era el responsable de atender las llamadas telefónicas.
Salud no informó de cuántos casos se atendieron durante el tiempo de operación del servicio. Sin embargo, adelantó que buscan financiamiento para reactivarlo.
El proyecto fue una colaboración que realizó en un inicio el Colegio de Profesionales en Psicología, el cual financió el pago de los profesionales en salud mental. Posteriormente, el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana (Comisca) y el Banco Mundial dieron fondos para sostenerlo, los cuales ya se agotaron.
“Se está trabajando en una propuesta sostenible en el tiempo para que no se dependa de donaciones como único medio de financiamiento.
“En las próximas semanas se espera retomar la atención de llamadas una vez que se tenga el dinero para pagar a los psicólogos que brindan la atención”, indicó Salud.
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Pandemia de salud mental
El cierre de este servicio de apoyo psicológico se da en momentos en que se registra un incremento sustancial de problemas mentales y emocionales, detonados por la pandemia.
Alrededor de 1,3 millones de costarricenses mayores de 15 años sobreviven con cuadros graves de ansiedad, depresión y estrés como resultado de casi tres años de convivir con los efectos causados por la pandemia de la covid-19, como el miedo a morir y enfermar, la inestabilidad laboral y la pérdida de espacios de socialización y esparcimiento.
El dato proviene de un grupo mayor de investigadores que le ha llevado el pulso al impacto de la pandemia en la salud mental, que realizaron el estudio Salud Mental y relaciones con el entorno en tiempos de covid-19, el cual es parte del compendio de investigaciones desarrollado por un equipo interinstitucional e interdisciplinario.
Se hizo con una muestra de 6.786 personas en el 2020 y 1.162 en el 2021, todas entre 15 y 80 años, quienes respondieron por Internet un cuestionario sobre el tema, estructurado y autoadministrado. El nivel de confianza es del 95%.
