La hija de un enfermo de covid-19, de 62 años de edad, relata la angustia que vivieron luego de que a su papá le negaron la prueba por ese virus respiratorio en dos ocasiones, pese a presentar síntomas, hechos que investiga desde este martes el Ministerio de Salud.
La familia explicó al personal de la clínica que él había tenido contacto con un amigo de Nueva York, pero que desconocían si esa persona estaba enferma. De ahí la negativa.
“El pasado 22 de marzo, mi papá fue a la Marcial Fallas (clínica de Desamparados), explicó que había estado con este hombre de Nueva York y le dijeron que no le podían hacer la prueba porque no se habían cerciorado de si ese amigo estaba positivo o no, no había forma de vincularlo a él con una persona con covid-19 porque no se sabía que tenía él, por lo que él no calificaba para la prueba. Le dijeron que era bronquitis y lo mandaron para la casa con antibióticos”, relató a La Nación Amanda Mesén, hija del paciente.
Ahora el padre, Alfredo Mésén, permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Juan de Dios, luego de que confirmara la enfermedad mediante una prueba en un laboratorio privado.
Al conocerse el hecho, el ministro de Salud, Daniel Salas, instruyó a la Auditoría General de Servicios de Salud a revisar los hechos y esclarecer lo acontecido en la Clínica Marcial Fallas donde “presuntamente se le negó una prueba a un paciente”.
“La investigación incluye a todas las entidades que intervinieron o debieron intervenir en el caso”, añade el comunicado de Salud.
Todo comenzó con una visita
De acuerdo con Amanda Mesén, su papá recibió hacía casi un mes la visita de un amigo que vive en Nueva York. Esta persona estaba resfriada, pero no presentó fiebre.
“Esa persona estuvo con mis papás, mis papás son señores mayores, de 62 años y mi mamá tiene 73 y además tiene un linfoma, tiene cáncer; son personas de riesgo solo por eso. Mi papá no tiene más factores de riesgo que la edad, mi mamá sí”, destacó Mesén.
Esta persona regresó a Nueva York sin presentar más síntomas que los de un resfrío.
Sin embargo, a los días, Alfredo Mesén comenzó a presentar fiebre, dificultad respiratoria y tos: los síntomas más característicos de covid-19.
Por esa razón, acudió a la Marcial Fallas para someterse a la prueba, ante la sospecha, pero se la negaron.
La otra hija del afectado, quien es médica, los mandó a comprar un oxímetro para tener la medición del oxígeno de su padre y le pidió a los familiares tomarle la temperatura cada dos horas.
“Mi hermana nos dijo que si la fiebre no bajaba y tenía menos de 90 en el oxímetro había que llevarlo al hospital. Entonces, este jueves que pasó (26 de marzo) mi papá tenía el oxímetro en 85. Entonces nuevamente va a la Marcial y le dicen de nuevo que no le pueden hacer la prueba. Le reiteran que no hay forma de que trazabilidad del contacto y además, él no tenía fiebre en ese momento. Lo mandan para la casa sin medicamentos”, rememoró.
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Al laboratorio privado
La familia Mesén Badilla decide no esperar más. El viernes se le hizo la prueba en un laboratorio privado para determinar si tenía el nuevo coronavirus.
El lunes en la mañana, la familia recibió la llamada del establecimiento para informarle que había dado positivo. También les indicaron que ya habían enviado la información al Ministerio de Salud.
“Nosotros nos imaginamos que iba a llegar toda la comitiva del Ministerio. Para nuestra sorpresa, nada. Tiene que llamar mi mamá al Ministerio para decir que tiene en la casa un paciente que dio positivo, que ella es una adulta mayor, que tiene cáncer, que mi papá está muy mal y no sabe qué hacer", recuerda Mesén.
Según la mujer, a su mamá le indicaron que llamara al 1322 (línea de atención para covid-19) aunque insistió en que era adulta mayor, que tenía un linfoma y que estaba preocupada por todas las personas con las que el señor que vive en Nueva York pudo haber estado.
“Mis papás si acaso estuvieron con cinco personas este tiempo, pero ¿y ese señor?”, cuestionó la hija.
“Le recomiendan a mi mamá realizarse la prueba por privado también. Pero, no solo eso, además le dicen que les avise a todas las personas con las que estuvo ese señor. Ahí es donde se nos cae a nosotros, cómo es que se hizo el estudio de trazabilidad. Así no puede haber nexos confirmados en todo lado”, dijo la mujer.
“A mí en este momento nadie me ha llamado del Ministerio para preguntarme si yo estuve con mi papá. A mí alguien debería preguntármelo”, aseveró Mesén.
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Situación empeora
Este lunes en la noche la situación de Alfredo Mésen empeoró. La familia pidió una ambulancia, que llegó pasada una hora.
De acuerdo con la pariente, insistieron tanto que finalmente lograron hablar con el chofer de la ambulancia.
“El chofer nos dice muy apenado que a él nadie le había dicho que era un caso de coronavirus, y que no tenía traje especial, que realmente quería colaborar, pero no lo conseguía”, relató.
De nuevo, tuvieron que acudir a servicios privados para trasladar al padre. .
“Hoy (martes) nos enteramos de que mi papá está intubado en cuidados intensivos muy, muy delicado”, expresó Amanda Mesén.
En este momento, su mamá está a la espera del resultado de la prueba. Se la hicieron este martes.
“Tuvimos que insistir muchísimo para que a mi mamá se le hiciera la prueba”, recriminó la hija.
Para ella, sus papás se convirtieron en víctimas de una cadena de errores no solo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), también del 1322 y del Ministerio de Salud.
“Nosotros sí pudimos pagar esto, ¿pero qué podría hacer tanta gente? Nosotros tuvimos que gestionarlo desde la angustia y desde nuestra desesperación y todavía seguimos sufriendo ¿pero quiénes no pueden pagar?”, se preguntó Mesén.
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