El Ministerio de Salud mandó a lavarse bien las manos a médicos, enfermeras y demás personal a cargo de atender enfermos, como medida básica para reducir la transmisión de infecciones en los hospitales.
Una norma en la que ha venido trabajando ese ministerio tiene como medida estrella ordenar al personal sanitario supervisar activamente la higiene de manos, y no solo preocuparse por esto cuando aparecen personas infectadas con virus, bacterias y otros agentes patógenos.
Las manos son el transporte preferido de los microorganismos capaces de enfermar a una persona. Aunque parezca mentira, el personal sanitario continúa fallando en el lavado correcto de manos, una práctica con el potencial de reducir el riesgo de infecciones en los hospitales.
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También fallan quienes visitan los hospitales en su calidad de pacientes o familiares de enfermos hospitalizados, advirtió Daniel Salas Peraza, director de Vigilancia de la Salud, en el Ministerio de Salud, donde se ha venido trabajando en esa primera norma nacional desde hace más de un año.
Las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS) son un problema habitual de cualquier servicio donde se atienden enfermos.
Según datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), un 2% de los pacientes que se internan en sus hospitales todos los años se infectan. En otros países, ese indicador supera el 30%.
La institución asegura que esa cifra "está muy por debajo del indicador que poseen otras naciones del mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)".
"Podemos decir que estamos muy por debajo de lo que se estima a nivel internacional con relación a las IAAS, pero eso no significa que hemos dejado de hacer las correcciones y mejoras necesarias para seguir trabajando de manera sostenida, manteniendo ese 2%", dijo Catalina Ramírez, epidemióloga del nivel central de la CCSS.
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Sin embargo, hay hospitales como el México –a cargo de la red de servicios más grande de la CCSS, con más de dos millones de personas– cuyo indicador es superior al nacional: 6%.
José Antonio Castro, coordinador de la Comisión de Infecciones Intrahospitalarias, del México, explicó que los hospitales como este, con mayor complejidad en la atención, tienden a ser más susceptibles a las infecciones.
En el caso de ese centro médico, dijo, se ha reforzado la vigilancia activa para tomar acciones apenas aparece algún caso, y se han vuelto mucho más estrictos con la supervisión del cumplimiento de los protocolos, como el lavado de manos.
"En Costa Rica fallamos en un tema de cultura y concientización sobre la importancia de la higiene de manos. Con la pandemia de gripe del 2009, todo el mundo asumió el lavado de manos y esto generó a nivel nacional un descenso en las infecciones respiratorias y las diarreas. Pero aún falta que la gente tome consciencia, tanto el personal como los pacientes", aseguró el médico.
Eventos aislados, pero importantes
Recientemente, el Ministerio de Salud manifestó su preocupación porque en un periodo de tiempo relativamente corto (entre diciembre y abril), se reportaron tres eventos importantes en diferentes hospitales públicos. Los especialistas afirman que no tienen relación entre sí.
El primero de ellos obligó al Hospital Calderón Guardia a invertir cerca de ¢300 millones en la remodelación del servicio de Neonatología y maternidad, luego de que aparecieran varios recién nacidos infectados con la bacteria Serratia liquefaciens.
La contaminación de esos servicios hizo que la CCSS los cerrara temporalmente y reactivara toda su red de hospitales para atender a las embarazadas y a los neonatos del Calderón.
Hace una semana, el Hospital San Vicente de Paúl, en Heredia, también reportó la contaminación de Neonatología con la bacteria Serratia marcescens, que infectó a cuatro bebés. A diferencia del Calderón, aquí la situación se controló en pocos días y no ameritó el cierre del servicio.
En ese mismo hospital, hace una semana, falleció una mujer luego de dar a luz debido a una infección con la bacteria Streptococcus pyogenes. Un cirujano que la atendió en un procedimiento quirúrgico también resultó infectado pero se recupera satisfactoriamente. El hospital no reporta casos secundarios.
Daniel Salas Peraza explicó que la nueva norma pretende adelantarse a la aparición de casos similares, aunque advirtió que es un conjunto de acciones mínimas, no máximas, que lo que buscan es homologar en servicios públicos y privados la atención de las IAAS.
A pesar de los esfuerzos del país por mejorar la atención de estos eventos, dijo Salas, todavía se sigue actuando "reactivamente", y hay que hacer lo contrario: adelantarse a las infecciones para disminuir su aparición.
"Esto significa estar muestreando el entorno, porque esto nos orienta para detectar si están fallando las buenas prácticas. Si esperamos a que ocurra el suceso, puede ser demasiado tarde.
"No se puede indicar que, al ser proactivos, vamos a evitar del todo las IAAS. Esta es una situación que ocurre hasta en los países más desarrollados con los estándares más altos", dijo el funcionario.
Refuerzo de controles
Kattia Amador, médica coordinadora de la Unidad de Epidemiología y de IAAS en el Hospital San Juan de Dios, explicó que en este centro de salud se procura una vigilancia activa del cumplimiento del lavado de manos.
"El protocolo es que siempre debe hacerse higiene de manos clínica o quirúrgica en todo momento en que haya contacto con el paciente o su entorno; aún más cuando haya un procedimiento en el paciente. Con agua y jabón. Son sumistros que siempre hay.
"Enfermería realiza revisión diaria, y desde la unidad de infecciones, cada mes, dependiendo de los lugares, hacemos una supervisión con un instrumento de la OMS para ver cumplimiento", afirmó Amador.
El Sindicato Nacional de Enfermería (Sinae) ha manifestado públicamente su preocupación por los recientes eventos de infecciones en hospitales.
Su secretario general, Lenin Hernández Navas, considera que "se está saliendo de control".
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"Son hospitales claves, como el San Juan, el Calderón y el de Heredia, los que están presentado eventos de IAAS importantes", aseguró Hernández, quien lo atribuye a la calidad de los desinfectantes que está usando la CCSS.
Entrevista con Daniel Salas, director de Vigilancia de la Salud: 'Debemos actuar antes de que se produzcan las infecciones'
Para el director de Vigilancia de la Salud, en el Ministerio de Salud, Daniel Salas Peraza, los servicios de salud del país –tanto públicos como privados– deben trabajar más en la parte preventiva de las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS).
Ese ministerio, en colaboración con otras instituciones de ambos sectores, espera tener aprobada y funcionando antes de que termine el año la primera norma que mejorará la prevención y la vigilancia activa de esas infecciones en todo el país.
Este es un resumen de la entrevista con Daniel Salas, en la que también participó Marlen Arce Villalobos, coordinadora nacional de IAAS en ese ministerio.
- ¿Por qué el Ministerio de Salud está preparando una norma sobre infecciones hospitalarias?
- Este trabajo se ha venido haciendo por más de un año con personal de la Caja, del sector privado y el INS (Instituto Nacional de Seguros). El proceso ya está muy avanzado. Lo que buscamos es definir criterios estandarizados en el país para los diferentes eventos de infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS), y su vigilancia.
"Buscamos detectar si existen problemas de contaminación o circulación de microorganismos antes de que se produzcan las infecciones. Se trata de ir adelante. Este es apenas un inicio, pero necesitamos empezar. Para Costa Rica es la primera norma que se hace para unificar criterios, y es un cambio en la parte de vigilancia epidemiológica, que pasará de ser reactiva a proactiva".
- ¿Podría ampliar ese concepto de cambio en la forma de trabajo, de lo reactivo a lo proactivo?
- Debemos detectar los microorganismos antes de que provoquen problemas. En la parte de vigilancia, cambiamos la boleta de notificación, tenemos otros formularios con datos adicionales que servirán para la toma de decisiones. Es un cambio sobre cómo se ha venido trabajando. Por ejemplo, se definen estándares en infraestructura y equipo que deben cumplirse para prevenir las IAAS. Es poner el piso mínimo que debe cumplirse y aspirar a subirlo.
- ¿Qué debemos entender como lo mínimo?
- Ya existe una norma completa de infraestructura de hospitales, que establece la obligación de poner paredes lisas y no porosas, pisos lavables, cielo raso liso, medidas específicas sobre el uso de implementos como celosías o alfombras.
"Salimos más del ámbito hospitalario e incluimos todos los establecimientos de salud. Por ejemplo, consultorios de pediatras donde es usual encontrar juguetes. Estos se tienen que limpiar antes de ser usados por otro paciente. También se busca que la gente sepa la importancia de lavarse las manos. Es minimizar ese riesgo, el de transportar de alguna forma los microorganismos del hospital a la casa y viceversa".
-¿Cuáles fallos han notado en los servicios de salud?
- Hay que reconocer que antes, tanto en la CCSS como en el Ministerio de Salud, no habían encargados de estos temas (IAAS). Ahora sí, lo cual nos hace sentirnos más responsables del tema. La idea es que el sector público vaya equiparándose en esta carrera, donde algunos centros privados van adelante. Lo que estamos estableciendo es un mínimo, no es el máximo que pueda alcanzar el país.
- ¿Cuál es el proceso que debe seguir esta norma para entrar en operación?
- Una vez lista, se pasa a consulta pública. Se resuelven las preguntas y luego se pasa para la firma del ministro de Salud y del Presidente (de la República), que emitiría un decreto ejecutivo. Esto luego se envía a La Gaceta (diario oficial). Esperamos que entre en operación este mismo año.
- ¿Se busca más rigurosidad en los controles para minimizar los riesgos?
- Incluso más proactividad, no esperar a que ocurran los brotes. Esto significa estar muestreando el entorno, porque esto nos orienta para detectar si están fallando las buenas prácticas. Si esperamos a que ocurra el suceso, puede ser demasiado tarde. No se puede indicar que, al ser proactivos, vamos a evitar del todo las IAAS. Esta es una situación que ocurre hasta en los países más desarrollados con los estándares más altos.
"Pero lo que estamos buscando en la medida de lo posible es que todos en el país hablemos el mismo lenguaje, establecer las medidas mínimas, adelantarnos y no esperar a que ocurran. Es vigilancia activa y no reactiva".
- ¿Cada cuánto se debe actualizar esa norma?
- Cada tres años se debe revisar. Hay una comisión interinstitucional que trabaja en el tema, se reúne una vez al mes.
- Esta norma, ¿nos coloca a la altura de países como cuáles?
- Apenas estamos iniciando. Es un cambio en el sistema de vigilancia de las IAAS y, sin duda, tenemos que ir mejorando con el tiempo. Es un inicio y de ahí iremos avanzando a más porque nos falta bastante. Chile es un país muy avanzado en esto. Uruguay también, pero nos falta bastante camino por recorrer.
"Hay países que están rezagados y ni siquiera tienen ni una comisión interinstitucional. Menos una norma. Lo que buscamos con esto es empezar a homologar. Hay hospitales privados que van más adelante. Algunos incluso, cumplen con la norma, pero no queremos que haya rezagados en el país. Pero hay servicios privados más pequeños que no cumplen. En la CCSS existen protocolos internos, pero buscamos esa homologación: debe ser la misma en la clínica privada en Nicoya o un hospital central público o privado".
- ¿Cuáles son los grandes componentes de esa norma?
- Esta norma es para prevención y control de las IAAS. Por ejemplo, definir qué es un caso de IAAS, con criterios claros. Tiene una parte de precauciones estándares, entre ellas, el equipo de protección personal y la práctica de la higiene de manos. El manejo de los pacientes aislados, la contención y el seguimiento de brotes, la identificación y vigilancia.
- ¿Cuál es el impacto inmediato que buscan?
- La gente debe saber que estamos en un mundo rodeado de microorganismos y no podemos aislarnos. Las infecciones existirán siempre. Partiendo de esa premisa, los profesionales de la salud tenemos un acto muy delicado, que es dar atención a los enfermos y tenemos que asumirlo con responsabilidad. No se trata solo de tener un título que acredite mis conocimientos, sino cumplir con la premisa de no hacer daño, y ser muy responsables en ese cuidado tanto personal y con la interacción con objetos y pacientes.
"En el caso de los externos, es importante que hagan mucha consciencia de que visitar un centro de salud es muy delicado, ahí se concentra mucha gente enferma con virus, bacterias o parásitos, y ellos pueden llevarse esa infecciones para la casa. Hay que ser muy responsables, a veces lo vemos muy a la ligera, pero es algo muy serio que tenemos que comprometernos todos para disminuir.
"Las infecciones producen mucho gasto en servicios de salud, gastos de bolsillo a las familias, es algo en lo que se debe trabajar para el bien de la salud de la población. Transportamos todo en las manos. Los microorganismos siempre tienen que tener una puerta de entrada. Como personal de salud, debemos prevenir esa puerta de entrada. Si hay un punto central, es la higiene de manos".